Skip to main content

Ilustración: Alma Ríos

Jim Mayerstein, ciclista mexicano, conversó sobre el ciclismo, sobre las leyes de seguridad vial en Ciudad de México y mucho más.


Según el Global Traffic Scorecard elaborado por la consultora INRIX,  Bogotá, Ciudad de México, Sao Paulo y Río de Janeiro son las cuatro ciudades de América Latina que están dentro de las 10 con el peor tráfico vehicular del mundo. En la Ciudad de México se pierden 218 horas en el tránsito, es la cuarta ciudad con más problemas de congestión vial.

De lunes a viernes, 15.63 millones de personas se mueven en la Ciudad de México. Jim Mayerstein (Ciudad de México, 1988), es una de esas personas. Jim lleva más de una década moviéndose en bicicleta. Es socio de La Bicicooperativa Urbana del cual se desprende un servicio de mensajería en bicicleta llamado BicienVía.

Jim confía en que esta ciudad es la ideal para moverse en bicicleta si se aplicaran leyes de seguridad vial y compromisos gubernamentales para mantener en buen estado la infraestructura y así hacer más vivible esta ciudad para todas y todos. En 2017, según la Encuesta Origen Destino (EOD), se realizaron 240 mil viajes en bicicleta en la ciudad.

De esto y algo más habló Jim con Distintas Latitudes. Con esta conversación cerramos la primera temporada de #EntrevistasLATAM.

¿Qué te motivó a optar por la bicicleta como medio de transporte y qué beneficios te ha otorgado?

Viví un tiempo en Estados Unidos, en San Francisco, y ahí vi que la bici era algo mucho más serio. Conocí el mundo de los mensajeros y dije: ¡Órale!, esto está muy chido (bien) porque me identifiqué mucho con esa banda (personas), eran punks, eran jóvenes que no querían estar en el mundo corporativo tradicional y vivían de repartir cosas en bici. Al final en ciudades caóticas, en ciudades grandes en general en cualquier ciudad de mediano tamaño es mucho más eficiente que vaya una persona en bici repartiendo cosas a que vayas en un auto con todos los costos que eso implica. Ahí descubrí que eso existía y cuando regresé a México dije por qué no hacer algo así y también me di cuenta que era fácil moverse en bici. Tenemos una ciudad plana, entonces era como muy sencillo agarrar la bici, ir a cualquier lado y así empecé.

Poco a poco fui conociendo gente que compartía esto. Conocí a Bicitekas (organización que promueve el ciclismo urbano en la Ciudad de México), a varios amigos que vivían del lado norte de la ciudad y se convirtió en algo cotidiano. Ya no pensaba: “me iré en bici, en metro o en taxi”, ya sólo me iba en bici a todos lados. Y así fue que me involucré en este mundo: por practicidad y porque era divertido. Tenía 19 años y era todavía así de “no voy a hacer lo que me diga mi mamá”, la bici fue también una forma contestataria de decirle a mi mamá que voy a hacer lo que yo quiera, soy independiente, me voy a ir a donde yo quiera.

Los beneficios han sido mucho ahorro, bueno, la bici no es barata ya una vez que te clavas (apasionas) pero, ir a cualquier lado no me representa mayor gasto. Salud, también lo hago de forma deportiva. Y una comunidad increíble. A través de la bici he podido viajar, he podido conocer gente, creo que de todo es con lo que me quedo y lo más valioso, me quedo con la gente que también cree en esto.

Hace unas semanas organizaciones civiles entregaron al Congreso mexicano una propuesta de Ley de Seguridad Vial, ¿por qué es importante?

A nivel nacional no se toma muy enserio el tema de seguridad vial, creo que los accidentes y hechos de tránsito son la primer causa de muerte entre jóvenes de 15 a 25 años.

Es muy importante tomar en cuenta este tema de seguridad vial desde todos los frentes no nada más desde el auto. Creo que a nivel nacional todas las políticas se han enfocado a hacer carreteras seguras desde el diseño, carreteras en donde puedes ir a tanta velocidad y el riesgo de sufrir un accidente es menor porque están diseñadas para ello.

