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Por: Fabiola Peña

Este 17 de octubre se presenta como una fecha histórica para la televisión en México con el inicio de transmisiones de Imagen Televisión, la tercera cadena nacional en nuestro país.

La licitación -histórica por tratarse de la primera en su tipo desde 1993- fue el resultado del Pacto por México, que lo contempló como un compromiso y que se materializó en la llamada Reforma en Telecomunicaciones, con la obligación de licitar por lo menos dos cadenas de televisión nacional abierta.

Esto en México no se había realizado en los últimos años. Lo más cercano que teníamos fue la privatización de Imevisión, que hoy conocemos como TV Azteca, y que operaba el 39% de los canales de televisión abierta. Sin embargo, entraron nuevas reglas del juego en esta ocasión; se puso a concurso únicamente el espectro sin ningún tipo de infraestructura. ¿Esto qué significa? Pues que adicional a la puja que se hizo en el proceso, el o los ganadores tendrían que entrarle a invertir en infraestructura y, como se comprenderá, para una cadena nacional el monto de inversión en fierros no es cualquier cosa.

Para los concursantes se trató de una apuesta por ganar “aire”. Parecía un boleto para la rifa del tigre, pues el ganador se enfrentaría en una competencia aguerrida con dos grandes monstruos como lo son Televisa y TV Azteca, con una situación económica del país no muy pujante. Sin embargo, en el camino, la industria opinó distinto y encontramos varios grupos interesados -hasta donde trascendió, fueron 7- de los cuales 5 se bajaron con el paso de los días (el último, Estudios Tepeyac a tan sólo 50 días de que se dieran a conocer los ganadores), dejando así a los dos finalistas: Grupo Imagen con una oferta de 1,808 millones de pesos y Grupo Radio Centro 3,058 millones de pesos.

El monto de las ofertas dejaba claro que había un solo ganador; la oferta de Grupo Radio Centro de casi el doble que su competidor lo colocaba en una clara desventaja, lo que evidentemente llevó a los Aguirre a desistir y a mejor pagar la elevada “garantía de seriedad”, a efecto de no hacerse de un problema mucho mayor que representaba llevar a cabo empezar un negocio con una carga tan pesada.

Finalmente, y habiéndose retirado Radio Centro, Grupo Imagen se hizo de la tercera cadena nacional. Bien decía el analista Gabriel Sosa Plata que “en el nombre de su canal los Vázquez Raña llevaban sus intenciones”, no hay que olvidar que la familia ya operaba el Cadenatres.

Pero ¿qué podemos esperar de esta nueva señal? En México las biografías definen historias, y cuando hablamos de Olegario Vázquez Raña referimos al “amigo de los presidentes”, como fue nombrado por el periodista Marco Lara Klahr en el capítulo dedicado a su historia en el libro “Los Amos de México” (Editorial Planeta, 2016), en donde señala que los Vázquez Aldir “…son el grupo prestador de servicios médicos más grande en América Latina, con 29 hospitales en operación, y uno de los hoteleros más grandes, con 41 hoteles, además de 52 bancos del sistema financiero mexicano con el Grupo Financiero Multiva”.

También son propietarios de varias plataformas informativas y de entretenimiento, como las radiodifusoras de FM Imagen 90.5 y Reporte 98.5, y el periódico Excélsior (que finalmente compraron en el 2006 tras varios intentos). Según señala Lara Klahr, citando a Justin Dupuy, investigadora de Fundar, Centro de Análisis e Investigación, “…el Excélsior no es de los diarios más vendidos en el país, -pero- sí es uno de los principales medios que recibe publicidad oficial, razón por la cual omiten abordar temas que afecten al gobierno…”.

Imagen Televisión aparece en un momento en el cual sus competidores se encuentran reconfigurándose, entendiendo y aprendiendo que el mercado que conocían ha sido transformado y que se quedaron en el camino. Hoy las audiencias prefieren el pago de un servicio adicional (como los llamados servicios OTTs) a cambio de mejores contenidos. La crítica por la baja calidad de su programación ha sido abierta y las audiencias empiezan a empoderarse conociendo de sus derechos. El mundo como lo conocían ha cambiado.

En el final de esta etapa, vemos a este nuevo actor temeroso en sus apuestas disruptivas. Desde la elección del conductor del noticiero estelar, Ciro Gómez Leyva, hasta la conformación de su elenco es reciclaje de su hoy competencia. Vamos, “vino nuevo en viejas odres”. Tendrá que aprovechar la ventaja, para que la curva de aprendizaje no le sea demasiado costosa, porque pisándole los talones vienen también las cadenas regionales, donde ya se han presentado por lo menos 15 empresas interesadas en participar.

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