Marqué a su casa. Contestó esa voz profunda, grave, rasposa. Me dijo: Yes? Pregunté por Javier Bátiz. Esa voz de lija respondió: This is he. Me identifiqué y enseguida vino la algarabía, mas no porque fuera yo quien se comunicaba sino porque él es un dicharachero que en cualquier oportunidad te embroma. A propósito de temas roqueros, le busqué para charlar sobre sus inicios en la escena, aunque esto de ‘la escena’ para él abarca lo local, lo fronterizo y lo nacional. Me citó en su casa, al término de una de sus sesiones con jóvenes a quienes les enseña a requintear con feelin’. Las clases son en su domicilio, lugar en el que nació: una casa antigua y larga que se extiende en un amplio terreno de la Zona Centro.
Javier es guitarrista, cantante, compositor, maestro de guitarra. Es tijuanense y ha vivido el rock desde sus 12 años, cuando creó el grupo Los TJ’s en 1957. Pero en esos tiempos lo que en el país se andaba haciendo en cuestión roquera (al menos lo que se masificaba mediante la televisión y la radio) tendía más al rock & roll meloso (un tanto fresa y ñoño) o a meras traducciones de éxitos de los Estados Unidos y no a un rock estridente, al blues, al soul o al jazz, que eran ritmos con los que los fronterizos del norte estaban familiarizados dada la facilidad de sintonizar estaciones radiofónicas estadunidenses de trasmisiones de dicho corte.
Llegué a la casa de Javier, minutos después del término de su clase, para de ahí seguirlo a un nuevo bar de la Calle Sexta (avenida que concentra una importante cantidad de bares y pequeños foros musicales, y por ende una considerable asistencia de jóvenes tijuanenses). Ahí él mataría dos pájaros de un tiro: charlaría conmigo y también con el dueño del lugar (el delegado de la Zona Centro) para tantear las aguas y ver si le interesaba contratarlo junto con su banda para amenizar algunos fines de semana.
De inicio, me narró el impacto que tuvo en él la película ‘Blackboard Jungle’ (1955), la cual –me explicó– en Tijuana se estrenó al mismo tiempo que en el otro lado (ventajas fronterizas). El tema de Bill Haley ‘Rock around the clock’ con el que abrió el filme se convirtió en un clásico instantáneo que maravilló principalmente a los de inquietudes musicales: se trataba de una pieza que poseía una intensidad todavía no acostumbrada, una pieza que asustaba a los padres de adolescentes pues incitaba a sus hijos a rocanrolear todo el día.
One, two, three o’clock, four o’clock, rock,
Five, six, seven o’clock, eight o’clock, rock,
Nine, ten, eleven o’clock, twelve o’clock, rock,
We’re gonna rock around the clock tonight…
Y a Bátiz, que sin ser músico profesional ya poseía influencias de la llamada música negra, le marcó ‘Blackboard Jungle’, filme un tanto determinante en su carrera:
“Mis inicios fueron muy suaves porque estando aquí en la frontera de Tijuana, tan cerca del otro lado, nos llegó al mismo tiempo que como salió en Estados Unidos la película ‘Blackboard Jungle’, y estaba muy suave la película. Empezaba con una canción de Bill Haley, la de ‘Rock around the clock’, entonces fuimos todos a ver la película y nos encantó a todos mis amiguitos y a todas nuestras novias. Oí la música y dije ‘esta música es la que tengo que tocar’, aparte que yo ya traía todas mis ilusiones porque había escuchado yo en el radio a T-Bone Walker, Elmore James, Howlin Wolf, John Lee Hooker y a todos los jazzistas negros, entonces yo ya quería hacerla pero gacho en el rock”.
Javier, que también es conocido como El Brujo, se aventuró a formar un grupo musical con amigos a quienes les proporcionó instrumentos y la enseñanza para saber ejecutarlos. Y hoy, 55 años después, la fecha de su debut la recuerda bien: 28 de junio del ‘57, en la escuela Álvaro Obregón (hoy Casa de la Cultura de Tijuana), bajo el nombre de Los TJ’s.
