La Cámara de Diputados de Argentina aprobó el pasado viernes 11 de diciembre de 2020 un proyecto para legalizar el aborto gratuito y voluntario. ¿Cómo sigue el proceso? ¿Qué falta para que el aborto legal sea ley en Argentina? ¿Y si no se consiguen los votos?
Texto: Lucía Castro y Mandy Barrios
Fotografías: Julieta Bugacoff
El proyecto de interrupción voluntaria del embarazo, que fue enviado en noviembre al Congreso argentino por el Poder Ejecutivo, ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados. El 11 de diciembre los Diputados votaron a favor del mismo y ya fue enviado a la Cámara Alta para su aprobación o rechazo.
El Senado votará el 29 de diciembre y a partir de ahí… ¿qué? Si se aprueba: ¿cuándo comenzaría a aplicarse esta ley? ¿Qué ocurre si no se consigue?
Tras la votación del pasado 11 de diciembre, Argentina quedó más cerca de adoptar una legislación que no nació ahora. El movimiento a favor del aborto tuvo su origen en la Campaña por el Aborto Seguro, Legal y Gratuito. Una organización que se creó en marzo de 1988 en Argentina bajo el nombre de la Comisión por el Derecho al Aborto. Aquí podés leer más sobre cómo se llegó a esta lucha.
En 2020 el proyecto recibió 131 votos a favor, 117 votos en contra y seis abstenciones, después de un debate que estuvo acompañado de una marea verde en las calles y se extendió por 20 horas. Esta vez fue una diferencia más amplia que dos años atrás, cuando también se aprobó en Diputados por 129 votos a favor, 125 en contra y una abstención.
Hubo vigilias en todo el país, en las plazas, en las casas y en las redes sociales. También se manifestaron personas con pañuelos celestes, que están en contra de la legalización del aborto. La fecha elegida para el debate en la cámara baja no fue en vano: el 10 de diciembre también se conmemoró el Día internacional de los Derechos Humanos y se cumplió un año del presidente Alberto Fernández en el poder, el único mandatario argentino en ejercicio que ha apoyado e impulsado la legalización del aborto.
“La criminalización del aborto de nada ha servido, solo ha permitido que los abortos ocurran clandestinamente en cifras preocupantes. El debate no es decirle sí o no al aborto. Los abortos ocurren en forma clandestina y ponen en riesgo la vida y la salud de las mujeres que a ellos se someten. Por lo tanto, el dilema que debemos superar es si los abortos se practican en la clandestinidad o en el sistema de salud argentino”, manifestó Fernández en conferencia de prensa cuando anunció su apoyo a la ley.
A diferencia de hace dos años, el gobierno actual promueve esta legislación, de hecho, fue el propio Fernández quien remitió el proyecto, pero en el país natal del papa Francisco, las presiones de las fuerzas conservadoras y la Iglesia Católica siguen siendo fuertes y se espera una votación ajustada.
En 2018 la discusión también generó una ola manifestaciones tanto a favor como en contra de la aprobación, en medios de las cuales, muchas mujeres argentinas adoptaron el pañuelo verde, color asociado con la salud, como símbolo de la lucha para legalizar este derecho.
¿Cómo funciona el Congreso en Argentina?
El Congreso de la Nación es el órgano que ejerce el poder legislativo y federal. En el país, rige un sistema político bicameral. Mientras la Cámara Baja está compuesta por diputados de acuerdo al censo nacional, la Cámara Alta tiene un número fijo de tres senadores por provincia.
La Cámara de Senadores está conformada por 72 butacas y es presidida por la Vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. La Cámara de Diputados está integrada por 257 butacas y actualmente es presidida por Sergio Massa, de la coalición política oficialista Frente de Todos.
¿Qué pasa si recibe el visto bueno del Senado?
