Texto y foto: Juan Mayorga
Gestores comunitarios del agua en distintos países de América Latina destacaron la necesidad de defender el cobro del costo de sus servicios y de obtener protección regulatoria a fin de alcanzar su sostenibilidad financiera y poder proveer agua y saneamiento en la región.
Representantes de organizaciones comunitarias de agua de Paraguay, Colombia, Ecuador, Costa Rica, El Salvador y México compartieron sus experiencias en el tema en la mesa Sostenibilidad financiera de las Organizaciones Comunitarias de Agua y Saneamiento (OCSAS), realizada en el segundo día del VIII Encuentro Latinoamericano de Gestión Comunitaria del Agua, en Oaxtepec, Morelos.
Los asistentes coincidieron en que las organizaciones comunitarias padecen la falta de apoyos tanto del estado (recursos, infraestructura o legislación) como de la sociedad, que muestra resistencia a pagar por los costos reales de la operación, lo que les dificulta cumplir sus metas de provisión de agua potable y saneamiento.
“Somos organizaciones sin fines de lucro, pero sin ánimo de pérdidas. Como empresas no podemos darnos el lujo de regalar el agua. El agua es de todos, pero el servicio tiene su costo”, destacó Roy Arias, de la Unión de Acueductos de la Península de Nicoya, en Costa Rica.
“En Costa Rica se vende el metro cúbico de agua en .30 centavos de dólar, mientras que, si se pagaran esos 1,000 litros a precio de agua embotellada (1.5 USD por botella) serían 1,500 USD. En el mundo se consumen, perfumes, agua, leche y nadie pone peros para pagar esos servicios, pero ponen peros para pagar el líquido que nos da la vida”, señaló Arias.
Luis Velasco, representante de Aquacol, de Colombia, explicó que las organizaciones en Colombia se benefician de una ley nacional que prohíbe la provisión del servicio a un precio menor que los costos de operación. Asimismo, indicó que las tarifas se encuentran reguladas por un ente adscrito al ministerio de Vivienda que considera tanto el costo del servicio como la estratificación social.
Velasco pidió no confundir el pago por el servicio provisto por las organizaciones comunitarias con la compra de productos altamente comercializados, como es el agua embotellada lo cual, detalló, diferencia a las organizaciones sociales de los esquemas de privatización. “Las tarifas no se relacionan con la venta de agua sino la prestación de un servicio”, aseguró Velasco.
En un caso contrario en lo que respecta a regulación, El Salvador no cuenta con una ley de aguas ni un organismo que determine las tarifas, lo cual resulta problemático pero también le da libertad a las organizaciones comunitarias para definir sus tarifas, explicó José Miguel Orellana, asesor del comunitario en tarificación de servicios.
“Lo que buscamos es que la cuota para la comunidad por el servicio de agua sea real. Eso implica cobrar todos los costos administrativos más la reposición del sistema. Con eso aseguramos de que tras la vida útil del sistema de agua tengamos dinero para volver a construir”, explicó Orellana.
Fernando Britos, contador y participante en la gestión comunitaria del agua en Paraguay, destacó que el organismo regulador en su país, el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (ERSSAN), minimiza las tarifas para las empresas privadas bajo el argumento de que “generan utilidades”.
“Estamos adquiriendo una nueva visión: sí necesitamos ser una empresa social, siempre con sentido social. Hay que usar las economías de escala para bajar los costos, porque es uno de los pocos recursos para alcanzar la autonomía financiera”, indicó Britos.
Pedro Muñoz Álvarez, operador de la junta de agua de Cojitambo, Ecuador, explicó que en el caso de la organización se ha alcanzado la sostenibilidad financiera mediante organización comunitaria y un estricto cumplimiento de los pagos y penalizaciones.
“Nosotros no recibimos ningún centavo partido por la mitad de ninguna institución pública. La junta ha sido autónoma”, dijo Muñoz.
La organización en Cojitambo, pionera en este modelo en Ecuador y reconocida a nivel internacional, ha realiza operaciones de control y mantenimiento, construye infraestructura, y también protege el entorno natural que nutre las fuentes de agua, mediante reforestaciones y eliminación de especies invasoras.
Distintas Latitudes realiza la cobertura del VIII Encuentro de Gestión Comunitaria del Agua, #VIIIEncuentroGCA.