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Amazonas en Llamas es un proyecto medioambiental interactivo pensado para redes sociales cuyo principal objetivo  es aprovechar los nuevos recursos tecnológicos para concientizar a jóvenes de todo el mundo sobre la problemática del cambio climático y las acciones que se pueden tomar al respecto. 


 

La 26º Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático transcurrió entre el 28 de octubre y el 12 de noviembre. El evento fue el escenario de negociaciones, tratados y acuerdos establecidos entre distintos países destinados a reducir las emisiones de dióxido de carbono y frenar el avance del calentamiento global. En paralelo, miles de jóvenes, líderes territoriales y ambientalistas se reunieron en Glasgow con el fin de articular nuevas estrategias para exigir políticas activas y urgentes por parte de los Estados.

Una de esas personas fue Eyal Weintraub, quien acudió al evento con el fin de difundir Amazonas en Llamas, un proyecto medioambiental interactivo pensado para redes sociales. 

-No te asustes, estoy en el año 2030. Volví porque tu vida está en peligro. No te desconectes. 

La frase, que parece sacada de alguna novela de Philip K. Dick, es el primer mensaje que recibe el usuario de Amazonas en Llamas cuando comienza a chatear vía WhatsApp, Messenger o Telegram con Jazmin Mendes, uno de los tres personajes que forman parte de la historia narrada en el proyecto. Luego, el usuario atraviesa distintos desafíos -que incluyen mirar videos o escuchar audios- mientras intercambia mensajes con un chatbot elaborado a partir de inteligencia artificial.

El principal objetivo del proyecto es aprovechar los nuevos recursos tecnológicos para concientizar a jóvenes de todo el mundo sobre la problemática del cambio climático y las acciones que se pueden tomar al respecto. 

Amazonas en Llamas surgió a partir de una beca de storytelling otorgada por National Geographic a la empresa argentina Talk2U. En el desarrollo del proyecto, intervinieron biólogos, antropólogos, juristas, geoingenieros y representantes de las comunidades originarias del Amazonas. Además, una red compuesta por miles de jóvenes talkers contribuyeron en la elaboración de la historia, la creación del guión y el testeo de la tecnología.

Sobre este punto, Eyal Weintraub explicó: “Para solucionar la crisis climática, se requiere de la acción de activistas, políticos, científicos y pueblos originarios. Trabajar con personas pertenecientes a distintas disciplinas permitió que haya una mayor pluralidad de voces y, de esa manera, interpelar a un público más amplio”.

Nicolás Ferrario, guionista y uno de los fundadores del proyecto, comentó que una de las ventajas de elaborar un proyecto para redes sociales es que gran parte de la población ya tiene alguna de ellas instalada en su celular. Además, agregó que al ser una herramienta privada, cada usuario puede crear su propia experiencia: “Es un espacio donde nadie siente vergüenza por no saber algo que muchos darían por obvio. También es interesante pensar en lo que le ocurre a aquella gente que no cree que exista el calentamiento global. Debe ser mucho más difícil posicionarse en contra en un aula o en un grupo de amigos donde el miedo a ser juzgado está muy presente”.

En los últimos años, la problemática ambiental estuvo cada vez más presente en la agenda pública. Aún así, en la mayoría de los países de América Latina no existen leyes específicas destinadas a concientizar sobre el tema. En mayo de 2021, se aprobó en Argentina la Ley de Educación Ambiental. Su principal objetivo es incorporar los nuevos paradigmas de sostenibilidad a los ámbitos de la educación formal y no formal.

Al respecto, Nicole Becker, referente de la organización argentina Jóvenes por el Clima, expresó: “La ley de educación ambiental es algo básico para entender el presente y transformar el futuro. Estamos viviendo la mayor crisis del siglo XXI, y si no estudiamos lo que está ocurriendo vamos a estar muy complicados”. Uno de los grandes problemas a la hora de abordar el tema en las aulas es que existe un vacío muy grande en materia de contenido pedagógico. En ese sentido, Amazonas en llamas es una forma nueva y entretenida de abordar el cambio climático. 

En un informe publicado a mediados de 2020, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reportó un notorio aumento de migrantes de distintas regiones del planeta debido a los efectos del cambio climático. Aún así, la figura de los refugiados ambientales todavía no está presente en el imaginario colectivo. Por eso, es llamativo que los personajes que intervienen en Amazonas en Llamas sean tres refugiados climáticos que tuvieron que migrar de Brasil al sur de Argentina luego de que el ecosistema quedase colapsado.

El cambio climático aún no es un sinónimo del fin de la especie humana, pero en los discursos de los activistas ambientales está cada vez más presente la certeza de que el cambio climático es una tragedia que se cocina a fuego lento -no tan lento- y las posibilidades de revertirlo son cada vez menores. Mientras tanto, líderes políticos como Boris Johnson o Jair Bolsonaro continúan negando la existencia del calentamiento global.

En un contexto donde la evidencia científica parece no ser suficiente para que la población comprenda la magnitud del problema, las experiencias interactivas aparecen como una herramienta muy poderosa en materia de concientización ambiental. Bajo la perspectiva de los movimientos ambientalistas, la Cop 26 es el escenario perfecto para movilizarse y reclamar a los gobiernos que tomen medidas reales ante la crisis ambiental. A la vez, también fue una ocasión para dar a conocer proyectos capaces de generar un impacto positivo, como es el caso de Amazonas en Llamas. 

*Esta historia fue producida con el soporte de Climate Tracker

Diseño de portada: Rocío Rojas
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Es periodista y fotógrafa freelance. Comenzó a trabajar a los 16 en una editorial. Su trabajo consistía en entregar libros y recorrer librerías. Ya no trabaja en “Del Dock”, pero mantiene la costumbre de estar todo el día en la calle con algún libro en la mochila. Colabora de manera frecuente con El cohete a la Luna, El grito del Sur y Sudestada donde escribe sobre economía popular, género, migración, derechos humanos y ambiente. También realizó algunas coberturas fotográficas para Infobae. Es egresada de la carrera de periodismo general (TEA), aunque la mayoría de las cosas importantes las aprendió durante las tomas de colegio. Actualmente, cursa la licenciatura de antropología social (UNSAM) y la maestría de periodismo documental (UNTREF).

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