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En Distintas Latitudes revisamos qué esperan personas de tres de nuestras comunidades [migrantes, ambientalistas y emprendedores] ante la llegada de Alberto Fernández al gobierno de Argentina. Aquí lo que nos compartieron.

 


 

Texto: Bruno Grappa, Flavia Fiorio, Florencia Luján (Argentina)

Alberto Fernández será presidente de Argentina a partir del 10 de diciembre de 2019. Esto luego de su victoria al frente de la fórmula Frente de Todos. Así lo decidió el 48,10 % de la población de este país el 27 de octubre de 2019. 

Tras este resultado, en Distintas Latitudes nos preguntamos qué causa esperanza y qué preocupación ante la llegada de Fernández al gobierno. Para abordar estas preguntas, pusimos foco a tres comunidades: migrantes, ambientalistas y emprendedores. 

Migrantes

En Argentina rige desde el año 2003 la Ley de Migraciones 25.871 que busca asegurar las plenas garantías constitucionales a toda persona extranjera que pise el territorio nacional. Sin embargo, la publicación y puesta en marcha del Decreto 70/2017 impulsado por el presidente Mauricio Macri en febrero de 2017 encendió las alarmas, pues “a) Viola el debido proceso y el acceso a la justicia de las personas migrantes al crear un procedimiento de expulsión sumarísimo para determinadas categorías de migrantes; b) Viola el carácter excepcional de la detención por razones migratorias al ampliar los supuestos para el dictado de detenciones preventivas y al ampliar los plazos y condiciones para la detención; c) Criminaliza a las personas migrantes al vincular migración y delito”, según una carta enviada a la CIDH por distintas organizaciones defensoras de los derechos de las personas migrantes a inicios de este 2019.

“El DNU fue aplicado durante el gobierno de Macri pese a que tiene una inconstitucionalidad en la Cámara Contencioso – Administrativa Federal – Sala V pero obviamente hicieron caso omiso. El Decreto permitió la expulsión de migrantes con separación de familias desoyendo el derecho del niño, niña y adolescente a vivir con sus padres”, explica Lila Báez, secretaria de trabajadorxs migrantes de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular –CTEP– de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La campaña Migrar no es delito ha sido una de las que ha llevado la bandera de los migrantes en la lucha por las plenas garantías. Días más tarde de haberse conocido los resultados de las elecciones emitieron un comunicado donde, en primera instancia, exigen la derogación definitiva del Decreto 70/2017 y dan un plazo de 90 días para que esto suceda a partir del 11 de diciembre, un día después de que Alberto Fernández inicie sus actividades presidenciales.

Pablo Cossio es miembro de la campaña y cuenta que durante el gobierno de Mauricio Macri se eliminaron los programas de abordaje territorial que tenían como objetivo facilitar el trámite a extranjeros para obtener su Documento Nacional de Identidad. “Con estos programas, cualquier persona accedía a su DNI en dos o tres meses, ahora el trámite se demora unos seis o siete meses, hasta un año”, explica Cossio.

Esto sucede porque la Dirección Nacional de Migraciones reemplazó estos programas por un “Módulo de Radicación a Distancia de Extranjeros”, conocido como Ra.D.Ex. “Este sistema es sumamente excluyente […] Queremos que vuelva el abordaje territorial en los barrios para que las personas puedan entender cuáles son sus derechos y cómo radicarse. Derechos que nosotros ya habíamos conseguido en el 2003 cuando salió la Ley Migratoria”, añade Lila Báez.

La falta de información respecto a las personas que integrarán el gabinete de Alberto Fernández genera dudas entre quienes, desde la sociedad civil, velan por los derechos de las personas migrantes. Sin embargo, se vislumbran avances en esta materia.

Fernández ocupó el cargo de Jefe de Gabinete de Ministros de la presidencia de Néstor Kirchner cuando fue sancionada y promulgada la Ley de Migraciones. Por ese entonces, sin el recorte y la modificación sufrida por el DNU de Macri que llegaría 14 años más tarde.

