Este texto forma parte de la serie «Región de datos» que se realiza en colaboración entre ALTEC y Distintas Latitudes.
Colombia vivió uno de los conflictos armados más largos en América Latina: duró más de 50 años. La violencia entre guerrillas, paramilitares, narcotraficantes y fuerzas de seguridad generó millones de víctimas, entre personas asesinadas, desaparecidas, desplazadas y violentadas.
Tras el cierre de esta etapa con la firma del Acuerdo de Paz entre el gobierno colombiano y la antigua guerrilla de las FARC-EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo) en 2016, se abrió en Colombia la posibilidad de transformarse.
Un sector que volvió a alzar la mano para sumarse a este proceso fue el de las juventudes colombianas. No ha sido este momento el primero en que buscan participar en la toma de decisiones del país, ya desde los años 90 con el movimiento de la “Séptima papeleta” las y los jóvenes colombianos habían empujado la creación de una nueva constitución.
Y en esta ocasión, las y los jóvenes vuelven a perfilarse como agentes de cambio usando todos los recursos que tienen a la mano.
JÓVENES EN COLOMBIA]
- 12,712,716 jóvenes entre 15 y 29 años
- 6,488,419 son hombres (13,02% de la población total de Colombia)
- 6,224,297 son mujeres (12,49% de la población total de Colombia)
Fuente: Proyecciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
Por ejemplo, jóvenes de Medellín y de la zona del Valle de Aburrá se han interesado en sumarse a Paz en construcción, un proyecto que tiene como objetivo empoderarlos para ser líderes en la implementación de los acuerdos de paz.
Pero, ¿qué es Paz en construcción? Se trata de un “ejercicio de apropiación de la tecnología para fomentar la participación ciudadana de los jóvenes en el país”. La iniciativa fue creada para “conjugar liderazgo y tecnología cívica para que los jóvenes puedan incidir directamente en la implementación del acuerdo de paz”, explican Fundación Mi Sangre y Movilizatorio, dos organizaciones que se unieron con este fin y que son acompañadas por la Alianza Latinoamericana para la Tecnología Cívica (ALTEC).
Catalina Cock, directora de Fundación Mi Sangre, explica: “creemos que la juventud representa una fuerza política muy importante en el país, representa el 27% de la población; y es una oportunidad inmensa para incluirla en tomas de decisiones importantes para la sociedad, como la implementación de los Acuerdos de paz y muchos temas afines. El punto dos del Acuerdo de paz en Colombia es precisamente la participación y es lo que estamos incentivando, primero a través de un grupo selecto de jóvenes, donde a través de procesos de formación y acompañamiento, desarrollaron una agenda política con los temas que ellos consideran más críticos para el país en el marco de las elecciones presidenciales de 2018. Fueron unas elecciones determinantes en los términos del futuro del Acuerdo de paz. Ellos [los jóvenes] definieron cuatro temas centrales, con unas propuestas preliminares y las movieron en la sociedad valiéndose de la tecnología cívica para amplificar su voz, invitar a sus redes, a otras organizaciones, a influenciadores, y también llegando a candidatos para que se comprometan con esta agenda”.
Para llegar a más tomadores de decisiones políticos, Movilizatorio trabajó en un desarrollo que se impulsó a través de la campaña Más Voz Menos Ruido y que permitió un acercamiento a tomadores de decisiones. “Lo que hicimos es intentar dirigir a través de la plataforma [El Avispero] para que la gente firmara. De las 8 mil visitas que tuvieron 2 mil firmaron”, cuenta Juan Bastidas de Movilizatorio.
La campaña Más Voz Menos Ruido llegó a los candidatos presidenciales, a personajes importantes de la política, a sindicalistas y a referentes de las redes sociales al estar presente en actividades como el Pacto juvenil con Sergio Fajardo y Antanas Mockus (30 de abril de 2018), el Foro: Candidatos a la Cámara de Representantes por Antioquia (12 de febrero de 2018) y el Foro Nacional de Incidencia. El país desde las regiones (10 de mayo de 2018).
De hecho, la campaña logró tener impacto mediático, como lo consignó El Tiempo con la nota “Lo que proponen los jóvenes de las regiones al próximo presidente” y el diario El País con “Los jóvenes que desafían la abstención en Colombia”. Los temas que posicionaron los jóvenes se desprenden de una Agenda Juvenil (armada por ellos mismos) que incluye temas como: empleo digno, transformación del sector rural, educación de calidad y comunicación e información.
El impacto de la acción de las y los jóvenes que se han sumado a Paz en construcción se ubica en un contexto en el que por ejemplo, en Medellín, epicentro de Paz en construcción, hay múltiples trabajos de organizaciones con jóvenes. ¿A qué se debe este trabajo? “El contexto general que viven los jóvenes en Medellín es que en las zonas populares los jóvenes se enfrentan a problema de exclusión, de desempleo, de poco acceso a la educación superior, se enfrentan también a la poca capacidad de participación e incidencia en la toma de decisiones, pero también es en los contextos populares donde más organizaciones hay, donde más colectivos surgen, sumado también al problema de reclutamiento de los grupos criminales”, comenta en entrevista Luisa García, Profesional de la línea de participación y democracia juvenil de la Secretaría de la Juventud de la Alcaldía de Medellín.
Luisa García comenta que, además de la paz, otros problemas que preocupan a los jóvenes en la región son lo ambiental, trabajo de género y diversidad sexual, feminismo, seguridad en la ciudad, también el tema de participación y toma de decisiones.
Por ello, en Medellín se observa una actividad intensa en lo que respecta a las iniciativas juveniles, hay trabajo de articulación en la Universidad de Antioquia con el Centro de Articulación de Comunidad, la corporación Convivamos, la corporación Ávila, Picacho con futuro, El Teatro Pablo Othón, Cooperativa Confia, además de clubes juveniles (hay más de 800).
Todo esto pone en el mapa no solo de Colombia, sino de toda América Latina a estos jóvenes que buscan ser agentes de cambio y dejar atrás un contexto complejo.