Texto por Sarah Romero McMillen ([email protected])
Cerrar la brecha de conocimiento en la región centroamericana es una parte esencial de una estrategia de desarrollo exitosa. La provisión del Bien Público de “conocimiento regional” puede sentar las bases para atraer, retener y construir talentos locales hacia Tanques de Pensamiento que logren desarrollar un programa de investigación independiente, que invierta en la difusión pública para asegurar que los resultados de la investigación informen e influyan en los debates sobre políticas nacionales y regionales.
La dinámica: Encuentros Interuniversitarios Regionales
Desde el 2014, la Universidad Rafael Landívar de Guatemala, la Universidad Nacional de Costa Rica, y más recientemente, el Consejo Nacional de Estudiosos de las Relaciones Internacionales de República Dominicana, y la UWI Arthur Lok Jack Business School de Trinidad y Tobago, anualmente reúnen a estudiantes, académicos y servidores públicos en un Encuentro de Relaciones Internacionales para fomentar la diseminación del conocimiento y propiciar el debate y la discusión para la generación de nuevo conocimiento en temas de interés regional.
Estos encuentros crean la infraestructura del conocimiento, en palabras de Stigliz (1998), esta implica “aprender a aprender” es decir, crear la capacidad de cerrar la brecha de conocimiento, una parte esencial de una estrategia de desarrollo exitosa.
El I Encuentro de Relaciones Internacionales entre la Universidad Rafael Landívar (URL), Campus de Quetzaltenango, Guatemala y la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), surge en el 2014 como parte de la búsqueda de estas instituciones por permitir la inserción de sus estudiantes en una vida académica sin fronteras.
La licenciada Karina Fuentes, entonces coordinadora de la carrera de Relaciones Internacionales en la URL en su Campus de Quetzaltenango, con la guía del Plan Estratégico 2011-2015 de la Universidad, logró implementar dentro del Plan Operativo Anual de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, el primer Encuentro Interuniversitario Centroamericano, de la mano del trabajo del profesor Luis Diego Segura por parte de la UNA. (K. Fuentes, entrevista personal, 21 de abril, 2017).
El año siguiente se puso en marcha el II Encuentro de Relaciones Internacionales, esta vez, auspiciado por la UNA en Heredia, Costa Rica (2015). El segundo Encuentro incluyó a una institución más a esta creciente “red de conocimiento regional”, la UWI Arthur Lok Jack Graduate School of Business en Trinidad y Tobago. En este segundo Encuentro las discusiones y reflexiones giraron en torno a temas sobre el futuro de la Integración Regional Centroamericana y sobre Estrategias Regionales de Crecimiento, impartidas por académicos de las universidades participantes y también por funcionarios de diferentes instancias del Sistema de Integración Centroamericana (SICA).
De la misma manera, en la Ciudad de Guatemala a finales del 2016, se realizó el III Encuentro de Relaciones Internacionales que llevó como temática principal de discusión el comercio y negocios internacionales de Centroamérica y el Caribe. Este último fue auspiciado por la Universidad Rafael Landívar en su Campus Central, y contó con la participación del Campus de Quetzaltenango de la URL, la UNA de Costa Rica, Arthur Lok Jack de Trinidad y Tobago y el CONERI de República Dominicana.
Estas experiencias dieron paso a la recién creación del “Convenio Marco de Cooperación para la creación de la Red de Escuelas de Relaciones Internacionales y Comercio Internacional de Centroamérica y el Caribe”. (URL, 2016).
Por último, el IV Encuentro se realizó en República Dominicana en octubre de 2017 y la discusión giró en torno a Globalización y Proteccionismo.
Estos Encuentros se han convertido en un espacio de discusión, reflexión y de debate sobre temas propios de las relaciones internacionales de los países Centroamericanos y del Caribe entre los estudiantes y académicos de estos cuatro países participantes. En palabras de Karina Fuentes, profesora en la Universidad San Carlos de Guatemala, estos espacios promueven la “creación de una Red Centroamericana de Universidades, profesionales, estudiantes, y ciudadanos conscientes de la realidad regional y la formulación de propuestas viables, pertinentes, incluyentes y sostenibles para la región”.