“Claro que estamos muy esperanzados porque tan solo con lo que pasó ayer (la reunión de Fernández con Brian Gallo, un joven discriminado por su vestimenta) fue un guiño hacia el tipo de gobierno que va a tener Fernández. Que él tenga este tipo de gestos es muy interesante porque quiere decir que nosotros tenemos oportunidad, esperanza y vemos la voluntad política de parte de ellos a dar marcha atrás con estos retrocesos en materia migrante”, concluye Báez.

Ambientalistas 

El tema ambiental en el país se volvió muy popular y difundido tras la denuncia de la joven activista ambiental Greta Thunberg en la ONU. Ahora con la llegada de un nuevo gobierno, ¿qué pasará? ¿Qué políticas llevará adelante y cuál es el mayor miedo de los ambientalistas?

En la plataforma electoral del Frente de Todos (partido ganador encabezado por Alberto Fernández) uno de los puntos que se desarrollaron es el punto “ambiente y desarrollo sustentable”. En ese punto, el partido que estará en Casa Rosada propone, para revertir la situación crítica y compleja de la situación ambiental en Argentina, promover un Pacto Federal Ambiental de Desarrollo entre Nación, las Provincias, los Municipios y los actores económicos y sociales y llegar a un “gran consenso sobre el uso y manejo del suelo agrícola, ganadero y forestal para implementar buenas prácticas productivas que garanticen su sustentabilidad económica, social  y ambiental a largo plazo”.

Según la plataforma, se buscará lograr la “producción sustentable de nuestros bienes naturales, bosques nativos e implantados, agricultura, fruticultura, viticultura, ganadería y actividad ictícola que debe generar empleo e impulsar valor agregado”. 

Además, la plataforma también habla de la industria petrolera y dice que “la explotación petrolera, gasífera y minera requiere de reglamentaciones que minimicen sus impactos ambientales y una fuerte fiscalización por parte del Estado y la comunidad”.

En ese sentido, Alberto Fernández ya dijo en muchas ocasiones (incluído el debate presidencial) que su objetivo como presidente es “desarrollar la minería de modo sustentable” y recientemente tuiteó que se reunió con el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, con quien coincidimos en la importancia de potenciar el desarrollo de Vaca Muerta [reserva de petróleo y gas no convencional de la cuenca neuquina] prestando especial atención al impacto ambiental, que es el único camino para ser sustentables”. 

Minería: ¿con o sin fracking? 

Pero no todos los políticos y ambientalistas creen en los dichos de Fernández sobre este tema. Nicolás del Caño, quien fue candidato a Presidente por el Frente de Izquierda, dijo en el debate presidencial: “Todos nos hablan de que en Vaca Muerta está el futuro de la argentina pero no dicen ni una palabra de lo que significa la aplicación del método de fracking”. En efecto Fernández habla de lograr “una minería sustentable” (y de Vaca Muerta como motor del desarrollo económico) pero no expresó nada sobre de qué manera hacerlo ni sentó postura sobre el fracking. 

Flavia Broffoni, conocida ambientalista, también le respondió en redes a Fernández descreyendo de sus proyectos. Por ejemplo, cuando Fernández twitteó que se reunió con referentes ambientalistas para hacer “frente al desafío que nos impone el cambio climático”, Broffoni le respondió: “Dale, ¿acto seguido cancelás Vaca Muerta, no?”.

La ambientalista incluso tuiteó, el día de elecciones, que habrá en el país “profundización del extractivismo y aceleración de la emergencia ecológica y climática”, gane quien gane. 

Agrotóxicos: un punto intermedio 

Este año en Entre Ríos, una provincia argentina, un juez emitió un fallo en donde se limitó la fumigación con glifosato a un kilómetro de escuelas rurales y Alberto Fernández, en campaña presidencial, habló del tema y generó controversias ya que dijo que el fallo era “loable pero desmedido”.