Pero es importante que sea una ley federal porque obligas a todas las entidades a tomar el tema dentro de sus agendas y eso es beneficioso para las personas al salir a la calle y también es un tema de salud pública. Las incapacidades, las horas hombre que se pierden en el tránsito, los costos marginales en personas, infraestructura y en los bienes materiales de las ciudades y de las personas son altísimos, entonces ciudades más seguras desde el punto de vista de la vialidad son ciudades más sanas en todos los aspectos: tienes gente más sana, tienes menos gente con discapacidades adquiridas, que por supuesto no es malo tener una discapacidad, lo malo es cuando son adquiridas y toda tu vida cambia.

¿Has sentido miedo de morir en un accidente de tránsito?

Oh sí, o sea todos los días, no salgo pensando en eso pero estoy consciente. No sé lo que vaya a pasar afuera.

Nuestra vida no se toma en serio, mucha gente cree que está uno jugando, paseando, cuando no. Yo también quiero llegar al trabajo, yo también estoy trabajando, yo también tengo derecho a ocupar ese espacio de la calle. Y muchas veces hay este discurso de “es que tú no pagas impuestos”, no, sí pago impuestos y en realidad todos los impuestos que pagan por sus autos desgraciadamente no se van a la infraestructura, entonces también es una mentira este tema y también en ese sentido es importante que la seguridad vial se tome seriamente desde la legislación, no sé si nos tocará a esta generación verlo, pero sí es sentar el camino para que se tome en serio la importancia y los beneficios que tiene tener una buena cultura de seguridad vial de todos los usuarios, tanto del lado de gobierno como del de los ciudadanos que hacen uso de las vías.

¿Cómo es la ciudad ideal en que te gustaría rodar?

Yo me imagino una Ciudad de México exactamente igual. Yo no le cambiaría absolutamente nada porque de verdad tenemos una ciudad muy chida, es plano. A donde quieras ir a la ciudad, a excepción de las orillas es plano, el 80% de la ciudad urbanizada es plana, entonces para mí esta es la ciudad ideal.

Si añadimos la cultura de la seguridad, el buen mantenimiento de la estructura por parte de gobierno y creo que el trabajo más grande sería destruir lo que hicieron los ingenieros civiles y de transporte entre los años 70 y 90 que, bueno, quizá no destruir pero sí curar las heridas que tiene la ciudad que la hace totalmente impermeable y que no permite que los viajes de larga distancia se logren. Lograr pasar Calzada de Tlalpan, el Periférico, el Circuito Interior. Vamos a pacificar las calles, que no haya ningún un eje vial de más de tres carriles vehiculares y ya. Pero la ciudad ahí está, es esta. No cambiaría nada más que esos detalles.

¿Cuáles son los cinco puntos básicos que se requieren para el buen cumplimiento de las normas de tránsito?

En primer lugar creo que es empatía. Por ejemplo, uno como ciclista, si el vehículo que está enfrente trae su direccional, no te le claves (no te le metas), déjalo dar su vuelta y te sigues. Luego, el buen mantenimiento de la estructura vial. En tercer lugar sería hacer planeación integral, es decir, no nada más tomar en cuenta que hay mucha gente en bici en tal zona y poner ciclopistas, sino ver el problema a gran escala.

Porque el equis porcentaje de los viajes que llegan todos los días a la Ciudad de México son del Estado de México con motivos de trabajo; entonces cómo hacer que esa gente se baje del coche, y no es decir mira el metro está bien padre porque no lo está, está saturado, hay problemas de seguridad. Entonces una planeación integral metropolitana es sumamente necesaria. Y por parte de la iniciativa privada y los empleadores, si no necesitas que tus trabajadores vayan a trabajar no los hagas ir, la cultura de poder trabajar desde tu casa, de no tener que ir desde Ecatepec hasta Santa Fé hace una gran diferencia en todos los aspectos. Y la quinta… no sé creo que con esas cuatro cosas funcionaría.

