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Este texto forma parte de la serie «Región de datos» que se realiza en colaboración entre ALTEC y Distintas Latitudes.


Una dupla que se perfila interesante para la incidencia y la transformación en entornos complejos es la conformada por jóvenes y tecnología cívica. Por ello, esta unión es clave para el proyecto Paz en construcción, encabezado por Fundación Mi Sangre, Movilizatorio y que cuenta con el respaldo de la Alianza Latinoamericana para la Tecnología Cívica (ALTEC).

 

Paz en construcciónque busca proveer a jóvenes de las herramientas para lograr acciones sociales y digitales sobre la implementación del Acuerdo de paz en Colombia, seleccionado por ALTEC como uno de los once proyectos que transformarán la participación ciudadana en América Latina y por tener bases en la teoría de cambio que impulsan en la región y que consiste, a grandes rasgos, en promover una mejor democracia y el uso de la tecnología no como un instrumento sino como una herramienta transversal que empodera a la ciudadanía.

ALTEC, conformada por Luminate Group, Fundación Avina y Avina Américas, vio en Paz en construccióncomponentes cruciales: “Movilizatorio, el laboratorio de participación ciudadana e innovación social de Purpose para Colombia y Latinoamérica, fortalece el liderazgo colectivo para desarrollar iniciativas de alto impacto social junto a su proyecto El Avispero, una comunidad de más de 68 mil agentes de cambio transformando el país habiendo hecho presencia a la fecha en más de 15 departamentos e impacto a más de 500.000 personas. Por su parte, la Fundación Mi Sangre suma 11 años de experiencia trabajando en el territorio y una historia con 111,831 agentes de cambio que han participado directamente en procesos de educación para la paz”.

 

TECNOLOGÍA CÍVICA 

La tecnología cívica es aquella que no ve a aplicaciones, plataformas y dispositivos como un fin sino como un vehículo para mejorar y fomentar la participación ciudadana. ALTEC la delinea a partir de una teoría de cambio la cual implica, entre otros aspectos: la identificación de problemáticas sociales, iniciativas que promuevan la articulación de actores clave en espacios de co-creación, diseño y desarrollo de soluciones de tecnología cívica [datos abiertos, plataformas de transparencia, aplicaciones para promover el ejercicio del voto informado], la participación ciudadana online/offline, todo esto encaminado a favorecer cambios positivos en comunidades, ciudades, países.

 

Una de las fortalezas de Paz en construcción es el trabajo en campo a través de encuentros [campamentos] y talleres presenciales, cuya coordinación recae principalmente en Fundación Mi Sangre. Pero uno de sus potenciales clave es el trabajo online, orientado a través de la tecnología cívica, cuya gestión lleva Movilizatorio.

Si bien el núcleo de Paz en Construcción son jóvenes que viven en Medellín y/o el Valle de Aburrá, el proceso de reconocimiento con otras redes y organizaciones, promovido por Fundación Mi Sangre, ha permitido que se vinculen más jóvenes de distintos puntos del país.

Tal es el caso de Aldair Romero, 22 años. Aldair es de Urabá, una región muy golpeada por el conflicto armado [el cual inició en la década de los 60 en Colombia e implicó la confrontación entre el Estado colombiano, grupos guerrilleros y paramilitares]: “Desde muy chico inicié a ver todo ese problema que gira en torno al hecho de que existan masacres, al hecho de que me levanté un día y en mi barrio, a tres cuadras, había tres chicos muertos”, relata.

Pero Aldair se hizo una pregunta que lo llevó a cambiar su vida: “¿Qué estamos haciendo nosotros?” A partir de entonces, este joven empezó un camino que lo llevó a vincularse con Paz en Construcción.“Uno se da cuenta de que no está solo, que no es el soñador, esa persona que tenías ahí con esa idea utópica de cambiar el mundo”.

Por eso, Juan Bastidas de Movilizatorio considera: “Un elemento super importante de la tecnología en estos contextos [como el colombiano] es el tema de la información. La tecnología y lo digital lo que hacen es maximizar la información. Siento que el reto que tiene el país en términos de tecnología cívica es cómo pasar más allá de lo digital, cómo hacer que lo digital no sea solo para denunciar sino que eso se transforme en movilización social, y ese es el reto, cómo sacar al ciudadano de la pantalla”.

Este reto no es solo para Paz en construcción, Catalina Cock de Mi Sangre, matiza: “en Colombia todavía hay un reto grande en términos del acceso a la tecnología. No todos los jóvenes están conectados de manera permanente. Ha tocado hacer un esfuerzo adicional para lograr ese acceso de conectividad. Ahí hay todavía un vacío, se ve que hay un potencial pero, desafortunadamente, no existe todavía todo el acceso”.

Por ello, uno de los aprendizajes en el proceso de Paz en construcción precisamente ha sido que las y los jóvenes que se han sumado provienen o viven en un entorno rural,  “la fortaleza de ellos no eran las redes sociales, no era lo digital sino su movilización física”, comenta Juan Bastidas, por ello, empezaron a ajustarse. “Teníamos que buscar formas de amplificar lo que los jóvenes estaban haciendo”, un reto es “cómo fortalecemos de lo territorial a lo masivo”, agrega.

Paz en construcción es también un “ejercicio de apropiación de la tecnología para fomentar la participación ciudadana de los jóvenes en el país”. La iniciativa fue creada para “conjugar liderazgo y tecnología cívica para que los jóvenes puedan incidir directamente en la implementación del acuerdo de paz”.

Es así como a través de desarrollos tecnológicos se lograron pronunciamientos por parte de las y los candidatos presidenciales, más de 300 propuestas sobre educación provenientes de jóvenes de 28 municipios, y la entrega de más de 700 periódicos, que presentan dichas propuestas de forma innovadora, a tomadores de decisión, influencers, medios de comunicación y otros representantes.  También se consolidó un documento de orden técnico en el que se recogieron 40 propuestas que pasaron por un filtro técnico por parte de organizaciones expertas en el tema que decidieron sumarse como aliadas; este documento de orden técnico fue un vehículo para incidir tanto en las bases como el texto definitivo del Plan Nacional de Desarrollo.

Estos jóvenes avanzan con la potencia necesaria para posicionar sus demandas y transformar gradualmente su entorno. De hecho, para las elecciones locales de 2019 en Colombia van a focalizar su trabajo para lograr acuerdos e implementar estas herramientas tecnológicas permitiendo que más jóvenes puedan participar de la conversación y comprometiendo a las futuras autoridades locales con la agenda política juvenil que co crearon.

 

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