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En América Latina y el Caribe el 7,2% de los niños menores de 5 años vive con sobrepeso, según lo señala la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. En México, más del 26% de los estudiantes de educación primaria; es decir cuatro de cada 10 niños de entre 6 y 11 años, padecen obesidad o sobrepeso. 

Sin embargo, el caso de Ecuador también destaca. Según la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) publicada entre 2014 y 2015 indica que en esta nación el 29,9% de niños de 5 a 11 años tienen sobrepeso y obesidad. Esta incidencia sube al 62,8% en la población adulta (de 19 a 59 años).

Ante esta preocupación por la mala alimentación y enfermedades que ocasiona la “comida chatarra” en los infantes, fue que en un par de jóvenes ecuatorianos surgió la idea de crear una aplicación móvil para generar conciencia entre los jóvenes, según lo comenta David Guanoluisa en una entrevista para Distintas Latitudes.

David junto a Gustavo Bejarano, ambos nacidos dentro de la “generación Z” hace 17 años, emprendieron el desarrollo de la aplicación, llamada EaT, dentro de la Unidad Educativa Don Bosco La Tola de la ciudad de Quito, la cual les llevó seis meses hasta obtener el producto final. Ambos se graduaron de bachilleres técnicos en aplicaciones informáticas. El desarrollo de esta aplicación fue el proyecto con el que se graduaron. Según cuenta David, él iniciará sus estudios superiores en Mecatrónica y Gustavo se ha inclinado por el cine y la animación.

El desarrollo del juego pasó por tres etapas, primero se diseñaron los personajes que fueron dibujados e ilustrados por David y Gustavo. En una segunda etapa se bosquejaron los escenarios. En la tercera y última etapa se llevó a cabo la programación del juego con la ayuda del software Unity, para posteriormente testear la aplicación en Android.

Dinámica del juego

EaT tiene un personaje principal que se llama “Luisito”. David comenta que el nombre fue inspirado en un compañero de clase que en los recreos siempre lo veían consumir comida chatarra. El juego tiene tres niveles por los que el personaje atraviesa: desayuno, almuerzo y merienda, cada uno con su nivel de dificultad. Los distintos alimentos que van apareciendo en la pantalla se los debe llevar hacia “Luisito”,  distinguiendo entre los saludables y los que no lo son, estos últimos se los deposita en un tacho de basura.  Si el personaje consume alimentos no recomendados, muere.

En las distintas etapas del juego se muestran enfermedades más frecuentes que son causadas por una mala alimentación. El objetivo que los jóvenes buscan con esta aplicación es concientizar de una manera interactiva sobre la alimentación saludable dando la información relevante, valores nutricionales y características para mejorar la alimentación de las demás personas.

Este entusiasmo, creatividad y pasión por la programación les llevó a ser premiados en España. La aplicación ganó el primer lugar en el reto STEM4Good Américas que es organizado por la OEA, la CITEL y por TELEFÓNICA con el fin de abrir un espacio para los jóvenes empresarios de entre 14 y 18 años. Cerca de 4 mil participantes procedentes de los Estados miembros de la OEA presentaron iniciativas para participar en el concurso.

Esta es una acción enmarcada en la “Alianza TIC 2030 Américas”, la cual por medio de un concurso en línea busca animar el desarrollo de herramientas tecnológicas que tengan como objetivo contribuir a mejorar algún aspecto cercano a la vida de los estudiantes, y que además respondan a alguno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Entre los premios que David y Gustavo recibieron está una impresora 3D de última generación con los 15 filamentos, 4 Kits de Robótica y una licencia en Google Play que les permite subir a la plataforma las nuevas apps que desarrollen. El juego aún no se encuentra en la Play Store.

La preocupación por la obesidad y salud de los ecuatorianos es compartida por el Estado. En el 2013 se expidió el Reglamento Sanitario Sustitutivo de Alimentos Procesados para el Consumo Humano que obliga a las empresas a etiquetar sus productos con un semáforo.

Esto garantiza el derecho constitucional de acceder a información clara, precisa y no engañosa que facilita al consumidor la correcta elección de alimentos para su adquisición y consumo.

Esta etiqueta consta de una imagen compuesta por barras horizontales que representan los contenidos de grasas, azúcar y sal de los productos alimenticios. Estas barras tienen diferente color de acuerdo a su nivel de contenido, así, cuando el contenido del nutriente crítico sea alto el color es rojo, cuando es de contenido medio el color es amarillo y si es bajo tiene un color verde.

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José A. Mendieta T. (@jamendietat) Pedro Vicente Maldonado-Pichincha-Ecuador. 1993. Estudiante de Comunicación Social en la Universidad Central del Ecuador. Becario nacional Senescyt 3er Nivel. Fotógrafo de pasatiempo. Me interesa la ciencia-tecnología y temas relacionados con la desigualdad social.

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