La violencia digital es una extensión de la violencia que viven a diario las mujeres, esa premisa nos incentivó a conversar con Fem Hack Arg y Luchadoras, sobre desafíos y estrategias para poder habitar el ciberespacio sin miedo y con gozo.
La violencia digital opera igual que la violencia que viven a diario las mujeres, no es como muchas personas aseguran, “una nueva expresión de violencia de género”. Y aunque se manifieste dentro de un espacio virtual puede provocar daños físicos y psicológicos.
La violencia digital tiene características específicas como:
Una vez que el agresor primario ejerce violencia en línea, ésta llega a una audiencia infinita como es la web, donde se encuentran otros agresores capaces de perpetuar esa violencia.
El anonimato de quienes ejercen violencia en línea aumenta en la víctima la vulnerabilidad y desprotección ante ataques cibernéticos.
A diferencia de otras violencias que se manifiestan en espacios físicos, como el doméstico o el laboral, en la violencia digital el agresor marca su presencia aún en estado ausente.
La violencia en línea traspasa fronteras geográficas y permanece en el tiempo. El panorama regional respecto a la violencia digital es diverso y complejo, no todos los países de América Latina tienen el mismo nivel de conocimiento sobre cómo se vive la violencia cibernética. Esto también se traduce en la ausencia, o falta de regulación, de políticas públicas que den respuestas rápidas y eficaces, frente a ataques cibernéticos en cualquier país de la región.
Existen organizaciones y colectivas en la región que trabajan por la libertad de expresión y el ejercicio de los derechos humanos en el ámbito digital, desde una perspectiva de género.
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, consultamos sobre la problemática a Fem Hack Arg (Argentina) y Luchadoras (México), también ahondamos en algunas estrategias para usar internet sin miedo y con gozo.
Algunas de las formas más recurrentes de violencia digital, según Fem Hack Arg y Luchadoras, son la difusión no consentida de material íntimo, el acoso cibernético, el acceso indebido a redes sociales y sistemas de mensajería, la práctica del doxing (investigación y publicación de información privada sobre una persona o institución), las amenazas y omisiones por parte de actores con poder regulatorio y la sustitución de identidad.
Tres estrategias para usar internet sin miedo y con gozo
¿Cómo deberíamos actuar ante una situación de violencia digital?
Luchadoras: Reconocer que es real y que tiene impactos físicos y emocionales. Acompañar a las víctimas, no culpabilizarlas. Poner los ojos en los agresores.
Fem Hack Arg: Acercarse a una colectiva para asesorarse y poder actuar en consecuencia. Abordar el foco de violencia para ver qué medidas puntuales tomar. Comunicar a familiares y amigxs que estamos sufriendo este tipo de violencia. Denunciar.
¿Tres estrategias para usar internet sin miedo y con gozo?
Luchadoras: Las estrategias para usar internet sin miedo y con gozo van de la mano con la pregunta de cómo deberíamos actuar: 1) No desestimar este tipo de violencia, reconocer que es real. 2) Hacer un uso crítico de las tecnologías. 3) Acompañarnos entre nosotras.
Fem Hack Arg: 1) Mantener seguros nuestros dispositivos mediante el uso de contraseñas robustas, cifrar las terminales (hay herramientas y aplicaciones muy sencillas de usar). 2) Tener un buen antivirus, tapar la cámara web. 3) Usar apps de mensajerías seguras, desactivar la geolocalización de nuestro celular.
Si pasa en lo digital también es real
Desde ambos espacios asumen como un desafío para combatir la violencia digital en sus países, el dejar de pensar el ciberespacio como un ámbito paralelo a la vida cotidiana.
Fem Hack Arg tiene un lema que dice “si pasa en lo digital también es real”, para dar cuenta que los dispositivos móviles son una bitácora de la vida cotidiana de todas las personas.
¿Qué desafíos tienen por delante para combatir la violencia digital en sus países?
Fem Hack Arg: Hacemos hincapié en la alfabetización digital, estamos en permanente lucha por la conquista y apropiación de territorios como nuestros cuerpos, pero también debemos apropiarnos de las tecnologías. Somos plenamente conscientes de los peligros que nos acechan en la calle, pero no asumimos la misma postura cuando se trata de los peligros que se esconden detrás de las tecnologías.
Luchadoras: Uno de los mayores desafíos es empezar a delinear cuáles son las responsabilidades de cada uno de los actores involucrados en el tema. El reto más allá de la creación de legislaciones es la puesta en práctica real de las mismas, otra cosa muy importante y urgente es pensar en qué necesitan las víctimas de violencia cibernética.
Fem Hack Arg: El mayor desafío es legislar con perspectiva de género ya que también observamos una pésima técnica legislativa teñida de conceptos arcaicos. La falta de un análisis profundo con perspectiva de género, sumado a conceptos acartonados por desconocimiento de cómo funcionan las tecnologías de la información y la comunicación, son un combo explosivo que debemos combatir.
Luchadoras: Hay que pensar también en medidas de reparación para las víctimas, ¿ellas qué necesitan? ¿Qué impactos tiene en ellas? ¿Qué significa para ellas justicia? ¿Qué debe pasar para reparar el daño que vivieron? También toca pensar en cuál es la responsabilidad de cada uno de los intermediarios de internet, ¿qué tal están las políticas de Facebook, Twitter y otras plataformas para perseguir el acoso cibernético? ¿Qué tan rápido están actuando? ¿Cómo van mejorando progresivamente sus políticas?
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Tal como se expresa en el informe La violencia de género en México y las tecnologías de la información, realizado por Estefanía Vela y Erika Smith: “La lucha en contra de este tipo de violencia de género debe involucrar no solo al Estado, sino a la misma sociedad civil”.
Frente a esta problemática cobran relevancia iniciativas como las de Fem Hack Arg y Luchadoras, como tantas otras que fomentan espacios virtuales libres de violencia, sin embargo tocará trabajar para cumplir los retos y desafíos que este tema necesita, como la alfabetización digital y la articulación de políticas públicas en todos los países de la región.
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Ilustración de portada: Alma Ríos