“En la escuela empezó toda mi odisea, porque canté por primera vez el 28 de junio de 1957 en la escuela Álvaro Obregón, y bien suave porque no había músicos y nosotros no éramos músicos, pero a mí Santa Claus me había traído saxofones, batería, guitarras, un piano, una guitarra acústica de seis cuerdas. Entonces ahí les dije a todos mis amiguitos que iban conmigo en la escuela ‘tú vas a ser baterista, tú vas a ser bajista, tú vas a tocar el saxofón’, y yo les enseñé a todos a tocar e hicimos una bandita que se llamó Los TJ’s. Y mientras les estaba enseñando a ellos también llegó Carlos Santana, pero también el Meño Peraza, el Bayoye García, el Cali, el Arturo Granados, el Arturo Martínez, el Chichí López, un montonal de músicos y aprendieron a tocar conmigo, nos hicimos muy famosos y esa fue mi entrada aquí al rock en Tijuana”.
Su traslado a la capital del país se debió a las caravanas Corona Extra en las que hacían gira por diversas ciudades del país algunos de los grupos musicales más famosos, entre estos Los Rebeldes del Rock, Los Hooligans, Los Locos del Ritmo, Los Teen Tops, Los Boppers… Johnny Laboriel era entonces vocalista de Los Rebeldes del Rock, pero al perseguir su carrera solista el grupo invitó a Bátiz a audicionar para convertirse en el nuevo líder de la banda, cosa que no ocurrió dado el tono áspero en la voz de Javier, que desentonaba con canciones como ‘Melodía de amor’. Javier me cuenta esto, me canta el coro y ríe diciendo “¿te imaginas, con esta vocecita?”. Y río también, justamente porque me lo imagino. A pesar de viajar con un objetivo que no logró, su estancia en el Distrito Federal fue fundamental en su carrera, ya que al día siguiente de su audición encontró trabajo haciendo lo que mejor sabe hacer: roquear en el escenario con innegable apego al blues.
Pronto se integró a la escena del rock nacional pero sin perder sus influencias sino –por el contrario– reforzándolas y compartiéndolas, con todo un estilo que rodea su identidad roquera más allá del poderoso sonido de su guitarra y lo aguardentoso de su voz. Elementos de la cultura pop estadunidense y fronteriza de la mitad del siglo XX fueron los que le acompañaron al centro del país y que de alguna manera introdujo a una comunidad distante de esas tendencias, tales como los pantalones de mezclilla marca Levi’s (que dejaron de ser pantalones obreros para empezar a popularizarse entre los jóvenes de EU en la década del 50), las botas picudas de tacón para hombres, expresiones como ‘bato’ e incluso el consumo de otros productos, como la soda Seven Up o las revistas Playboy. Muy risueño, tras unas gafas oscuras y su habitual greña crespa alborotada, Bátiz agrega “no sabían que existían”.
“Un montonal de cosas que introduje pero sobre todo introduje la forma de tocar guitarra de una manera muy peculiar, muy personal, y la manera de cantar también porque no sabían cómo le hacía para raspar la voz pero pues era natural. Esa vocecita es uno de los distintivos”.
Pero en esta charla, El Brujo no quiere ser el único que hable de su relevancia en el rock nacional y por ello (además de recomendarme algunos libros, como ‘Los Ignorados: lo que no se escribió de la historia del rock en Tijuana’ de Sergio Raff) me facilita el DVD que Felipe Parra realizó en 2011 para la serie de documentales audiovisuales que lanzó el Instituto de Cultura de Baja California titulada ‘Creadores de Baja California’. El DVD en cuestión lleva el título de ‘El padre del rock & roll mexicano, Javier Bátiz’ y es una producción de 50 minutos que me ilustra en pasajes que detallan cómo en la década del 60 y principios del 70 la escena nacional se caracterizó por la invasión de grupos de rock provenientes del norte, con estilos y ritmos que distaban de lo realizado hasta entonces en la Ciudad de México. Ejemplo de estos grupos son Los Apson, Los Yakis, Los Jets y Dug Dug’s.
