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El expresidente de Brasil salió de prisión el 8 de noviembre después de pasar 580 días en la cárcel. ¿Por qué fue liberado? ¿Qué sigue ahora?


Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente de Brasil, salió de prisión el 8 de noviembre de este 2019 después de pasar 580 días en la cárcel. ¿Por qué fue liberado? ¿Cuáles son las implicaciones de la libertad del líder del Partido de los Trabajadores (PT)? 

En este texto abordamos algunas preguntas. 

¿Por qué estaba en prisión Lula?

En julio de 2017 Lula da Silva fue condenado por la Justicia brasileña en primera instancia a 9 años y 6 meses de prisión. por corrupción pasiva y lavado de dinero, en referencia al llamado Caso Triplex Guarujá. El petista y la exprimera dama, Marisa Letícia, fueron acusados por el Ministerio Público Federal (MPF) por poseer un departamento de tres pisos en el condominio Solaris en la ciudad de Guarujá, costa de São Paulo. Según la denúncia, el departamento estaba siendo renovado para ser dado a Lula como parte del pago de sobornos por la constructora OAS. El pago habría ocurrido porque Lula, supuestamente, favoreció a la empresa en los contratos con Petrobras..

En su momento, Lula presentó una apelación y el caso fue nuevamente juzgado en los tribunales, esta vez en segunda instancia. El juicio tuvo lugar en enero de 2018 y es un punto clave para comprender por qué Lula fue liberado. Los jueces aumentaron la sentencia a 12 años y un mes en prisión. La defensa de Lula presentó una solicitud de hábeas corpus ante el Superior Tribunal de Justicia (STJ) y el Supremo Tribunal Federal (STF) para evitar que Lula estuviera en prisión. 

Cabe decir que en Brasil, el STJ es el tribunal más alto del poder judicial, sus decisiones no pueden apelarse ante ningún otro organismo. El STF es la corte que delibera sobre la interpretación de la Constitución Federal de 1988 y juzga a los presidentes de la República, los vice presidentes, los miembros del Congreso Nacional, los ministros de la Corte Suprema y el Fiscal General.

En marzo de 2018, el STJ rechazó la solicitud de que Lula. El 4 de abril de 2018, el STF tuvo el mismo entendimiento. A partir de entonces, se abrió el camino para que el juez Sérgio Moro decretara el arresto de Lula, lo que ocurrió el 5 de abril de 2018. Lula se entregó a la Policía Federal el 7 de abril de 2018.

¿Por qué fue liberado?

En Brasil, la Justicia se divide en tres instancias. La primera son las “varas” y los tribunales especiales estatales y federales. Después de que se juzga un caso ahí y una de las partes involucradas apela la decisión, el análisis pasa a la segunda instancia,  Tribunales estatales y Tribunales regionales federales (como TRF-4). Luego de un juzgamiento en una segunda instancia, una defensa aún puede apelar ante el STJ, cuando la decisión va en contra una ley federal, o el STF, cuando va en contra la Constitución Federal.

Según la Constitución Federal de Brasil, “nadie será declarado culpable hasta que se haya dictado el fallo final”. Es decir, la pena solo puede comenzar a cumplirse cuando la defensa ya no puede ser apelada. Sin embargo, desde 2016, el STF entendió que los encarcelamientos después del juicio del caso en segunda instancia eran posibles, lo que permitió la prisión de Lula y otros condenados en la Operación Lava Jato.

El 7 de noviembre la Corte Suprema cerró una nueva votación sobre la posibilidad y el arresto en segunda instancia y cambió su posición al respecto, volviendo al que está puesto en la Constitución Federal. Esto permitió que se invirtiera la prisión de cerca de 4, 900 personas en el país, incluidos 38 condenados en Lava Jato. Entre ellos, el expresidente Lula. Sin embargo, para que el prisionero sea liberado, los abogados defensores o el Ministerio Público tuvieron que presentar una solicitud de excarcelación. La defensa de Lula solicitó su liberación en el viernes 8 de noviembre. El expresidente fue puesto en libertad en la tarde del mismo día.