El profesor Luis Padilla, decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la URL, califica estos encuentros como una “…buena práctica institucional [que] promueve el intercambio cultural y de conocimientos entre estudiantes y académicos de países distintos”, y eso es algo fundamental para la formación y crecimiento de los estudiantes, y para el impulso del capital humano de la región.
El Conocimiento como Bien Público: de la producción a la diseminación del conocimiento
El concepto de Bienes Públicos fue desarrollado en los años cincuenta por el profesor Paul Samuelson, y a través de los años este concepto ha ido evolucionando, estudiándose diferentes tipologías, estrategias de provisión y diferentes alcances, entre otros. En su definición más básica, un bien público es aquel que por naturaleza es no rival y no excluyente; en otras palabras, una vez éste ha sido proveído, el consumo de este bien por otro individuo genera un costo marginal igual a cero, lo cual implica que el bien es “no rival”.
Esta característica implica que nadie “debería” de ser excluido porque el costo marginal de su consumo es cero. La no excluibilidad se refiere a la imposibilidad de excluir a un individuo del consumo de este bien una vez haya sido proveído.
El conocimiento, por naturaleza, es un bien público. Una vez generado, el uso de este “nuevo conocimiento” por otros individuos genera un costo marginal de cero, esto se denomina como no rival. Sin embargo, algunas formas de conocimiento son o pueden ser excluyentes (ej.: patentes de propiedad intelectual), es por ello que el conocimiento se denomina como un bien público “impuro”. (Stigliz, 1998).
Por otra parte, pueden existir costos asociados con la transmisión del conocimiento, sin embargo, esto no afecta en lo absoluto la naturaleza del bien público como tal. Tal como en el caso de los Encuentros Interuniversitarios Regionales, los proveedores privados pueden proveer la “transmisión” en forma de congresos y foros, pero el bien como tal -el conocimiento generado a través de la discusión, reflexión y el debate- se mantiene como gratuito.
Es necesario el reconocimiento de la importancia del “conocimiento inicial” como ejecución clave hacia la producción de mayor conocimiento a través de investigaciones. Estos Encuentros Interuniversitarios Regionales figuran como un espacio que propicia la generación de ese “conocimiento inicial” que ha dado el impulso a diferentes aportes de estudiantes de la carrera de Relaciones Internacionales hacia la investigación sobre los avances y aciertos del Sistema de la Integración Centroamericana, como, por ejemplo, su participación en las convocatorias de la Secretaría General del SICA para participar en el Programa de Movilidad Académica Regional; o el intercambio de ideas entre académicos de las Universidades participantes.
Esta dinámica pudiese sentar las bases para un Tanque de Pensamiento que genere conocimiento de la Región Centroamericana y del Caribe, desde la propia Región; es decir, que se impulse el talento local y que se busquen proyectos de investigación independientes que tomen en cuenta la identidad centroamericana dentro la investigación y evaluación del proceso de la Integración Centroamericana a través del tiempo.
En concordancia, como lo asegura Stigliz (1998) parte esencial de una estrategia de desarrollo exitosa es lograr cerrar la brecha del conocimiento creando la infraestructura del conocimiento. Esta infraestructura es parte de la provisión de los medios de “transmisión del conocimiento”, esto puede traducirse en el financiamiento para los académicos miembros de un Tanque de Pensamiento y la producción de investigación que aporte hacia una estrategia de desarrollo exitosa.
Pero, tal como lo propone Stigliz, el conocimiento para el desarrollo va más allá de la colección de las mejores prácticas y la acumulación de anécdotas exitosas y en el análisis del por qué ciertas políticas y prácticas funcionan en algunas circunstancias y no en otras. En este sentido, la investigación es un elemento central del conocimiento para el desarrollo.
Tan importante es la adaptación y la creación del conocimiento, como la diseminación del mismo, y es aquí en dónde este nuevo Convenio Marco de Cooperación para la creación de la Red de Escuelas de Relaciones Internacionales y Comercio Internacional de Centroamérica y el Caribe, aporta a la diseminación de éste conocimiento que ha sido generado en las universidades y centros participantes. Pero mejor aún, propicia ese “conocimiento inicial” a través del diálogo y discusión que se genera en los Encuentros.
Es oportuno reconocer el especial papel que juegan las instituciones regionales en la producción y difusión de este conocimiento. Es importante, no sólo la producción de este conocimiento para la implementación de una estrategia de desarrollo regional, sino también la amplia difusión de éste.
4.5