Si el texto es aprobado por el Senado, el aborto pasará a ser legal en Argentina, hasta la semana 14 de gestación. De esta manera, se evitarían entre 460 mil y 600 mil abortos clandestinos que se practican cada año, según el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
Las personas gestantes tendrán derecho a un aborto legal, seguro y gratuito hasta la semana 14 de gestación (inclusive) y no necesitarán presentar causales para practicarlo. En el nuevo escenario, las menores de 13 años también obtendrán este derecho, siempre y cuando cuenten con el consentimiento de al menos uno de sus progenitores. Y quienes tengan entre 13 y 16 años, pueden solicitar un aborto de forma autónoma (al considerarse que ya poseen madurez suficiente). La única salvedad es si el procedimiento implica un riesgo para su salud: en este caso se requerirá el consentimiento de su padre o tutor.
De aprobarse el proyecto de ley, toda mujer o persona gestante tendrá derecho a acceder a la realización de la práctica del aborto en los servicios del sistema de salud, en un plazo máximo de 5 días corridos desde su requerimiento y tendrá derecho a que la interrupción voluntaria del embarazo sea realizada o supervisada por un/a profesional o personal de salud.
Además, si la interrupción voluntaria del embarazo se llevará a cabo en un establecimiento de salud, sus autoridades deben garantizar la realización de la práctica sin requerir autorización judicial previa
El proyecto también incluye la objeción de conciencia para los profesionales. Es decir que, de aprobarse la ley, si el o la profesional de salud que deba intervenir de manera directa en la interrupción del embarazo se niega a hacerlo puede ejercer este derecho para no realizar la práctica. Aunque deberá derivar de buena fe a la paciente para que sea atendida por otro u otra profesional en forma temporánea y oportuna, sin dilaciones y adoptar todas las medidas necesarias para garantizar el acceso a la práctica.
Si el Senado refrenda finalmente esta ley, Argentina se sumaría a los pocos países latinoamericanos en los que el aborto es actualmente legal: Uruguay, Cuba, Guyana, Guyana Francesa, Puerto Rico y dos ciudades de México: Oaxaca y Ciudad de México.
Una vez lograda la aprobación en ambas cámaras el proyecto queda sancionado y es enviado al Poder Ejecutivo, usándose la fórmula establecida por el artículo 84 de la Constitución Nacional: “El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina, reunidos en Congreso, …decretan o sancionan con fuerza de ley”.
El proceso legislativo está reglado por la Constitución Nacional en el Título I de su parte orgánica, Sección I, Capítulo V, denominado “De la formación y sanción de las leyes” . Las normas argentinas entran en vigencia luego de su publicación en el Boletín Oficial. Tienen que pasar 8 días desde su difusión para que sea obligatorio su cumplimiento.
¿Qué desafíos plantearía la nueva ley?
Stephanie Demirdjian, editora de Feminismos en el medio uruguayo La Diaria, cuenta la experiencia del país vecino, sus aprendizajes y destaca los cambios legislativos, políticos o sanitarios se deberían mirar con especial interés en el futuro.
A ocho años de la aprobación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo (IVE) en Uruguay, la evaluación del impacto que tuvo es más que positivo, sostiene. “Desde que se aprobó la ley, hubo sólo una muerte durante un aborto en el marco legal. Por otro lado, el número de procedimientos aumentó a partir de 2012 -porque se empezaron a registrar-, luego se estabilizó y empezó a descender a partir de 2019, lo cual es una buena noticia. Previo a la ley se estimaba un promedio de 33.000 abortos clandestinos por año y actualmente se realizan alrededor de 9.000 en las condiciones que establece la ley”.
La periodista subraya que hay algunos desafíos que Argentina podría tener en cuenta para analizar, advertir y no replicar. Uno de ellos es la objeción de conciencia, especialmente en el interior del país.
“El número de profesionales de la salud que se han declarado objetores de conciencia es más alto de lo que podría parecer: un estudio realizado por la organización Mujer y Salud en Uruguay mostraba en 2017 que representaban 52,9 % en centros públicos Montevideo y llegaba a 100 % en los de la localidad de Castillos, en Rocha”, cuenta Demirdjian y agrega que la consecuencia es que las mujeres tienen que buscar atención en otro centro, barrio o incluso ciudad, algo que termina siendo una carrera a contrarreloj para poder acceder a un aborto dentro de los plazos que determina la ley.
En Uruguay, además de las objeciones de conciencia individuales, también hay instituciones de salud que han declarado la “objeción de ideario”. La ley exige en estas situaciones que la institución acuerde con el Ministerio de Salud Pública la forma en que sus usuarias accederán a la IVE.