Fernández, consultado sobre el uso de agroquímicos en el campo y sobre el fallo judicial, expresó: “Nadie quiere terminar contaminado por el uso de agrotóxicos, ni los que consumen esos productos agrícolas ni los que están en inmediaciones de donde se desarrolla la plantación y se tiran agrotóxicos” pero pidió ser “cuidadosos de que esto no se convierta en un boomberang contra la producción”.

Su pedido textual fue “buscar el punto intermedio: que la producción se pueda hacer y que sea haga en condiciones de seguridad para los que están cerca. El espíritu del fallo es muy loable, es compartido por todos. Pero me parece que es un poco desmedido porque excluye muchas zonas productivas que pueden ser utilizadas. Está clarísimo que debemos garantizar la salud de la gente, pero a veces lo bueno y útil llevado al extremo se convierte en malo y perjudicial”.

Bosques 

También en campaña presidencial Alberto Fernández fue a Salta, otra provincia argentina, a un acto y en medio del acto alguien se manifestó con un cartel contra los desmontes, problemática muy sentida en Salta, por lo cual Fernández manifestó: “En estos días, en que tanto se habla del cambio climático les pido también a los salteños que cuiden su tierra. Vi a alguien allí con un cartel que decía ‘Basta de desmontes’. Basta de desmontes, cuidemos nuestros bosques nativos. Porque sino no les vamos a dejar un mundo a nuestros chicos”.

Sin embargo, nuevamente desde la izquierda dudan del interés de Fernández por los bosques nativos y le recuerdan el pasado de su partido al respecto, aunque no gobernaba él sino Cristina Kirchner. 

En el medio La Izquierda Diario, la periodista Josefina Ciotta escribió que, por más que Alberto predique ambientalismo, “durante los 12 de años de kirchnerismo como gobierno, las políticas dirigidas al modelo extractivista fueron centrales. Se profundizó el modelo menemista de producción agraria impulsando el agro negocio de la soja transgénica y que tuvo un impulso mucho mayor durante el gobierno de Cristina Fernández con el Plan Estratégico Agroalimentario – PEA 2010 – 2020 que significó un crecimiento exponencial del avance de la frontera agropecuaria y los desmontes en detrimento de las condiciones de vida y las tierras de comunidades indígenas y campesinas”. 

Emprendedores

La reactivación económica y el desarrollo social son dos de los temas urgentes a tratar en la agenda del gobierno entrante, una de las propuesta que genera expectativas en el ecosistema emprendedor es el anuncio de un sistema de créditos bancarios, con una tasa de interés que no supere el 2% anual. 

Ezequiel Calcarami, presidente de la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA), compartió con Distintas Latitudes algunas reflexiones sobre el panorama post elecciones en Argentina, desde el punto de vista de la comunidad emprendedora: ¿qué causa esperanza y qué preocupación tras la victoria de Alberto Fernández?

“Desde ASEA estamos convencidos de que el emprendedorismo es clave para el crecimiento y el desarrollo de la Argentina, los emprendimientos de hoy son las PyMEs del futuro y es innegable la importancia que tienen dentro de la matriz productiva del país: representan el 44% del PIB”, dijo.

Y agregó: “Por eso, de cara al nuevo gobierno, como aún no ha asumido, la preocupación es más bien una expectativa: esperamos que pueda trabajar para bajar la presión tributaria a la que están sometidos los emprendedores. También esperamos –como todos los sectores de la Argentina- que pueda bajar la inflación y estabilizar el tipo de cambio.  Además, es importantísimo que la Ley de Emprendedores se promulgue en todas las provincias. Sobre lo que causa esperanza, el mapa político muestra una clara necesidad de diálogo y consenso entre los sectores. Y eso es una oportunidad inmejorable para que todas las voces estén representadas y que las próximas políticas públicas relacionadas con el emprendimiento tengan un espacio de debate bien amplio”.

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Diseño de portada: Alma Ríos
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