Hace no mucho tiempo (un año para ser exactos) se anunciaron con bombo y platillo, las reformas constitucionales en materia de telecomunicaciones. Aparentes cambios importantes, pero sobre todo, necesarios, considerando que en México teníamos dos anticuadas leyes diferentes, una para radio y televisión que fue creada en 1960, y otra de telecomunicaciones de 1995.
Algunas modificaciones que se plasmaron en junio de 2013, consideraron medidas de fomento a la competencia en televisión, radio, telefonía y servicios de datos. También, se incluyó la creación de un organismo público descentralizado con el nombre de IFETEL, en sustitución de la COFETEL. Entre otros puntos, se prohibió la publicidad engañosa, se reguló el derecho de réplica, y se asentaron los primeros pasos hacia la proliferación de medios públicos independientes.
Desde una perspectiva social, las reformas de aquel entonces, delinearon el fortalecimiento de algunos derechos fundamentales (de manera incipiente, por algo se empieza) como la libertad de expresión, el acceso a la información así como los derechos de los usuarios de los servicios de telecomunicaciones y radiodifusión. Se consideró incluso, a las telecomunicaciones como servicios públicos de interés general.
Ahora bien, la tan celebrada ley del año pasado, fue perdiendo fuerza y se encontró el 4 de abril de 2014 con la legislación secundaria enviada por el presidente Enrique Peña Nieto al Congreso, rompiendo, desde luego, con las expectativas positivas al respecto. Parafraseando a Luis Rubio, investigador de CIDAC, las reformas constitucionales (de diversa índole) pintaron un panorama de posibilidades, las secundarias, un mundo de restricciones bajo el control gubernamental. ¿Qué pasó?
Algunos mencionan que no debería sorprendernos la vuelta de tuerca presidencial, sin embargo, vale la pena repasar los puntos principales de la iniciativa que se aprobará o rechazará en los siguientes días:
a) Los medios comunitarios (vitales para la democracia) quedan marginados, relegando el financiamiento de su operación a los donativos, recursos del gobierno, o caridad, ya que se les impide contratar publicidad.
b) Desaparece la definición constitucional de que la radio y la televisión son servicios públicos de interés general. Considerando la gravedad de la acción, ya que no es lo mismo reglamentar una actividad económica preponderante que un servicio público.
c) Se hace evidente la necesidad de control gubernamental y censura, aplastando el libre flujo de información e ideas, protesta y contrapesos ideológicos. Se pretende limitar, restringir y censurar contenidos y aplicaciones en internet.
d) Queda fuera la prohibición de transmitir publicidad engañosa o propaganda presentada como información periodística o noticiosa.
e) En un inicio, el IFETEL contaba prácticamente con todas las facultades en materia de telecomunicaciones: desde el otorgamiento de las concesiones, regulación y uso, hasta ser la máxima autoridad en materia de competencia económica. Con la legislación secundaria, tendría un margen muy estrecho para actuar, ya que la Secretaría de Gobernación y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes tendrían plena injerencia en dichas facultades.
f) En cuanto a la competencia, enmarca un claro favoritismo hacia Televisa, y la conservación (casi intacta) a sus intereses monopólicos. (Sugiero leer Telecomunicaciones: el sector de las promesas incumplidas y La madre de todas las batallas)
La batalla en la arena legislativa apenas comienza, en junio se pretende tratar este tema en el Congreso, y nos pone a prueba como ciudadanos en defensa de nuestro derecho humano a la comunicación, ya que lo que está en juego –más allá de confrontaciones e intereses económicos-, es nuestra capacidad como sociedad para generar nuevas miradas sobre la realidad, incluir otras voces actualmente ausentes, pero sobre todo, a ser sujetos y no objetos de la comunicación. No dejemos exclusivamente en manos de los políticos, lo que en realidad, nos afecta a todos y cada uno de nosotros. Seguiremos atentos (con todo y mundial).
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Once acciones, focos rojos de la Ley de Telecomunicaciones http://1111mx.org
ME encantó el texto. muy sintético de lo que pasa en Mx. Hay que recordar que la AMEDI ha hecho una batalla muy completa frente a esta legislación que se queda a medias.