Durante octubre de 1973 un helicóptero Puma con militares a bordo recorrió Chile de sur a norte, para “acelerar” los procesos judiciales de varios prisioneros políticos que dejó el golpe militar del 11 de septiembre de ese año. El recorrido terminó con la ejecución de al menos 72 personas, es conocido como la Caravana de la Muerte y fue dirigida por el general Sergio Arellano Stark, quien murió el miércoles 9 de marzo sin haber cumplido condena alguna en una clínica privada.
“Arellano fue un genocida, un cobarde, un hombre muy mentiroso y muere en impunidad. Eso es grave para Chile. Son hechos que no ayudan a recuperar las confianzas que hoy están quebradas como sociedad”, dijo a la radio de la Universidad de Chile la abogada Carmen Hertz, quien fue pareja de una de las víctimas de la Caravana de la Muerte, el periodista Carlos Berger.
El general en retiro tuvo a 14 hombres bajo su mando durante el recorrido de la caravana y muchos de ellos se volvieron después miembros de la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina). En el año 2000 fue sometido a proceso por el juez Juan Guzmán Tapia y en el 2008 fue condenado a seis años de cárcel por su participación en el asesinato de 72 personas, pero se determinó que sufría de Alzheimer y no cumplió la sentencia.
El cineasta chileno Andrés Wood dirigió la serie Ecos del Desierto, estrenada en 2013, que aborda el paso de la Caravana de la Muerte por el norte de Chile. Y la periodista Patricia Verdugo escribió al respecto del caso el libro “Los zarpazos del Puma”.