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Por Monse Chávez

Durango no fue la excepción, y al igual que en otros estados de la República Mexicana, en la entidad se han registrado distintas protestas por el incremento en el precio de los combustibles. Los duranguenses ahora tendrán que pagar $16.27 el litro de Magna y $18.04 el litro de Premium. 

Se suele decir que este estado, ubicado al norte del país y que colinda con Chihuahua (al norte) y Zacatecas (al sur), es muy tranquilo; sin embargo, la realidad es que durante los últimos años ha vivido cambios políticos y económicos, el más radical ocurrió en 2016 cuando la sociedad duranguense, luego de 85 años de gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI), votó por la coalición entre el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) para darle gubernatura, alcaldía, diputación y regiduría.

Con este cambio aún en proceso de asimilación arrancó el 2017 para los duranguenses, y es esta transición la que también da marco a las protestas que han tenido lugar las primeras semanas de enero.

Manifestaciones y detenciones

Job Villanueva Berumen, alumno de la Facultad de Derecho (FADER) de la Universidad Juárez del Estado de Durango, Hiram Soto Chávez, activista en diversas movilizdurango3aciones juveniles como #YoSoy132 y “Apoyo a los 43 normalistas de Ayotzinapa” y Javier Reyes Ortiz, ex dirigente de OMAPAFA, se sumaron a la manifestación que el lunes 2 de enero encabezaron diversos transportistas al exterior de Petróleos Mexicanos (PEMEX-Durango), ubicada casi a las afueras de la ciudad. Ese día los manifestantes expresaron su rechazo al aumento del precio de la gasolina, colocaron lonas y carteles en sus transportes donde se leía “no al gasolinazo, Durango unido”, “ya basta del aumento del diesel”.

Conforme avanzaron las horas y días, la protesta no se detuvo, al contrario, el apoyo creció y se realizaron otras acciones como manifestaciones en gasolineras, incluso algunos ciudadanos donaron agua y comida a los transportistas.

Días después, el miércoles 4 de enero, los transportistas anunciaron que el gobierno del Estado les había solicitado dejar libre el acceso a las pipas; debido a que, dijeron, se empezaron a generar problemas como el desabasto de gasolina, debido al cierre de más de 50 gasolineras; por ello, alrededor de las 17:00 horas de este día los transportistas comenzaron a retirarse del lugar, sin embargo, otro grupo de ciudadanos permaneció ahí, incluidos Job Villanueva Berumen, Hiram Soto Chávez y Javier Reyes Ortiz.

Así transcurrieron el jueves 5 y el viernes 6 de enero, con PEMEX aún tomada y pocas gasolineras abiertas, lo que empezó a provocar desesperación ciudadana. En esos días se comenzó a rumorar que había saqueos en la ciudad; por lo que algunos supermercados cerraron sus puertas o colocaron mayor seguridad, sin embargo, no hubo ningún incidente ni saqueo.

Durante la madrugada del sábado 7 de enero, la Policía Estatal y la Federal orquestaron un operativo al exterior de PEMEX. Los elementos colocaron una barrera con escudos entre ellos y los manifestantes y así permanecieron por algunos minutos. Durante este operativo Hiram, Job y Javier fueron detenidos de forma arbitraria. Los tres fueron trasladados a las instalaciones de la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) y posteriormente recluidos en el Centro Federal de Readaptación Social número 7 de Guadalupe Victoria, donde se les acusó de varios delitos, entre ellos: sabotaje, el cual ocasionó pérdidas económicas de 60 millones de pesos, razón por la cual podrían alcanzar hasta 10 años de prisión.

Ese mismo día a las 16:30 horas se llevó a cabo una marcha contra el “gasolinazo” y para solicitar la liberación inmediata de los tres detenidos. El acto se vio opacado algunos instantes cuando, durante el recorrido, algunos jóvenes (sin identificar) lanzaron al contingente bombas de humo; también cuando al momento de subir a la tarima y tomar el micrófono, algunos personajes partidistas quisieron tomar el control pero terminaron siendo abucheados por los manifestantes.

En días posteriores, la madre de Hiram Soto Chávez, Patricia Chávez, dio algunas ruedas de prensa para informar el estado y proceso de su hijo y de los otros dos detenidos. En una de las entrevistas, la madre rompió en llanto y entre lágrimas dijo “mi hijo no es un delincuente, mi hijo es una persona de la cual es una persona que se le respeta.” Y agregó que había mantenido comunicación con el joven y este le expresó que estaba triste, pero que no se rindiera y continuara con la lucha.

Esos mismos días, los alumnos de la FADER convocaron a toda la comunidad estudiantil vía redes sociales a manifestarse y dirigirse con el rector de la UJED, Oscar Erasmo Navar, para que se pronunciara a favor de la liberación del alumno Job Villanueva.

En otra rueda de prensa dirigida por el Frente Social y Sindical por los Derechos Humanos, familiares de los detenidos, entre ellos la madre de Hiram Soto, solicitaron a la ciudadanía estar al tanto de la situación de las tres personas y señaló que se les acusaba de delitos que no cometieron.

“Hablé con mi hijo y está muy bien, pero a la vez está consternado porque él me dice que no es justo lo que están haciendo y pienso yo que mi hijo hace más falta aquí afuera que allá adentro, entonces si le pido a toda la sociedad que nos apoyen de esta manera para que dejen en libertad a las tres personas”, expresó la señora Patricia Chávez.

Al preguntarle si alguno de los transportistas ya había mantenido contacto con ella y los presos, ella apuntó que ninguno de ellos había mostrado apoyo y desconoció el motivo, ya que ellos fueron quienes iniciaron el movimiento y fueron terceros quienes terminaron perjudicados.

La libertad de los tres detenidos

La audiencia de desahogo de pruebas se realizó el sábado 14 de enero en el Centro de Justicia Penal Federal de la ciudad de Durango. La audiencia duró más de siete horas, donde la nueva defensa desechó ladurango2s pruebas de los anteriores defensores y presentó al juez nuevos datos.

El juez a cargo del caso, escuchó a los representantes de la Fiscalía como al representante legal de PEMEX, Héctor Ramón Rocher Soto. Y cerca de las 21:00 horas, el juez determinó no vincular a proceso a Hiram Soto, Job Villanueva y Javier Reyes, debido a que la Fiscalía no aportó pruebas suficientes para acreditar los delitos de sabotaje y daño en propiedad ajena.

Finalmente, ya con la luna puesta, los tres hombres caminaron por el pasillo que conduce hacia la puerta de salida del Centro de Justicia Penal y entre aplausos y gritos de “Si se pudo”, fueron recibidos por familiares y amigos, quienes no contuvieron las lágrimas.

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