Por otra parte, la periodista señala que hacen falta campañas de información y el estigma que sigue pesando sobre las personas que deciden interrumpir el embarazo en todo el país. “El aborto sigue siendo mal visto. Los cambios culturales son lentos y no se decreta por ley, se construyen, y en ese sentido caminan los feminismos”, añade.
Si se aprueba la ley, Demirdjian manifiesta que será necesario prestar atención a posibles intentos que podrían surgir para anularla, algo que ocurrió en su país en 2013, cuando se impulsó una consulta popular para habilitar un referéndum que derogara la ley, que finalmente no prosperó. Pero la idea de ir para atrás en este derecho ha aparecido incluso en la actualidad. El mes pasado, el senador Guido Manini Ríos, líder del partido Cabildo Abierto –que integra la coalición de gobierno- adelantó que quería volver a debatir la ley de aborto.
A la vez, la editora de Feminismos considera que es importante fortalecer la implementación de la ley de educación sexual integral y otras que garantizan derechos de salud sexual y reproductiva, así como promover el acceso universal a los métodos anticonceptivos.
Ahora bien ¿qué pasa si el proyecto no recibe el visto bueno del Senado?
En caso de que el 29 de diciembre, al igual que en 2018, los senadores voten en contra del proyecto de ley de aborto legal, seguro y gratuito la iniciativa se cae definitivamente hasta el próximo período parlamentario. Según detalle el sitio web de Diputados, los períodos legislativos corren entre el 1º de marzo —fecha de iniciación de las sesiones ordinarias del Congreso, que concluyen el 30 de noviembre— y el 28 de febrero (o 29, si el año es bisiesto) del año siguiente.
Pero existe un dato importante: en 2021 en Argentina habrá elecciones legislativas, lo que significa que se renovarán las bancas de 127 diputados y de 24 senadores. ¿Podría esto perjudicar al proyecto? Candelaria Botto, eonomista y coordinadora de Economía Feminista, explica que “en los años electorales se suelen tratar menos leyes que los años no electorales, justamente por la campaña”, lo que podría ponerle ciertas trabas a su sanción. Sin embargo, aún es pronto para asegurar que el proyecto no se trataría el año próximo.
Además, Botto agrega: “A su vez habrán cambios de bancas y [en Economia Feminista] vemos que se pierden más bancas verdes de las que se pierden celestes. Claro que todavía no sabemos quiénes serán los que ocupen esas bancas, eso dependerá de las elecciones, pero el escenario actual, con los representantes actuales, sería el más favorecedor”.
Mientras tanto, si el proyecto no resulta aprobado, Argentina seguirá respondiendo a lo que establece el inciso 1 y 2 del artículo 86 de su Código Penal. El aborto solo se permitirá si el embarazo pone en peligro la vida de la persona gestante, o si se produjo como consecuencia de una violación y si la mujer embarazada es “idiota o demente”. Si vuelve a debatirse, será el noveno intento desde 2007.
En caso de no cumplir con los requisitos que se piden en el Código Penal actual, las mujeres y personas gestantes deberán seguir recurriendo a la interrupción voluntaria del embarazo de forma clandestina.
En la teoría, si los Senadores votan nuevamente “no” sería como si no se hubiera avanzado, pero en la práctica, millones de personas se han trasladado a las calles a manifestarse, más allá de la discusión política.
El aborto es un reclamo de larga data por parte de los colectivos feministas. “La ley estaría cambiando un paradigma de criminalización de estigmatización, por uno que viene atraer un enfoque sanitario, de salud, en el que lo que prima es la vida y empezar a tener mayor soberanía y autonomía sobre nuestras decisiones, sobre nuestros proyectos de vida, sobre nuestro futuro, creo que es enorme el cambio que va a plantear esta ley”, afirmó María Florencia Alcaráz, directora y editora de LATFEM.
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Este contenido fue parte de un reto periodístico asignado a la 5ta generación de la #RedLATAM de Jóvenes Periodistas. Aquí puedes leer toda la cobertura relativa al #AbortoLegal2020.