Como todos los días, animado, Víctor Manuel Álvarez comienza su rutina a las 4:30 a.m. El joven de piel morena, cabello oscuro y ojos rasgados se prepara para ir a trabajar intentando no despertar a sus tres hijos ni a su esposa.
Víctor es uno de los 24 mil recolectores de basura de la Ciudad de México (CDMX). Al principio de la pandemia no se la tomaba tan en serio. No fue hasta que empeoró la situación que comenzó a seguir las medidas recomendadas. “Un día saludaba a mis compañeros y a la semana me enteraba que habían fallecido. Así fue durante un par de meses.”
A pesar de la situación nunca dejó de trabajar. La CDMX genera 12 mil 998 toneladas diarias de basura. Bastaría con un día para que el caos se apodere de la capital si la recolecta para. A sus cortos 26 años de edad se siente agradecido pues, después de 11 años recolectando basura, comenzó a percibir un cambio en la actitud de las personas.
“Nos veían como los apestados y ahora nos ven con mayor respeto y agradecimiento. Aprecian más nuestro trabajo. Me siento como un héroe.”