Skip to main content

El 2 de septiembre de 2009, a dos días de haber dejado El Salvador para regresar a mis clases en México, me enteraba de la muerte de Christian Poveda. En ese momento no sabía de él más que tenía un documental sobre las maras que había quedado en mi listado de cosas para hacer, como la anotación mental para el futuro, dado que su documental recién estrenado en Europa ya era abundante en los puestos de piratería salvadoreños. Ese 2 de septiembre sólo a pocas horas de su muerte y sin datos exactos –que si eran dos balazos que si eran tres o cuatro, si eran en la cabeza, que si eran en el pecho- el gremio periodístico anunciaba la muerte de un colega mientras realizaba su trabajo, situación que no sucedía desde el conflicto armado hace veinte años.

El Salvador es un país violento. Diferentes organismos hablan de cifras distintas, pero que tienen algo en común: los asesinatos en El Salvador se cuentan con más de los dedos de ambas manos. Las cifras van de los 11 a los 14 homicidios diarios. Las “maras” ya no se pueden denominar como pandillas juveniles, dado que su estructura es supranacional y abarca todo el corredor desde Los Ángeles hasta Centroamérica. Estos grupos son un fenómeno que parecen ser el sustituto al platillo nacional, al acento, al “pulgarcito de América” y al anterior “el país de la sonrisa”. El Salvador hoy son las maras.

El Salvador es un país coptado que vive y no vive con las maras. Vive con el temor de enfrentarse a estos jóvenes, que no tienen opciones, que viven en territorios ya marcados, que estudian en barrios ya definidos, y que parecieran que no tiene más destino que ese. El salvadoreño que paga la extorsión para vivir o trabajar medianamente tranquilo. La salvadoreña que tiene que pensar cómo hacer para llegar a su casa sin pasar por el centro capitalino que tenía “toque de queda” hace un par de semanas, cuando a estos grupos se les ocurrió que nadie podría transitar después de la siete de lo noche pocos días antes de la muerte de Poveda. A un año, las cosas no han cambiado para mejorar: tenemos un grupo casi legitimado que expresa su opinión y organiza paros de transporte, y han dejado en el imaginario colectivo un miedo a partir de varias quemas de autobuses de transporte público. En fin, somos un país que no entiende lo que le pasa y sólo teme lo que le pasa.

Christian Poveda vivió con las maras. Retrató la vida de una “clica” del Barrio 18 en “La Campanera”, Soyapango, tanto con su trabajo fotográfico como con la producción del documental, el cual captura 16 meses de la vida cotidiana de esta célula. Su trabajo presenta a los mareros como nunca antes lo había hecho ningún trabajo, yendo del temor al entendimiento, o por lo menos a un acercamiento que me permitió desde la comodidad de una butaca entrar a un mundo que siempre he temido -y aún temo- y que por mi ignorancia y por mi pánico nunca me había preocupado por intentar entender. Observo a jóvenes mucho más jóvenes que yo, pero jóvenes, jóvenes que ingresaron antes de la adolescencia a las maras.

Es un documental silencioso. Un documental donde no hay narraciones. No son necesarias. No hay un solo hilo conductor, hay historias que se cruzan en una línea temporal de los meses en que se rodó el documental.

La hora y media del documental me deja entonces con desasosiego. Con un nudo en la garganta. Y cuando pienso que Christian Poveda fue asesinado por su trabajo, no puedo evitar sentirme pequeña y cobarde. Después de esto sólo me queda decirles “vean el trabajo” y escribir cosas como éstas, desde la lejanía de mi país. Algo que me quite la sensación de que intentar entender la realidad también puede ser peligroso.

El documental “La Vida Loca” de Christian Poveda fue estrenado el 1 de Octubre  en la Cineteca de la Ciudad de México.

Dirección y guión: Christian Poveda.

Países: España, Francia y México.

Año: 2008.

Duración: 91 min.

Género: Documental

Producción:Luis Ángel Bellaba, Gustavo Ángel y Emilio Maillé.

Música: Sebastian Rocca.

Fotografía: Christian Poveda.

Montaje: Mercedes Alted.

Diseño de producción: Andrea Bellaba.

Distribuidora: Festival Films.

Sitio web de la película: http://www.lafemme-endormie.com/vidaloca/es/vida_locaES.html

¿Quién mató a Christian Poveda?http://robertogasteiz.blogspot.com/2009/12/quien-mato-christian-poveda.html

Ana Escoto

1984. San Salvador. Estudios de posgrado en población en FLACSO y El Colegio de México. Se dedica también a la narrativa breve y a la poesía.

6 Comments

  • Rackve dice:

    Pues yo no he visto la película completa, solo vi 15 minutos y con eso, se me hace un trabajo bastante interesante, que el director haya muerto por la película se me hace una pena y algo muy grave, pero no estoy muy de acuerdo en hacerle promoción con ese asunto.
    El trabaja por si solo habla, y esto se refleja en todas las buenas criticas que ha recibido y eso es lo que importa.

  • Natalia RH dice:

    Ana,
    Ha sido un placer leer tu texto. Es un gusto enorme, también, que participes en la revista. Iré a ver el documental. Espero encontrarte pronto otra vez.
    Muchos saludos.

  • emmanuel dice:

    Yo fui al estreno en la cineteca!! me pareció un excelente trabajo, jamás alguien había expuesto el lado “amable” de estos grupos, los muestra como lo que son: personas! personas que tratan de sobrevivir en esa jungla, de la cual, ni las pandillas, ni el sistema e incluso la misma familia los dejan salir!!! aun sigo impactado por algunas imagenes y escenas, que parecen sacadas de pelilculas pero que es la realidad en la que viven estas personas, así es su “vida loca”.
    La muerte de Christian Poveda es lamentable, el hecho de que por su trabajo se haya llegado el extremo de asesinarlo es simplemente incomprensible!!!!
    Con su muerte no solo se fue una vida, sino un gran y talentosa persona, a la que se le extrañará y recordará por mucho tiempo!
    De verdad tienen que ver “La Vida Loca”, y veanlo como un pequeño homenaje para un gran hombre!!

  • Salvador Peña dice:

    Lo más curioso, es que el había ido sólo de ida y vuelta, para dar una conferencia de fotografía en lo que es Actualmente el Centro de las Artes, en mi rancho (San Luis Potosí) triste fue que al regresar fuera asesiando, excelente post.

  • alejandro dice:

    ya sé que este post está escrito hace tiempo, pero vi ayer el documental y no pude por menos que buscar más información sobre el propio documental. y salió tu pos me ha encantado tu narrativa pero los hechos son tristes que muriera por su trabajo el director

Deja un comentario