Comenzar esta sexta carta editorial cuesta trabajo, sin duda. La dificultad estriba en que no se trata de una carta editorial cualquiera: es, además de la presentación de esta edición, una explicación y una disculpa. Una disculpa con los lectores que de abril a noviembre de 2009 pasaron por este sitio, comentando, proponiendo, difundiendo la página y de pronto se encontraron con que los contenidos no volvían a renovarse. Una disculpa también para todos aquellos que, conocidos o no, se animaron a escribir algo con nosotros y luego vieron que la continuidad se perdía.
La explicación es breve: en noviembre de 2009 experimentamos una serie de problemas técnicos con la página. Debo decir que en la primera etapa de la revista todo se construyó prácticamente de cero: el diseño del sitio, la programación, los pocos plugins que teníamos, etc. Todo se agravó cuando, de pronto, en tres días llegaron a nuestra página más de 12 mil comentarios “basura”, anunciando cremas, pastillas, casinos y demás productos y servicios. Pedí a los programadores un “captcha” de urgencia. Lo pusieron, pero nunca sirvió. El servidor, como es evidente, colapsó a la semana. Se perdieron artículos, comentarios, imágenes. Pero lo peor es que se perdió el ánimo.
Se dice que sacar adelante un proyecto editorial es complicado. No lo duden: lo es. Pero lo es mucho más mantenerlo vivo, funcionando, sin dejar que decaigan los ánimos de los colaboradores ni la calidad de los textos. Luego del colapso digital y anímico, pensé en dejar pasar algunos días para “reorganizar y rediseñar” todo, pero poco a poco los pretextos clásicos ganaron terreno: “no tengo tiempo”, “no sé cómo hacerlo”.
Finalmente, en mayo de este año, tuve que decidir si renovaba o perdía el dominio del sitio. Sin pensarlo mucho, hice el pago, me reuní con un amigo y le pedí ayuda para hacer un rediseño. Se hizo en cuestión de horas. Al mes siguiente reuní a algunos de los antiguos consejeros editoriales. Unos se quedaron, otros se fueron, pero el grupo volvió a armarse. Y comenzamos a discutir la propuesta conceptual, algo mucho más claro y concreto que lo que teníamos anteriormente. También más ambicioso. Y con esta inercia llegamos al día de hoy, con 10 textos de autores de siete nacionalidades distintas, un diseño completamente nuevo y una imagen institucional más acabada.
A nombre del Consejo Editorial, es un gusto enorme poder presentar el sexto número de Distintas Latitudes, revista de reflexión latinoamericana. Como resultará evidente, las secciones y las dinámicas han cambiado, pero el espíritu con el que nació el proyecto sigue siendo el mismo: acercarnos un poco a lo que pasa en esta región latinoamericana, desmenuzar los hechos y proponer nuevos análisis. Los retos, sin duda, son varios. Pero justamente de eso se trata: de sortearlos juntos.
Sobre este número
Distintas Latitudes busca explícitamente ser un referente a nivel latinoamericano para jóvenes periodistas, escritores, académicos y todos aquellos con interés en lo que sucede en cuestión política, económica y de artes en esta región. Es en un esfuerzo “supranacional”, por decirlo de alguna manera, que hace uso de las herramientas 2.0 para lograrlo. Pero sabemos que no estamos solos.
Por ello, en la sección “Canto general” nos dimos a la tarea de bosquejar un panorama del mundo de las revistas digitales en América Latina: intentar rastrear quiénes y cómo publican, en qué temas, con qué respaldos. Así, hay cuatro textos que abordan desde diferentes ángulos lo que sucede en estos ámbitos en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia y México.
La sección “Conversaciones en La Catedral” expone dos miradas, una colombiana y otra venezolana, sobre el rompimiento y posterior reanudación de relaciones entre Colombia y Venezuela. Por supuesto animamos a los lectores a proponer análisis que respondan a las preguntas: ¿por qué Uribe, a días de dejar el poder, cimbró las relaciones con Venezuela con el argumento de que existen bases de las FARC en territorio venezolano? Pero más intrigante aún: ¿por qué Santos, si se suponía que era calca de Uribe, reanudó las relaciones a los cuatro días de asumir el mando en Colombia?
“El perseguidor” es nuestro escaparate para las crónicas y testimonios sobre América Latina. En esta ocasión, el motivo es el juego inaugural del mundial de Sudáfrica, que enfrentó al equipo anfitrión contra México. ¿Cómo se vivió este juego en Nueva York? Una crónica que dice más que lo evidente.
Los temas de sustentabilidad y medio ambiente no estarán fuera de nuestra revista y se abordarán desde diferentes ópticas. En “La hojarasca” encontrarán un pertinente bosquejo sobre los partidos verdes en Latinoamérica, sus orígenes disímbolos y sus objetivos (¿cómunes?).
Finalmente, “La feria” es nuestra sección de cinematografía y literatura latinoamericanas. Una reseña sobre el último libro de Roberto Bolaño y una entrevista a Álvaro Uribe, novelista mexicano, en el set de la recién estrenada película El atentado cierran este número.
Sin más, disfruten la lectura.
Jordy A. Meléndez Yúdico
Director
Natalia Rivera Hoyos, Carlos Ramón Morales, Natalia Flores, Diego Macías Woitrin.
Consejo Editorial
Eileen Truax, Juan Pablo Figueroa, Esther Vargas, Pablo R. Barriga.
Consejo Asesor
Olga Aranda Basave y Jair Trejo
Diseño y programación