En los últimos tres años, Migue Leyva dejó de ser un completo desconocido para convertirse en el príncipe de la moda alternativa cubana. “Yo pasé de ser el raro que nadie entendía al raro que luce bien”, especifica medio en broma.
Leyva es alto y desgarbado, de boca gruesa, cabellos rebeldes, rostro largo y estrecho. En la calle suele llamar la atención por su manera excéntrica de vestir, casi siempre fuera de lo normal. “A veces me levanto en estado high fashion y me pongo un reguero de cosas que me muero de calor”, dice, “pero no importa. Yo soy una persona súper moda y no me da miedo exponerlo”.
Entusiasta del styling desde la adolescencia, Leyva decidió dedicarse a la moda a los 21 años, después del desfile de Chanel en La Habana de 2016. “Fue cuando me dije que podía dar resultado”, dice. Ahora es modelo, estilista,fashion blogger, brand promotery director de su propia agencia. Después de todo, ha logrado tener éxito en un país donde la cultura de las pasarelas está renaciendo de la mano de jóvenes como él, empeñados en recuperar el brillo y el glamour de una industria largamente olvidada.