Continúa el documental rezando, en la voz de un narrador muy serio, lo que particularmente esta ciudad aportó:
“Tijuana ocupa un lugar especial en este movimiento, ya que para los críticos y cronistas de música como [Víctor] Roura, José Agustín, Parménides [García Saldaña], [Federico] Arana, era el Sonido Tijuana: calidad, nivel de ejecución excelente, conocimiento y audacia que caracterizaba a los grupos que iban y venían de Tijuana al DF. Javier Bátiz fue el pionero, después Los TJ’s, Tijuana Fine, Los Johnny Jets, Rockin Devils, Love Art, Ritual, Peace And Love, todos venían de una ciudad en la que los visitantes disfrutaban y escuchaban blues y rock de alta calidad… A Tijuana se le consideraba la capital del rock en México, la universidad del rock & roll nacional”.
“Y desde entonces”, me dice el legendario músico cuando platica de su primer trabajo, “no he parado”.
Al día siguiente de la entrevista, vuelvo a la casa de Javier y me entero que las fechas en el nuevo bar de la Sexta, administrado por el delegado del Centro asociado con “un español”, no se concretaron porque el funcionario/empresario decidió meter entre la variedad el sistema karaoke, una verdadera grosería para los músicos (que siguen abundando en la ciudad). La avenida Revolución, algún tiempo escenario de numerosos grupos locales, ha desplazado a los músicos reemplazándolos con dj’s, rocolas y –en algunos casos– con karaoke. Pero Javier Bátiz no se sorprende, acaso se molesta un poco por la falta de visión de ciertos empresarios pues quisiera que el movimiento musical tijuanense contara con el apoyo de foros para presentarse. De cualquier forma él sigue sus andanzas roquera-blueseras con una agenda ocupada que incluye conciertos en varias ciudades de los Estados Unidos y algunas del centro del país, clases a jóvenes guitarristas a quienes hereda su sello (el alumno más chico tiene 14 años), y hasta el estreno de un largometraje mexicano en el que encarna a un viejo músico tijuanense.
Pese a que cuenta con una vasta cantidad temas propios, una de las más emblemáticas piezas que interpreta –dada la versión que con ella hace– es ‘La casa del sol naciente’ (‘The house of the rising sun’). Acá una muestra:
En Tijuana hubo muy buenos
rockeros hacia el final de la década de los 60’s y los 70’s, hubo
un grupo que se llamo Peace And Love
que interpretó éxitos como In a Gadda da
Vida en forma por demás excelente. Los antros conocidos como el Aloha
y el Mike’s me parece que deben de incluirse como parte esencial del
desarrollo del rock anglosajón en Tijuana por su actividad eminentemente
fronteriza. En los planteles ecolares, principalmente la “prepa de
arriba”, ahora COBACH Plantel Tijuana, se escuchaba por los pasillos al
Goofy tocando A Day in the Life y
otras interpretaciones que se podían considerar de vanguardia con relación al
centro del pais. Tijuana era la puerta de entrada de los grandes éxitos que hacían
su recorrido mundial empezando en Londres, Liverpool y otras ciudades de
Inglaterra para llegar a las grandes capitales de Estados Unidos como Nueva
York, Chicago, Detroit, San Francisco y Los Angeles sólo por mencionar algunas.
