En 2020, el fotoperiodista peruano Iván Orbegoso ganó el Gran Premio Nacional de Periodismo por su cobertura del paro agrario nacional. Antes, cuando se viralizaron las imágenes de violencia por parte de la Policía Nacional del Perú (PNP) que captó allí, recibió también mensajes de odio en sus redes sociales. A pesar de todo, Iván se siente agradecido de que su trabajo haya sido premiado.
Cuando la fotografía llegó a su vida, Iván Orbegoso (31) decidió que la mejor manera de practicar era en la calle, ese escenario donde la gran mayoría de fotógrafos nos iniciamos. Empezó a salir con su cámara desde las seis de la mañana y no regresaba hasta que se ocultase el sol. “Me conozco cada rincón de Trujillo”, dice mientras conversamos por una llamada de WhatsApp, él desde la ciudad capital de La Libertad, una región ubicada en la costa norte peruana, y yo desde la selva sur.
A la par de estas maratónicas salidas, Iván compraba los periódicos locales para ver las fotos y a sus respectivos autores. Así conoció el trabajo de Fidel Carrillo, reconocido fotógrafo peruano con una mirada particular en la fotografía de calle. Desde el momento en que lo contactó por Facebook Carrillo se convirtió en una especie de mentor para Iván, quien le agradece todo lo que sabe hasta el día de hoy.
Pero de la fotografía de calle es muy difícil vivir, y eso lo sabemos quienes hemos hecho de esto una manera de generar ingresos. Por eso en 2016 Iván entró al diario local más conocido de Trujillo, La Industria, donde se desempeña como fotoperiodista hasta el momento. Aquí cubre desde política hasta deportes.
Todo iba con normalidad hasta que en diciembre del año pasado (2020) una comisión cambió la vida del joven fotógrafo. El 30 de diciembre Iván llegó al sector San José de Virú para cubrir el paro agrario nacional. En medio de las piedras que iban y venían de ambos bandos, vio el uso ilegal de armas de fuego por parte de la Policía Nacional del Perú (PNP). Sin pensarlo se acercó donde estaban los policías y fotografió a un suboficial disparando directo a los manifestantes. El momento fue tan exacto que incluso se ve como uno de los casquillos cae tras apretar el gatillo.
Suboficial de la Policía Nacional del Perú (PNP) disparando durante el paro agrario nacional de 2020. Foto ganadora del Gran Premio Nacional de Periodismo 2020 y del primer lugar en la categoría de mejor trabajo fotoperiodístico otorgado por el Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS). Foto: Iván Orbegoso / La Industria
“Sabía que era una buena foto”, me dice. Esta se publicó en el diario donde labora, pero no fue hasta que la Agencia EFE la difundió que le trajo problemas y, a la vez, un importante premio.
Días después de que se viralizara la imagen, le llegaron dos mensajes a su Facebook: uno diciéndole que lo que había hecho suponía una traición a la PNP, seguido del adjetivo “miserable”; y otro, con un tono más amenazante, diciéndole “soplón”, que en jerga peruana significa delator, y “ya te cagaste” (estás acabado). Preocupado por él y su familia, tuvo que pedir garantías para su vida, convirtiéndose en uno de los casos excepcionales de la prensa peruana.
Esta foto también le mereció el Gran Premio Nacional de Periodismo 2020 y primer lugar en la categoría de mejor trabajo fotoperiodístico, otorgado por el Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS). A pesar de todo, Iván se siente agradecido de que su trabajo haya sido premiado.
Entre esta ambigüedad de sentimientos, me responde algunas preguntas.
¿Cuál fue el primer trabajo fotográfico por el cual te pagaron?
Fue hace siete años aproximadamente, cuando empecé a trabajar en una revista llamada Vea. Era una foto que tenía que hacer a una autoridad de la Municipalidad Provincial de Trujillo.
¿Cuál es el mejor recuerdo o anécdota que tienes como fotógrafo?
El mejor recuerdo fue cuando vi publicadas por primera vez mis fotos callejeras. Fue en las primeras semanas luego de haber ingresado a trabajar en el diario La Industria, de Trujillo. Ver esas fotos impresas en un papel era muy importante para mí, porque no imaginé que esas salidas por las calles de Trujillo estarían ahora dando su fruto. Recuerdo que el editor encargado de esa publicación, que se llamaba “La contra”, se acercó a mí y me felicitó por las fotos. Ese es el mejor recuerdo que tengo y es una de las mejores publicaciones que realicé.
¿Qué piensas de la frase “cualquiera puede ser fotógrafo”?
Sí he escuchado esta frase y pienso que es un error pensar así. Cualquiera no puede ser fotógrafo, así como cualquiera no puede ser escritor. En ambos casos hay que prepararse, hay que aprender las técnicas de la narración y las técnicas fotográficas. Tener una cámara no nos hace un fotógrafo, así como tener un lápiz no nos hace un escritor.
