Siempre sonrientes y joviales. Siempre juntas. Así se muestran las jóvenes mendocinas (Argentina) María José Coni (22) y Marina Mengazzo (21) en las fotos que han dado la vuelta en las redes sociales y los medios de comunicación en los últimos días. Las montañas de Perú y las playas de Ecuador son el paisaje de fondo. A mediados de febrero de 2016, ambas paraban en el baneario turístico Montañita, Ecuador. Allí fueron asesinadas.
Entre el 25 y 28 de febrero fueron encontrados los dos cuerpos cerca de la playa, cubiertos con bolsas de basura, y golpes en la cabeza. Desde el 22 de febrero sus familiares no tenían noticias de ellas. La justicia ecuatoriana dio prisión preventiva a los asesinos confesos, Segundo P. y Eduardo R. Entre las versiones de las autoridades y la de los familiares de las chicas hay incongruencias. Los últimos no descartan que el caso sea parte de una red de trata de personas.
Como con la mayoría de feminicidios, en las redes sociales y muchos medios una vez más se ha culpabilizado y cuestionado a las víctimas. En el medio local argentino bigbangnews.com, Hugo Barietan, un médico pisquiatra afirmó: “La víctima propiciatoria es la que asume un alto riesgo y de alguna forma parte de lo que moviliza el crimen. En un país de alto riesgo como Ecuador, puede pasarte cualquier cosa, más siendo joven y mujer”.
Lo mismo de siempre. Las mujeres, culpables. Así resumió una mujer feminista su lucha: “que para el mundo yo no soy igual a un hombre. Que morir fue mi culpa, que siempre va a ser”.
Lisette Árevalo, editora del medio digital ecuatoriano GKillCity realizó una extensa recopilación periodística de los sucesos. Aquí puedes leerlo para tener más información. También puedes leer esta reflexión “La culpa de las víctimas” en el diario argentino Página 12.