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De acuerdo al informe 2018 de Transparencia Internacional (TI), América Latina se percibe como una de las regiones con más corrupción en el sector público. ¿Qué se está haciendo para encarar esta situación? Además de las acciones gubernamentales de los distintos países de la región, cada vez más organizaciones de la sociedad civil y otras iniciativas afines, han decidido impulsar proyectos e ideas para revertir y transformar esta situación.

Es precisamente la alianza entre distintos actores sociales la que se perfila como clave para impactar en esta percepción regional. Estas alianzas ya se gestan a nivel local y su escalabilidad apunta más allá de sus comunidades de origen. Tal es el caso de lo que sucede en Bahía Blanca, Argentina, con el proyecto Blockchain, Transparencia y Servicios Públicos.

Bahía Blanca es una ciudad portuaria ubicada al sudoeste de la provincia de Buenos Aires en Argentina. De acuerdo con el Censo Nacional de Población de 2010 cuenta con 301,572 habitantes. A partir de los años 80 Bahía Blanca ha impulsado una infraestructura tecnológica, dentro del ámbito gubernamental de vanguardia, que la convierte en ciudad referente en Gobierno Abierto en Argentina y América Latina.

Por ejemplo, el Municipio de Bahía Blanca promulgó en octubre de 2015 la ordenanza 18.260, la cual contempla la implementación de una política pública de Gobierno Abierto, que persigue como objetivo principal la transparencia, apertura de datos públicos y mecanismos de participación y colaboración.

Bajo este contexto Blockchain, Transparencia y Servicios Públicos fue un proyecto impulsado en Bahía Blanca por dos empresas argentinas Prince Consulting —consultoría en tecnología, negocios, política y gobierno— y Mismática Management, —desarrollo de aplicaciones de software para la gestión urbana y servicios públicos—.  Este proyecto contó con el acompañamiento y financiamiento de la Alianza Latinoamericana para la Tecnología Cívica (ALTEC).

 

La tecnología blockchain es una base de datos distribuida, donde queda sentada cada transacción o intercambio que se realiza entre las partes involucradas. Al ser una base de datos descentralizada, una vez que esa transacción o intercambio ha sido certificado por blockchain, es imposible modificarlo. Esta característica ofrece trazabilidad y transparencia a cualquier tipo de proceso dentro de la tecnología «b».

https://altec.lat/blockchain-y-transparencia/

 

ALTEC tiene como parte de sus ejes de trabajo promover el desarrollo de iniciativas de tecnología cívica para mejorar y ampliar el ejercicio de la ciudadanía. Por esta razón, se destacó que Blockchain fue una propuesta de solución innovadora a la problemática que comprendía la falta de transparencia en gobiernos y la baja participación ciudadana.

 

Las partes involucradas en este proyecto eligieron enfocarse en el proceso de entrega de subsidios a artistas locales, que se entrega anualmente desde el Fondo Municipal de las Artes. A través del uso de la tecnología blockchain se buscaba certificar el desarrollo de inscripción, selección de ganadores, distribución de dinero y rendición de cuentas para este subsidio.

“Creemos que la tecnología blockchain puede ayudar a generar gobiernos más transparentes y a elevar los niveles de confianza entre la ciudadanía”, reflexionan en un artículo publicado en ALTEC Lucas Jolías (Prince Consulting)  y Marcos Malamud (Mismática Management), impulsores del proyecto.

Blockchain, Transparencia y Servicios Públicos permitió experimentar con esta tecnología, aprender las particularidades de su uso y sus posibles impactos dentro del proceso que se eligió de prueba.

“Se trabajó con un proceso limpio pero con altos componentes de escalabilidad: asignación de un beneficio, rendición de cuentas, utilización de los fondos y cerrar el ciclo llevado a cabo en la ciudad”, comenta Marcos Malamud, Director de Mismática Management, sobre la elección del proyecto.

Además de elegir un proceso “sencillo” y “limpio”, como detalla Marcos Malamud, se buscó un procedimiento que cumpliera con características similares a las de otros más complejos, como licitaciones o compras gubernamentales, para evaluar su escalabilidad en otras áreas de gobierno.

 

“Buscamos un ciclo de negocios sencillo, que no tuviera problemas de transparencia en la actualidad y en el que hubiera pocas manos interviniendo en el proceso, el objetivo principal fue ver si el proyecto era o no viable, porque la tecnología que aplicamos es disruptiva, nueva y exploratoria”, agrega.

 

Por su parte Lucas Jolías, Director de Prince Consulting explica: “Lo único que necesitamos fue que el proceso esté mínimamente digitalizado, es decir que la información que íbamos a certificar en blockchain sea digital, en el caso de Bahía Blanca no había nada digitalizado, el desafío fue doble”.

“Tuvimos que desarrollar un software de gestión para que cada una de las personas que solicitaba este subsidio lo hiciera a través de ese sistema, todo ese trabajo llevó al menos dos meses y medio”, cuenta respecto a los requisitos previos para la creación de la plataforma bajo tecnología blockchain.

Prince Consulting y Mismática Management implementaron este proyecto en tiempo récord, cuatro meses para mayor precisión, lo que posibilitó que el Municipio de Bahía Blanca sea el primero en América Latina en experimentar con tecnología blockchain, lo cual representó todo un desafío.

Para lograrlo un actor clave fue el Área de Modernización del Municipio de Bahía Blanca, liderada por José Fernández Ardáiz, Director General de Comunicación Pública, Innovación y Participación Ciudadana, quien manifestó su voluntad de ser parte de una prueba piloto referente en la región.

Blockchain nos demostró que tenemos el potencial y la capacidad para usar este tipo de tecnología y también nos confirmó que es un proceso confiable sobre todo para los actores internos”, expresa Fernández Ardáiz sobre el proceso del que fueron parte 250 personas (beneficiarias del subsidio).

La experiencia del uso de blockchain en Bahía Blanca abrió el camino para que la región Cono Sur de América Latina siga investigando y explorando cómo evoluciona e impacta esta tecnología dentro del ámbito de la administración pública, a través de otras iniciativas como Chile Compra y Energía Abierta en Chile.

Actualmente es difícil medir el impacto de una tecnología tan abstracta como lo es blockchain, pero algo quedó claro tras su implementación en Bahía Blanca: llegó para repensar nuevas dinámicas de confianza, que aporten a la construcción de gobiernos más descentralizados, transparentes y democráticos. 

Aún con sus “pros y contras” José Fernández Ardáiz expresa que “blockchain es una tecnología que vino a sistematizar la confianza, por lo tanto es una tecnología que va a cambiar la lógica de funcionamiento y eso a mi ver es fantástico”.

 

“[Blockchain es una] tecnología disruptiva, nueva y exploratoria, que reformatea las dinámicas de confianza entre individuos y organizaciones que realizan cualquier tipo de transacción de manera descentralizada, que vale la pena ser explorada”.

Marcos Malamud

 

Por ello, Blockchain en Bahía Blanca fue una experiencia que significó retos y aprendizajes para las tres partes involucradas en el proyecto. Una de las enseñanzas que más destacan Malamud y Jolías, es la importancia de saber trabajar con la tecnología cívica para lograr un verdadero impacto social.

En la siguiente entrega de #RegiónDeDatos abordaremos la línea de impacto, participación ciudadana y experiencia del usuario, por donde los impulsores de Blockchain quieren seguir experimentando con esta tecnología que llegó a cambiar las lógicas y dinámicas de confianza entre los gobiernos y la sociedad.


Este texto forma parte de la serie «Región de datos» que se realiza en colaboración entre ALTEC y Distintas Latitudes.

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