Fotografía: Cortesía de la entrevistada

Claudia Morales es un caleidoscopio de oficios: Licenciada en Planificación del Territorio y Medio Ambiente, animalista, emprendedora, amante de mapaches (tiene un emprendimiento llamado así) y librera. Sobre todo librera. 

Para mantener a flote la sucursal de la editorial para la que trabaja en Cochabamba, afectada como las demás por la pandemia, comenzó a hacer delivery de libros con su bicicleta. 

A veces los pedidos la llevan demasiado lejos. Tras varias horas pedaleando, el pecho de Claudia comienza a sentirse como atrapado bajo una bolsa de arena: sufre de hipertensión pulmonar, una de las razones por las que dejó atrás la altura de Potosí junto a su familia cuando tenía ocho años. 

Pese a aquella dificultad, siempre llega a su destino. Nos conocimos así. Abrí la puerta y la encontré plantada fuera de mi casa con el ejemplar que había pedido envuelto en papel madera y un membrete blanco: “El Cuervo Editorial”. Pese a las gafas y el cubrebocas pude advertir una sonrisa. Claudia siempre sonríe, lo hace cuando me cuenta cómo es llevar libros por toda la ciudad. Ha leído casi todos los de la editorial, conoce bien lo que vende. Quizás eso explique la felicidad.