Fer Lizano, líder de la banda de punk Ache, conversa sobre los desafíos del género en Costa Rica.
En rincones subterráneos de entornos urbanos a mediados de los años ochenta surgieron expresiones artísticas que desafiaron la rectitud del mundo gay de la época y las violencias homofóbicas y machistas que se anclaban —irónicamente— en la escena punk. La corriente cultural llamada queercore salió del armario haciendo literatura, música y redes que desafiaron fronteras para convertirse en un espacio seguro para quienes resignifican lo marica: lesbianas, homosexuales y personas trans.
Nadie disputa el origen geográfico del queercore porque nadie lo sabe con exactitud. A América Latina llegó en un primer momento por medio de cassettes, fanzines y cartas postales. Con la aparición del internet las piezas artísticas queercore conocidas inspiraron a personas de distintas latitudes a crear propuestas que apuestan por romper la hegemonía del género.
Una de esas personas es Fer Lizano (San José de Costa Rica, 1990), conocida también como Topo Sikosis. En 2006 creó junto a dos amigos y con una “ache” de más Hembolia Cerebral, una banda de punk de Guanacaste, una provincia rural al oeste de su país. En 2015, Fer formalizó su proyecto solista e hizo una mezcla acústica de rabia y cariño que le ha dejado —hasta el momento— dos discos: Hacer un nido por acá y Nuestro refugio es amar que vio la luz en noviembre de 2018.
Y esto es lo que Fer nos dice del punk y su apuesta.
¿Cuándo fue el momento en que te diste cuenta que este sistema no era para ti?
Situaciones muchas. Siempre detesté el bullying, lo viví en carne propia e igual lo presencié contra otrxs. Recuerdo una escena de una niña tratando de unir un montón de flores rotas que estaban en el patio de la escuela a la que iba, otros niños las habían pisoteado. Recuerdo un profesor burlarse de ella y yo preferí ayudarle antes que burlarme, por supuesto, nunca pudimos arreglar las plantas trituradas, pero prefiero gastarme la vida arreglando flores rotas que burlándome de quienes sueñan con un entorno mejor.
¿Cómo fue crecer siendo una persona de género fluido en la escena punk de Guanacaste?
Nunca hubo una escena punk en Guanacaste, es una zona rural. Ahora en Costa Rica poco a poco hay más participación de chicas y personas trans en bandas lo que va marcando una diferencia. Bandas como Punto Konflictivo y Ladrona acumulan un público que en su mayoría busca inclusión y diversión en los conciertos, dejando de lado a quienes quieren inmiscuirse entre parlantes solo para violentar.
Me defino queer conscientemente quizás desde hace unos diez años, pero creo que inconscientemente siempre lo fui y tuve mucha suerte. Crecí con amigxs y familia a mi lado, con más motivos en común para luchar que cualquier rencilla, sin embargo siento que, eso me dio un sentido de empatía por quienes no tuvieron nada de esa suerte.
En tu percepción, ¿cómo es la vida de las personas LGBTI+ en Guanacaste?
No creo que muy diferente al resto de Latinoamérica en contextos rurales: hay violencia intrafamiliar, abandono, violaciones, heridas que calan el alma, historias que endurecen corazones. Sin duda no niego, que quienes tuvimos suerte de crecer en un entorno inclusivo existimos, eso no nos mantiene lejos de la violencia.
Poco a poco a nivel nacional, de unos diez años para acá y gracias a grandes activistas LGBTI+ como Shi Alarcón, Sitaira Cubillo, Abelardo Araya entre muchos y muchas otras, se ha avanzado en materia pedagógica, social y política. Colectivas como TransVida llevan años luchando para mejorar las condiciones de estudio de personas trans en Costa Rica. Universidades públicas e inclusive provincias se han declarado espacios seguros para poblaciones diversas, y aunque, todas estas acciones puedan parecer poco, siento que ha habido tanto debate que el tema empieza a volverse un poco menos controversial y un tanto más (cómo debería ser) cotidiano.
¿Crees que tu música cambia a las personas?
