Juan Manuel Capi va por la vida pensando en Mina y en cómo convertirse en ella de una manera diferente cada semana. Algunas noches tomará una forma conocida, como La Madre Dragones de Game Of Thrones o Titania de X-Men. Otras, será una femme fatale inventada, como esas superhembras que dibujaba en su adolescencia inspirado por el animé.
Mina se manifiesta después de un meticuloso proceso que explota los talentos de Juanma para el maquillaje, el estilismo y la caracterización. A sus 27 años, ser drag queen le permite transformar en arte y oficio un juego que se remonta a su niñez, cuando se disfrazaba con la ropa de su mamá, Alisú.
Vive con ella en Lanús y a veces lo ve llegar “montado”, después de una noche como anfitrión de las fiestas Whip en la disco Amérika, un trabajo al ritmo del ocio. El niño que le revolvía el armario es hoy, en esos momentos, una vista más espectacular que el amanecer.