Claudia Olmedo, la hacker salvadoreña que creó un Mounstruo es una apasionada del arte, la tecnología y la interactividad entre las ciencias y las humanidades. Es creadora de Monstruo Innovation Group, una empresa salvadoreña que trabaja en las fronteras de la creatividad, el marketing y la programación.
Texto: Florencia Luján
Ilustración: Alma Ríos
—¿Qué proyectos quieres desarrollar en un futuro? —pregunto a Claudia Olmedo, cofundadora de Monstruo Innovation Group.
—Tengo muchas cosas en la manga, pero algo que me gustaría hacer más adelante es la creación de un centro de innovación, basado en la inteligencia de datos, a través del cual podamos mapear la situación de El Salvador—responde Olmedo, una salvadoreña a quien no le basta estar al frente de Monstruo, la primera empresa en ofrecer tecnología interactiva en El Salvador.
—¿Crees que es posible? —inquiero a Claudia.
—Sí, una vez que identifiquemos la fuente de financiamiento —dice.
Claudia Olmedo quiere impulsar más proyectos tecnológicos innovadores y disruptivos.
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Monstruo Innovation Group se creó en 2010 y se instaló en El Salvador en 2012. En ese año, Claudia Olmedo regresó al país centroamericano después de vivir cinco años en España, en donde trabajó en agencias de publicidad y en muestras de arte digital interactivo.
Monstruo es la primera y única empresa multidisciplinaria que integra arte, cultura y tecnología en El Salvador, representa todas las ideas e inquietudes que tienen en la cabeza Claudia y su socio Yasser Pérez, con quien inició esta empresa.
“Todos nos decían que estábamos locos por abandonar la comodidad, pero siempre creímos en el potencial de Monstruo y en su valor diferencial que es apostar al poder de la tecnología para transformar la vida de las personas de manera positiva”, cuenta.
Claudia aspira a que Monstruo sea una empresa líder en Centroamérica. Olmedo cree haberlo logrado al mencionar que las personas que quieren algo por fuera de la caja los buscan a ellos.
—¿Cómo respondió la sociedad salvadoreña ante este monstruo? —pregunto.
—Primero con extrañeza y luego con incertidumbre, las personas no entendían si éramos una agencia de publicidad, developers, consultores en innovación, o qué; pero la verdad es que somos todo eso y mucho más —explica Claudia.
—¿Qué significa innovar en el triángulo norte de Centroamérica?
—Todo un reto, sobre todo para las mujeres que se enfrentan a diario con micromachismos dentro del ecosistema tecnológico simplemente por ser mujeres. Sin embargo, creo que la barrera más grande contra la que debemos luchar es la de los prejuicios de la cultura latinoamericana respecto a la mujer, ¿no? En cuanto a la inclusión y diversidad de género, todavía nos queda muchísimo por recorrer.
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Además de estar al frente de Monstruo Innovation Group y ser consultora de proyectos de innovación y creatividad, Claudia Olmedo trabaja junto a una socia en el modelo de negocios de una startup de tecnología, moda y alimentación sostenible próxima a ser lanzada.
Olmedo lleva ya más de 20 años de experiencia en el ecosistema tecnológico, ha trabajado en áreas como Business Model Innovation, Interactive Media, Smart Technology, Design Thinking for Business, Creativity and Innovation project design, Interactive Technologies, Digital Advertising, Digital Signage Strategy Development y Visual Arts entre otras, según ha consignado en su perfil en LinkedIn.
A Claudia Olmedo le interesa el arte y la tecnología, quiere que sean un solo cuerpo. Estas pasiones las heredó de sus padres. Y desde pequeña, Olmedo demostró una personalidad curiosa y proactiva. “Cuando tenía ocho años me enteré que iban a abrir un centro de cómputo para secundaria, insistí tanto que me tuvieron que inscribir a las clases vespertinas, una experiencia más que gratificante”, rememora la salvadoreña frente al computador.
“Mi papá daba clases de dibujo en el Centro Nacional de Arte, entonces cuando no iba a clases de computación pasaba toda la tarde con él, y fue así que tomé cursos de pintura con artistas consagrados aquí en El Salvador”, agrega orgullosa.
Cuando llegó el momento de estudiar una carrera Claudia Olmedo se abocó al Diseño Gráfico y a una Tecnicatura de Ingeniería, para entonces ya había comenzado su carrera como artista digital, pero eso no le era suficiente. Claudia Olmedo decidió irse a España en 2008.
En aquel país, Olmedo se especializó en Dirección de Proyectos de Exhibición “con el objetivo de desarrollar proyectos curatoriales alrededor de una línea de investigación que venía trabajando sobre la condición post humana del ser humano”, precisa la salvadoreña.
A partir de esta exploración sobre la interactividad, el cuerpo humano y los datos, profundizó en el conocimiento y manejo de lenguajes de programación como JavaScript y C Sharp, en plataformas como Processing y MAX MSP Jitter.
Claudia Olmedo no paró y obtuvo dos especializaciones en Cine Digital y Tecnología Interactiva, pero mientras hacía su maestría en Creatividad e Innovación hizo un salto al área comercial y al desarrollo de modelos de negocio. Así fue como concibió el de Monstruo Innovation Group, relata.
Monstruo trabaja en el diseño y producción de experiencias para el usuario, desarrolla software y hardware y se aboca a las plataformas de realidad aumentada y la visualización de datos geoespaciales.
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Una escena ocurrida tiempo atrás permite conocer otro aspecto de Olmedo, y es la siguiente: Claudia observa cada uno de sus juguetes con rabia, entre ellos se encuentran un oso de peluche, una muñeca, un carrito de bebé y una casita de madera, piensa en lo mucho que la aburren esos objetos y sin dar muchas vueltas toma una decisión.
Acto seguido, Claudia le dice a su madre y a su padre que será un niño: sí, se vestirá como tal cuando lo desee, actuará como lo hacen los niños de su edad y jugará con las mismas cosas que ellos, ya sean camiones, pelotas o herramientas plásticas.
En este momento Claudia tiene cinco años.
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Volvamos al tiempo presente. Claudia Olmedo no es la misma. En la actualidad está casada y tiene un hijo. Le toca organizarse de manera metodológica para balancear todos sus trabajos con su vida familiar, a la que le dedica mismo tiempo y dedicación. Sin embargo tiene la misma determinación de esa niña de cinco que decidió ser hombre, la misma insistencia de esa pequeña de ocho que quiso estudiar computación y la misma ambición de esa mujer que decidió dejarlo todo y crear un monstruo.
Claudia Olmedo tiene ante sí una lista de pendientes a corto, mediano y largo plazo. La salvadoreña la cual podría describirse a través de siete palabras: talentosa, creativa, innovadora, desafiante, ambiciosa, obstinada y emprendedora.
Sí, Claudia es la hacker a la que no le basta con tener todo: diplomados, maestrías, emprendimientos, empresas, comunidades de pertenencia. Claudia Olmedo va por más.
Este texto es parte de Las Hackers, una serie de perfiles sobre las desarrolladoras de mayor impacto en América Latina.
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