Como bicimensajero, ¿cuál fue la experiencia más bizarra?

Tuve que llevar unas cenizas una vez, de una persona. La llevaba en mi mochila. Fue en 2016, en un periodo de escasez de gasolina. Hablaron a BicienVía pero nunca dijeron de qué trataba la cosa, solo que había que ir a una funeraria a recoger algo… bueno, a una funeraria se pueden recoger muchas cosas: papeles, urnas vacías. Llegué a la funeraria y dije que venía a recoger algo de tal persona y me entregaron la urna, la urna pesaba y le dije a la persona: oye esto trae a un… muertito. Y me dicen: sí, es que no pudieron venir, los familiares están atorados en algún lado sin gasolina y hoy es el velorio.  Y nada, me tuve que llevar las cenizas y fue muy raro. Trataba de no pensar que llevaba a una persona en mi mochila… literal se me subió el muerto.

¿Cuál es la mejor canción para ir tendido como vandido (rápido)?

“Civilization’s Dying” de Zero Boys. Es muy acorde a la Ciudad de México.

¿Qué colonia de la Ciudad de México te representa?

Wow, creo que me encanta la Industrial Vallejo. Es como un lugar solo y muy decadente pero que ahí está y ha sobrevivido bastante bien a la ola gentrificadora hacia el norponiente de la ciudad y hay trenes, entonces está muy padre que haya trenes. Me gusta mucho este contraste de la decadencia con la actividad económica todavía, no como solía ser hace años, pero es bonito, es muy grande, es un lugar muy espacioso. Me inspira mucha libertad esa zona, como que no tienes que estar cuidándote todo el tiempo, aunque haya un montón de trailers y toda la actividad pero es muy bonito.

¿Tienes un top 5 de fonditas (negocios de comida casera) de la Ciudad de México?

¡Uff sí, claro!  Mi top número 1 se llama Cocina Godinez, está en la Condesa, es de una amiga y es muy sabroso; me gusta porque te dan mucho entonces te llenas un montón y puedes seguir trabajando todo el día. 2. San Taco, que está en La Roma. Es comida corrida, tienen opciones de taquitos y demás. 3. Una que creo ni nombre tiene que está en Boturini y Clavijero, pero está bien sabroso y está chido porque las enchiladas no pican. Eso es fundamental para mí, que las enchiladas no piquen. 4. No necesariamente es una fonda, pero me gusta mucho Café de Raíz, que está en La Roma. También es de unos amigos de Oaxaca y está super rico, tienen unas pastas increíbles. Y siempre ha sido un punto de reunión de los ciclistas y es donde se han gestado grandes movimientos bicicleteros. Y la última, hay una fondita muy buena en Pantaco justo en Vallejo. Está riquísimo porque venden unas quesadillas como de 30 centímetros, no son las grandotas, pero neta (de verdad) cada quesadilla ha de tener como 400 gramos de papa. Es una cosa tremenda, increíble, y hay una salsita que no pica nada, es como de habanero pero la hacen como con esos tomatillos amarillos. ¡Es riquísimo!

Estamos en esta época, pero la bicicleta no se le ha ocurrido a la humanidad, no existe. ¿Qué transporte público usas para moverte en esta ciudad?

El trolebús. El trole… porque igual en esta misma idea de estar en una ciudad monstruo que se come todo que no camina a su paso, el trole camina a su paso. El trole es increíble, es el único transporte además del metrobús, que tiene sus carriles exclusivos, no contamina, es ordenado, es bonito, tiene sus paradas, tiene una historia increíble… o sea es el mutante del tranvía que de alguna forma se ha quedado viviendo en la ciudad monstruo. Y porque es muy bonito un autobús con antenitas.

mm

México (1991). Periodista independiente egresada de Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México. Le interesa escribir sobre las infinitas posibilidades de habitar el género, las resistencias desde una perspectiva de derechos humanos. Ha publicado en varios medios digitales como Kaja Negra, El Beisman, Revista Hysteria.

Deja un comentario