No lo sé, eso me gusta creer. Pero no es algo que pueda controlar, por ahí dijo Pat The Bunny: “si cantar cambiara algo sería ilegal”. Así que dudo genere mayor impacto. Hay grupos gigantes haciendo giras que llevan décadas cantando verdades incendiarias, si ellxs no lo han logrado, menos yo. Pero, si alguien en algún lugar, puede escuchar mis canciones y sentarse a llorar; puede beber algo de jugo y recordar buenos momentos o puede quedarse tarareando algún tema de los que hago mientras piensa en algún proyecto social que pueda llevar a cabo, todo vale la pena.
¿Para quién es Nuestro refugio es amar?
Para quienes son diferentes. Y recordar que debemos no solamente crear espacios seguros dentro de nuestros conciertos, calles y hogares, sino en nuestros corazones. Si nuestra resistencia es ser felices, definitivamente nuestro refugio es amar.
¿Cuál es la tocada más memorable de Topo Sikosis?
Ay, mi corazón, son muchísimos momentos. [Uno de ellos fue] en San Luis Potosí, México, el 7 de abril del 2017. No solo por tocar fuera de mis tierras sino, por tanto cariño que siempre me hizo sentir en casa. Por escuchar gente susurrar mis temas, besos, y abrazos. Y la presentación oficial de Nuestro refugio es amar entre palmas y voces de antes y de hoy, amistad, complicidad y resistencia. No puedo explicar lo hermoso que es, que temas que una ve nacer, de pronto se hacen un coro en voces de distintas personas. No sé, una se siente ya no cantante, sino canción.
¿Con quién te gustaría hacer una canción?
¡Ay, amor! Qué lindo soñar, no sé, yo amaría hacer algo con Kike Tormenta, Boom Boom Kid, Flor Linyera o Days N Daze. No voy a mentir, sueño con algunas colaboraciones internacionales de seres que sigo hace años y admiro harto. Pero si he de poner los pies en la tierra, deseo hacer un par de colaboraciones con algunxs monstruitxs locales, que sé, se gestarán eventualmente.
¿Qué canción latinoamericana hace falta escuchar frente a las violencias de género?
Porque nos da la gana de Sudor Marika. No hay mucho que agregar, la letra lo dice todo.
¿Cuándo fue la última vez que te reíste hasta llorar?
Me dedico hace tiempo a existir por las oficinas más aburridas del planeta, [pero] pude escaparme unos días con varios amigos y amigas para rondar mis lugares favoritos. Por un momento tuve miedo de que hubiese pasado mucho tiempo sin algo así. Pero en realidad hace menos de dos semanas de esto junto a ellos. Entre música y comida, tuve que tomar algo de agua y sentarme un momento. Estuve literalmente llorando de la risa por al menos diez minutos. Perdida entre recuerdos y anécdotas bobas. Por eso lo digo y lo sostengo, Topo Sikosis somos mi guitarra y yo, pero mis amigxs siempre están conmigo. Sin ellxs yo no haría canciones ni lograría seguir existiendo. Topo Sikosis es una banda de folk punk de una integrante y muchxs amigxs.
¿Cómo es tu refugio?
Mi refugio puede ser una charla íntima con cereal o café. Puede ser a solas entre maullidos del tiempo, mi refugio es saberme tranquila y saberte libre de violencia. Creo en que, a base de amor podemos construir un nido para descansar y tomar fuerzas para seguir aprendiendo y creando. Creo en vos cuando pudiendo elegir la apatía, elegís crear.
BONUS, bandas de Costa Rica que recomienda Topo Sikosis.
Nanuka – Folk Feminista en Bandcamp
Anamá – Trova Feminista en Bandcamp
Ladrona – Fabuloso D-beat Punk en Bandcamp
Punto Konflictivo – Hard Punk Rabioso en Bandcamp
Santamarina – Trans Rock en Bandcamp
La Voz Nativa – Rap en Soundcloud
Bajo Custodia – Punk Rock Social en Bandcamp
Hembolia Cerebral – Punk Magic Queer Crust en Bandcamp