Por Paqui Cano
Desde el descubrimiento de América han sido muchos los españoles que han emigrado a América movidos por la necesidad, problemas políticos o bien buscando una vida mejor. El flujo constante de españoles se intensificó durante los primeros años del s.XX y con la victoria de Franco millones de españoles tuvieron que exiliarse. Los principales países receptores en América fueron Argentina, México, Brasil y Cuba.
Hoy en día 1,245,415 españoles están censados como residentes en otros países y destaca especialmente la gran cantidad de españoles que todavía hoy viven en Latinoamérica, sobre todo en Argentina.[1]
Por eso, los lazos de unión de América con España han sido siempre continuos y muy cercanos, pero los flujos migratorios cambiaron a finales del s.XX y en la actualidad España ha pasado de emisor a receptor de migración y no es de extrañar que miles de latinoamericanos en busca de mejores condiciones laborales y de vida hayan elegido España como su lugar de residencia. En total existen 5,268,762 inmigrantes legales en España según los últimos datos de 2008, de los cuales 1,784,890 son de origen latino. Cabe destacar que la mayor parte provienen de Ecuador, seguido de Colombia.[2]
Población (españoles/extranjeros)(ambos sexos) | |||||
2004 | 2005 | 2006 | 2007 | 2008 | |
TOTAL | 43,197,684 | 44,108,530 | 44,708,964 | 45,200,737 | 46,157,822 |
Españoles | 40,163,358 | 40,377,920 | 40,564,798 | 40,681,183 | 40,889,060 |
Extranjeros | 3,034,326 | 3,730,610 | 4,144,166 | 4,519,554 | 5,268,762 |
% Extranjeros | 7.02 | 8.46 | 9.27 | 10.00 | 11.41 |
Fuente: Instituto Nacional de Estadística
Pero como consecuencia de la actual crisis, el paro en España ha subido de una manera brutal y los inmigrantes son el grupo más afectado y desfavorecido. Por un lado, han sido los primeros en perder empleos debido a que la mayoría ejercían empleos de los sectores más afectados por la crisis, es decir, el sector servicios y la construcción, por otro, el peso que le supone al Estado hacerse cargo de tantos millones de desempleados. Por esta razón, el gobierno de España presentó hace unos meses el plan de retorno voluntario que consiste en que trabajadores inmigrantes puedan retornar a su país de origen cobrando la prestación por desempleo de los años trabajados en España. Sólo los nacionales de 20 países se pueden acoger y entre estos países existen 11 hispanoamericanos: Chile, República Dominicana, Argentina, Colombia, Ecuador, México, Brasil, Paraguay, Uruguay, Perú y Venezuela. Las personas que se acojan a este plan no pueden volver a España para trabajar en tres años pero una vez transcurrido ese tiempo si desean volver podrán recuperar su condición anterior como residente.[3] Se trata, está claro, de una medida desesperada y no es para menos. La situación del empleo en España es crónica y este plan parece haber sido sacado de la manga para aliviar un poco los datos del INEM (Instituto Nacional de Empleo), pero la medida no ha tenido tanto éxito como se esperaba. Desde que se aprobó en noviembre del año pasado tan sólo poco más de 4.000 inmigrantes se han acogido a ella, según los últimos datos del Ministerio de Trabajo, y es que son muchos los que ya se han establecido en España y, a pesar de la crisis, creen que siguen teniendo más oportunidades si residen en Europa.
Fuente: www.planderetornovoluntario.es
Está claro la inmigración es uno de los fenómenos más relevantes de esta última década en España. No sólo ha contribuido al aumento de natalidad, teniendo una tasa que alcanza los 2,03 hijos de media en contraposición de 1,6 de las españolas, según datos del INE, también han colaborado en el plano económico y social. En este momento, muchas voces se alzan en contra de la llegada de más trabajadores extranjeros por miedo a que ocupen puestos de trabajo pero lo cierto es que, a pesar de la crisis, los beneficios que ha generado la inmigración son más relevantes que los problemas que se han derivado de ella.
Por todo esto no es justo que ahora cuando la economía va mal se intente apartar a un colectivo que tantos beneficios ha reportado al país, ya que se trata a los trabajadores inmigrantes como una fuerza de trabajo prescindible en el momento en el que ya no interesa. De esta manera, han aumentado los contratos basura en la economía sumergida. Son, por tanto, los que peores condiciones laborales tienen y menos derechos exigen.
Lo cierto es que, al igual que durante décadas miles de españoles necesitaron salir del país para mejorar sus condiciones de vida, ahora deberíamos ser uno de los pueblos más tolerantes con la inmigración. No se ha de olvidar que muchos españoles fueron acogidos también.
Fuente: http://comenius-sanjose.iespana.es/images/vineta.jpg
[1] Portal de la ciudadanía española en el exterior que depende del Ministerio de Trabajo e Inmigración (http://www.ciudadaniaexterior.mtin.es/)
[2] Fuente: INE (Instituto Nacional de Estadística)
[3] Fuente: www.planderetornovoluntario.es/