Vale decir que la decisión del STF sobre la prisión en segunda instancia no permite que salgan de la cárcel en Brasil todos los presos. Aquellos que han están en prisión preventiva no pueden solicitar la libertad basados en el mismo argumento de Lula, tal es el caso de quienes hayan cometido delitos como violación, feminicídio y pedofilia.

El futuro político de Lula

A pesar de estar fuera de prisión, Lula sigue respondiendo al proceso por el que fue condenado. Todavía está a la espera de una decisión sobre el caso triplex de Guarujá por parte del STJ y el STF, por lo que podría ser arrestado nuevamente después del juicio final. La defensa de Lula, sin embargo, argumenta que el exjuez Sérgio Moro, el actual ministro de justicia del gobierno de Jair Bolsonaro, no actuó parcialmente en la condena de primera instancia. La Corte Suprema va a juzgar la validez del argumento. Si la Corte Suprema está a favor del argumento de defensa de Lula, el juicio en primera instancia tendrá que celebrarse nuevamente con otro juez.

Lula tiene otra condena más contra él por el caso del sitio de Atibaia, ciudad del interior de São Paulo. El expresidente brasileño fue sentenciado en febrero de 2019 a 12 años y 11 meses de prisión por corrupción activa y pasiva y lavado de dinero. Según el tribunal, la propiedad habría sido renovada, financiada por las constructoras OAS y Odebrecht y el Grupo Schain, como parte de un proceso de lavado de dinero y beneficios otorgados a través de Petrobras. 

La defensa de Lula alega que él nunca fue informado de estos trabajos realizados en el sitio y que no hay evidencia sobre el vínculo entre ellos y los tratos con el Gobierno Federal. Esa acción también puede ser anulada por un nuevo consenso del STF sobre otro detalle procesal, lo de las delaciones. Lula todavía es un acusado en otras siete demandas judiciales.

Aunque Lula está libre no puede postularse para elecciones. La “Lei de Ficha Limpa” de Brasil, sancionada por el propio Lula en 2010, veta la candidatura de los condenados en segunda instancia a cargos políticos públicos. Sin embargo, si la Corte Suprema mantiene el argumento de la defensa del expresidente de que Sérgio Moro fue parcial en los juicios, Lula ya no será incluido en esa ley, pues su caso vuelve a la primera instancia, y luego él podría competir en las elecciones brasileñas en 2022, por ejemplo.

¿Cómo repercute la libertad de Lula?

Durante su tiempo en prisión, Lula ocupó una habitación improvisada en la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba y no una celda de la prisión común, un beneficio otorgado por haber sido presidente. Cuando salió del lugar, en el viernes, agradeció a la militancia que estuvo frente al edificio. 

En un puesto montado frente al edificio, dijo que se iba sin odio y envió mensajes al ministro Sérgio Moro. “No arrestaron a un hombre, intentaron matar una idea. Pero la idea no desaparece”, dijo. El 9 de noviembre, volvió a hablar en público, ya en São Paulo. El expresidente dijo que planea recorrer Brasil, junto con el liderazgo de izquierda, para “revivir al colectivo que es el pueblo”, y criticó a Sérgio Moro y Bolsonaro. En Twitter, Jair Bolsonaro publicó un mensaje que decía: “No responderé a los delincuentes que actualmente están sueltos”. ¡Mi partido es Brasil! “.

Alice de Souza

Brasil (1991). Graduada en periodismo por la Universidad Católica de Pernambuco, donde hizo posgrado en derechos humanos y hace una maestría en Industrias Creativas. Es reportera del Diario de Pernambuco desde hace ocho años y ex-becaria de Cosecha Roja. Ha ganado 17 premios de periodismo. Es integrante de la Tercera Generación de la Red Latinoamericana de Jóvenes Periodistas de Distintas Latitudes.

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