Fotografía: Leyre Reyes

A pesar de ver sólo la mitad de su rostro por la mascarilla, Yolanda Padilla, Yoli, desborda con la voz la ilusión que siente por su labor. Junto con sus compañeras, Blanca y Diana, dirige la Fundación Casa de Acogida María Amor. Apoyan a mujeres víctimas de violencia en Cuenca.

Se define como feminista y sociable. Feminista porque cree en un mundo mejor para las mujeres, sociable porque su actitud te hace sonreír. Tiene 45 años y es Ingeniera Comercial, pero decidió que no trabajaría detrás de un escritorio. 

Aunque lleva nueve años a cargo de lo financiero, también se encarga de acoger a víctimas, brindar terapia, talleres y asesoramiento económico para que cuando salgan de la Casa puedan defenderse por sí mismas. 

Como todo en el mundo, la pandemia la obligó a reinventarse. Duplicó horas de trabajo para asegurarse que ninguna mujer estuviera encerrada con su agresor y para conseguir el dinero que se requiere en medio de una crisis global. 

Esta causa es la que la hace feliz, las mujeres de la casa son sus amigas y ama convivir con ellas. “Ver que una compañera y sus hijos cambian su vida para mí es un logro”, concluye contenta.