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Ilustración: Alma Ríos

Norges Rodríguez, ingeniero en telecomunicaciones y coordinador de YucaByte, conversó sobre el acceso al servicio de internet por datos móviles en Cuba.


Veinticinco días antes de que terminara 2018, a los cubanos se les cumplió una promesa: el acceso al servicio de internet por datos móviles. Un año atrás, en 2017, la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) se comprometió a que sus más de 5 millones de usuarios de telefonía móvil en la isla tuvieran la posibilidad de dejar atrás los puntos Wi-Fi, ubicados en parques principalmente, en los que podían acceder a Internet por un dólar la hora. Así, el 6 de diciembre de 2018 se convirtió en el día en que se “rompió” la rutina de los desconectados.

No hay que olvidar que el acceso y uso de Internet en Cuba ha implicado una serie de pasos, algunos complejos: del uso limitado a centros de investigación, universidades, empresas estatales y oficinas del gobierno donde algunos trabajadores o estudiantes estaban autorizados a utilizar ese servicio bajo estrictas reglas en cuanto a lo que podían revisar; a las salas de navegación, equipadas con computadoras personales y conexión de banda ancha, y a los puntos Wi-Fi en espacios públicos.

Para conocer lo que significó la implementación de este servicio para los periodistas de medios digitales en Cuba, pero también para los cubanos de a pie, conversamos con Norges Rodríguez (Santiago de Cuba, 1987), graduado en Ingeniería en Telecomunicaciones y Electrónica y coordinador de YucaByte, un proyecto comunicativo enfocado en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y su impacto en la sociedad cubana.

Esto es lo que nos contó.

¿Qué trabajos destacarías de YucaByte en cuanto a cómo le contó (y ha contado) a los cubanos esta etapa?

Luego de que inició el servicio [de datos móviles] publicamos un texto sobre el tema en el que analizamos el camino recorrido hasta llegar a este punto. Comparamos las tarifas con los precios que tienen servicios similares en otros países del área e hicimos un análisis de la relación entre esos precios y los salarios mínimos en cada país. También analizamos las tarifas actuales de otros servicios de ETECSA, que con la llegada de los datos móviles deberían cambiar.

Nosotros teníamos planificado abordar este tema pero no de manera inmediata. Los trabajos que estamos haciendo ahora en YucaByte, por su profundidad, requieren de tiempo para analizar, obtener datos, etcétera. Debido a la importancia de esta temática pausamos otros temas en los que estábamos trabajando y nos pusimos a trabajar en ese texto.

Entonces, ¿cuál es, en el contexto actual, la apuesta de YucaByte?

Con este despliegue de acceso a Internet, creo que una de las cosas que debe suceder es que aumentará la cantidad de potenciales lectores, también el interés por las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), y el impacto que éstas tienen en la sociedad.

Ahora seguiremos trabajando enfocados en analizar las interacciones de los ciudadanos con este nuevo servicio y en las transformaciones que a nivel social, económico y político pueda tener la expansión del mismo. Ese escenario es el ideal para que un proyecto como el nuestro crezca y nuestra apuesta es, precisamente, crecer, convertirnos en referencia en cuanto a las TIC en Cuba y contribuir al debate nacional sobre estos temas.

¿Crees que representa una apertura real para los cubanos? ¿Quiénes están en la posibilidad real de adquirir este tipo de servicio?

Indudablemente es una apertura importante, pero el servicio aún no está al alcance de la mayoría de los cubanos. Los precios de los teléfonos inteligentes y los del servicio de internet móvil se convierten en una barrera insalvable para la mayoría de la población que apenas puede comprar los alimentos para terminar el mes. El paquete de datos más pequeño cuesta aproximadamente 7 USD y el salario mínimo en Cuba ronda los 9 USD. Los únicos que pueden adquirir este servicio son los cubanos que reciben remesas familiares, trabajan el sector turístico, en el sector privado o reciben otros ingresos además del salario del sector estatal. Esos cubanos con minoría. En Cuba hay ahora mismo 5.3 millones de líneas de teléfonos móviles y el primer mes solo 840 mil contrataron el servicio de internet. Para un país que tiene 11 millones de habitantes, esos números aún no son representativos de una acceso masivo. A pesar de los avances de los últimos años, Cuba se mantiene en los últimos lugares del hemisferio en cuanto a indicadores de conectividad y penetración de la telefonía móvil.