Estar a unos cuantos kilómetros de San
Diego nos dio la oportunidad vivir de cerca una época en
la que los éxitos importantes a nivel mundial se escuchaban con sólo sintonizar
la KCBQ. Ahí escuchamos por primera vez a Bob Dylan, Los Beach Boys, Herman’s
Hermits, The Animals, Petula Clark, los Rolling Stones, los Beatles, Credence
Clearwater Revival, Jimmy Hendrix, Janis Joplin, Iron Butterfly, Kiss, Pink
Floyd, etc… todos estos grupos o cantantes tuvieron una influencia
importante en el desarrollo del rock en México en un tiempo en que la radio en español
nos obligaba a escuchar éxitos traducidos del inglés en grupos que de alguna
manera fueron los impulsores del rock a mediados de los 60’s, me refiero
a Moonlights, los Solitarios, los Apson Boys, los Dug Dugs, los Rockin’
Devils, etc. Anteriormente hubo otra generación que interpretó en nuestra
lengua éxitos de Elvis, Paul Anka, Little Richard, Richie Valens, Buddy Holly,
y otros más, me refiero a los Teen Tops, los Hooligans, César Costa, Enrique
Guzmán, Angélica María, Alberto Vásquez, Manolo Muñoz, Johnny Laboriel y otros
más. Esto es sólo una recordadita de esos tiempos y una opinión muy personal
que de ninguna manera es la verdad absoluta, es sólo un pedacito de una
experiencia personal de un encuentro con el rock.
Que chingon saber que participó en Blackboard Jungle, una de esas peliculas multicuturales importantes. Tengo la movie, es muy divertida.
Con todo y ser el rock el tema, es al mismo tiempo una crónica de época, probablemente Bátiz y los Tj´s anduvimos en los mismos espacios en 1957 en la Escuela Álvaro Obregon, ahí respiramos los mismos aires novedosos
Con todo y ser el rock el tema, es al mismo tiempo una crónica de época, probablemente Bátiz y los Tj´s anduvimos en los mismos espacios en 1957 en la Escuela Álvaro Obregon, ahí respiramos los mismos aires novedosos
Bueno, Bátiz no participó en esa película. A lo que refiere (y que tal vez no supe explicar) es que al ver él ese filme pues le marcó la música.
la verdad que ya tenia mucho que queria saber de su vida artistica y aqui ya me lo presentaste mi admiracion para batiz. me toco estar en un homenaje de el en la baby rock hace como 10 o doce años y la verdad que ese sonido que saco en la guitarra es totalmente su firma pues felicidades a javier batiz y gracias a melina por darnos a conocer a javier batiz
Hola, gracias por tu interes en el Sr,Javier Batiz. Por que por este reportaje yo conosco un poco mas de el. Es un orgullo saber que el es de Tijuana, me intereso mas porque tengo un hijo ahora de 17 anios que le gusta tocar la guitarra, el se ha ensenado por si solo a tocarla. Hace unos dias mire un reportaje acerca de los rock-n-rolleros de Mexico de los anios 60, y hablaron de JAVIER BATIZ. Le comente ami hijo y se volvio loco con su musica. Para el seria un sueno realizado el poder conocerlo. Mi hijo se acaba de graduar de la High School, el no vive conmigo. Me gustaria saber si el Sr. Batiz se presentara algun dia cercano en TIJUANA o en o cerca de la area de LOS ANGELES. A mi me gustaria poder llevar (Tijuana) o mandar (Los Angeles) a mi hijo para que lo conosiera en persona. Gracias por adelantado si es que tupudieras ayudarme
Hola Esmeralda, sí, Javier Bátiz va a presentarse en Tijuana dentro de un mes (13 ó 14 de julio, no tengo la fecha confirmada) en el TJ Beer Fest (que es un evento donde también se acude en familia). Te comento que el mismísimo Javier da clases de blues a jóvenes guitarristas (los enseña a tocar como él), y es una persona muy accesible. Si tienes interés en que tu hijo conozca a Bátiz en persona te paso mi mail y tal vez cuando vengan a Tijuana te puedo orientar para que lo conozcan [[email protected]]. Me da gusto que hayas llegado a este texto y más gusto me da que te interese el rock&roll mexicano. Saludos!