La labor del fotoperiodista está siempre en riesgo, ¿cómo lidias con esa constante sensación de saber que pones en peligro tu vida?
No es un secreto que muchas veces la labor que realizan los reporteros gráficos es muy riesgosa. Creo que a nosotros, que realizamos fotos, nos gusta estar donde las papas queman. Creo que somos conscientes del peligro y aún así nos gusta estar allí. A mí me pasa muy a menudo esto, pero siempre tomo mis precauciones.
Por ejemplo, ahora en pandemia, donde quizás se ve más esto, he ido a acompañar a los “recolectores de cadáveres”. Si no tenía el Equipo de Protección Personal (EPP) adecuado yo no iba. El peligro siempre va estar, lo importante es saber cómo estar allí sin salir perjudicado.
Perú es un país bastante centralista donde muchas veces las denuncias que vienen de fuera de Lima son menos atendidas. ¿Sientes que tu labor como fotoperiodista está doblemente expuesta por trabajar en un diario regional?
Obviamente que sí. Hay un centralismo salvaje desde tiempos de nuestra República. Muchas veces lo que pasa en regiones ni siquiera hace eco en la capital. El descentralismo promulgado por muchos políticos jamás funcionó en el Perú. Muestra de ello es el paro agrario en La Libertad del año pasado.
Este conflicto social había iniciado el 30 de noviembre en la región de Ica, luego se sumó La Libertad. El 3 de diciembre, durante las manifestaciones, murió Jorge Muñoz, un joven de 19 años que se encontraba protestando y fue asesinado por parte de un efectivo de la PNP debido a un impacto de bala, y las altas autoridades de la capital no decían nada.
Hasta ahora sigue impune esta muerte. Tuvo que llegar una foto para que recién voltearan la mirada y vieran lo que estaba pasando acá. Tuvieron que morir tres personas para que empezaran a atender los problemas agrarios. Suerte tenemos de que haya habido una foto para que al menos las víctimas que están luchando contra un sistema injusto puedan encontrar justicia de alguna manera. Pareciera que lejos de Lima reina la impunidad, que solo Lima es el Perú.
Recibiste el reconocimiento del IPYS por la fotografía pero por otro lado has tenido que pedir garantías. ¿Te sientes contrariado con lo que te viene ocurriendo como fotógrafo?
Sí, gané el premio IPYS en dos categorías: fotografía periodística y Gran Premio Nacional. Por otro lado, luego de que fue publicada la fotografía del policía disparando su arma contra manifestantes en el paro agrario en La Libertad del año pasado, recibí amenazas en mi cuenta personal de Facebook. Esto me llevó a pedir garantías en la prefectura de La Libertad.
Sin embargo, esta se me fue negada, a pesar de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos dice que en situaciones como la mía el Estado, en este caso la Prefectura, debe brindar la protección adecuada al periodista. Tuvieron que salir algunos comunicados denunciando esto en medios locales y en asociaciones donde soy miembro. Más aún, tuvo que llamar el propio Ministro del Interior para que me dieran las garantías.
O sea, por un lado estoy muy contento por el premio y el reconocimiento, pero también con un miedo constante tan solo por hacer mi trabajo.
¿Te sientes respaldado por tu medio?
Sí. Desde un inicio el diario La Industria, donde trabajo actualmente, me brindó apoyo legal de inmediato.
¿Qué sueles hacer cuando no tienes una cámara en las manos?
Mayormente esto sucede muy poco, ya que soy fotógrafo y vivo de la fotografía, pero en mis ratos libres suelo leer, ver películas o revisar fotos de otros fotógrafos que admiro.
¿El lugar más increíble a donde has ido a fotografiar?
Mi lugar favorito para hacer fotos es sin duda la calle en general. La calle es como un teatro urbano y está abierto las 24 horas del día. Además, la calle es el mejor estudio fotográfico del mundo.
¿Sobre qué otros temas te gusta conversar? Aparte de la fotografía.
Me gusta hablar de literatura. Pienso que esto es porque antes, en mis tiempos de universidad, había empezado a escribir unos cuentos. Son una decena de cuentos que se han quedado muertos en el disco duro. Seguramente algún día volveré a esos escritos y sería lindo verlos publicados. Ojalá.
Eres de la costa norte. ¿Te gusta ir a fotografiar la playa o lo sientes muy cliché?
A mí me encanta la fotografía de calle y este género se hace en la calle, así que a la playa he ido varias veces a fotografiar. Incluso, creo que tengo bonitas fotos que realicé allí.
Para ti, ¿el mejor plato norteño?
Jamón con yuca. Me gusta este plato, especialmente cuando viajo a mi pueblo. Allí lo preparan muy rico.
Ilustración de portada: Alma Ríos