¿Qué es lo que más te ha sorprendido de este cambio?

A pesar de estar elevados, los precios me sorprendieron. No hay una relación razonable entre el salario mínimo y esos precios, pero ETECSA nos tiene acostumbrados a precios más disparatados que estos.

¿Crees que se ha visto reflejada alguna diferencia importante en la adquisición de los diferentes tipos de paquetes y el número de usuarios; es decir, son más quienes van contratando estos servicios, los parques ya no están tan llenos?

Según cifras oficiales de los 5.3 millones de líneas de telefonía móviles y menos de un millón activaron ese servicio durante los primeros 40 días. La mayoría contrató paquetes de 1GB (que cuestan aproximadamente 10USD). En la zona en la que vivo, en La Habana, he visto que cada vez menos personas van a los parques, también vi lo mismo en un pueblo que visité a final de año y que está ubicado en una zona rural a 900 kilómetros de la capital. Este comportamiento tiene que ver con el hecho de que quienes se conectaban en los parques, por lo general, tienen un teléfono inteligente y dinero para pagar la conexión vía redes inalámbricas (que cuesta 1 USD por 1 hora de conexión). Esas personas ahora pueden usar el servicio desde la comodidad de sus hogares y en cualquier lugar donde hay cobertura 3G. La experiencia es totalmente diferente y los precios se parecen bastante.

¿Qué estabas haciendo, dónde estabas cuando usaste por vez primera algún tipo de paquete de datos móviles? ¿Cómo viviste esa conexión?

Cuando el servicio comenzó yo estaba fuera del país, regresé a Cuba una semana después y en el mismo aeropuerto lo instalé. La conexión no era muy rápida en comparación con la que había dejado en el país en el que estaba, pero la experiencia de estar conectado dentro de un taxi del aeropuerto y la casa fue extraordinaria. Nunca había experimentado eso en mi país.

¿Has usado alguna aplicación de ligue con este nuevo servicio, o has sabido de algún conocido que haya usado alguna?  

Las aplicaciones de ligues no son muy populares en Cuba, pero conozco a algunos que antes de llegar este servicio ya la usaban desde los parques con redes Wi-Fi; sin embargo los cubanos continúan prefiriendo, para ligar, los espacios físicos en lugar de los virtuales. Quizás eso empiece a cambiar en los próximos meses, en la misma medida en la que bajen los precios de los paquetes y en que muchos vayan descubriendo estas aplicaciones.

¿Cuánto tiempo pasas conectado con este nuevo servicio?

Yo apago el servicio solo cuando voy a dormir, pero no enciendo los datos para todas las aplicaciones, solo uso constantemente Twitter, Safari, Telegram, WhatsApp y Gmail. Lo que más hago es leer en el navegador, usar el Twitter y comunicarme por WhatsApp. He dejado de usar el Facebook, que es la red social más popular entre los cubanos, debido a que consume muchos datos.

¿Sabes qué uso le dan a este servicio las personas mayores de 40 años?

La mayoría de los cubanos usan redes sociales; Facebook es la más popular, pero también consume muchos datos. Las aplicaciones que más se utilizan son WhatsApp, Messenger, IMO (que tiene problemas desde hace unos días) y Telegram. La mayoría de los mayores de 40 usan esas aplicaciones de mensajería, sobre todo para comunicarse con sus familiares que viven fuera del país. A muchos les configuran el teléfono de manera que no se activen el resto de las aplicaciones y así aprovechar mejor los datos para realizar llamadas internacionales que por la vía convencional tienen precios onerosos.

¿Con este servicio de datos móviles te has sentido con la libertad de compartir lo que sea?

Realmente nunca me he limitado mucho para expresarme, por lo que no soy el mejor ejemplo para medir el impacto de este servicio en cuanto a la reducción (o no) de la autocensura; sin embargo sí he notado a muchas personas que nunca han estado vinculadas con el activismo o con el mundo del periodismo, haciendo cuestionamientos a los funcionarios públicos en las redes sociales y denunciando irregularidades.

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Periodista mexicana. Codirectora de Factual / Distintas Latitudes. Se desarrolló como investigadora en el periódico mexicano El Universal. Su crónica "El hombre que sueña con una 'Tierra de sordos'" obtuvo el primer lugar en el Premio Rostros de la Discriminación 2016 en la categoría de texto.

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