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Conversamos con Julieta Galatea, una mujer trans que busca contribuir a identificar espacios seguros a través de una cerveza artesanal que lleva los colores de la bandera LGBTI+ en la etiqueta.


 

La vida de Julieta Galatea Calderón (México, 1990) la llevó por el mundo de la gastronomía desde muy joven. Tras años de trabajar en restaurantes, cafeterías y grandes comedores, se dio cuenta que ese no era su lugar. Cualquiera que haya trabajado en una cocina lo sabe: el ambiente puede ser pesado y las horas de trabajo no se limitan al tiempo que el restaurante se encuentra abierto. Pronto Julieta se encontró en un empleo donde no respetaban su identidad, y además no le quedaba tiempo para convivir con su familia. Así que se fue.

Julieta nació y creció en la Ciudad de México, y aunque se crió en Xochimilco (al sur de la ciudad), ahora lleva varios años viviendo en Azcapotzalco (al norte de la ciudad), desde que a los 21 años sus padres no aceptaron su identidad de género y la obligaron a abandonar su hogar. Ahora ella, en conjunto con sus tres parejas, dirige “La Diversa”, una cervecería artesanal que busca representar las identidades LGBTI+ mexicanas y contribuir a generar espacios seguros para esta población en los lugares donde se consume la bebida.

¿De dónde surge la idea de hacer cerveza artesanal?

No fue como que llegara rápidamente ahí o que se me ocurriera de la noche a la mañana, fue algo que apareció porque fueron desapareciendo otras opciones.

Una de mis parejas con la que actualmente vivo tuvo la idea de que empezáramos a hacer conservas caseras: mermeladas y salsas. Al inicio me gustaba mucho la idea, pero nos dimos cuenta que había problemas en la producción y no nos poníamos de acuerdo. Después quise hacer queso porque soy muy fan de todo el proceso, pero me di cuenta que era algo que requería una instalación muy específica para poder realizarlo.

La cerveza fue algo accesible para mí, a diferencia de otras personas soy una persona con pocos recursos, los recursos que tengo han sido en gran medida gracias a las parejas que tengo.

Como persona trans desde que cambias de papeles ya tienes muchas trabas porque eres una persona que empieza desde cero o tienes que hacer varios trámites para recuperar lo que tenías. Entonces es muy difícil que un banco acceda a darte un préstamo, por ejemplo. Me era muy difícil pensar en acceder a cualquier cosa, si hubiera tenido los recursos tal vez si hubiera pensado en un restaurante o algo así.

La cerveza apareció porque era algo práctico, algo a lo que tenía acceso y algo que descubrí que podía empezar a hacer en casa con poco material.

 ¿Qué implica hacer un nuevo lote? ¿Tienes algún ritual para hacerlo?

Implica conseguir los materiales, la mayoría son importados. La malta, que es grano de cebada sometido a un tratamiento para usarse en cerveza, no se produce mucho en el país, al igual que el lúpulo, por lo que ambos son importados.

Alrededor del ochenta por ciento del proceso de hacer cerveza es limpiar cosas. La cerveza es algo muy delicado, te exige mucho cuidado y mucha limpieza. Es básicamente tener un cultivo microbiológico en perfecto control y perfecto estado. Ahora todo el mundo anda muy impactado con el coronavirus, pero yo llevo meses fijándome en cualquier bicho pequeño que pueda entrar a la casa porque si te descuidas y algo no limpias bien, después de dos meses de arduo trabajo no vas a tener cerveza, vas a tener 20 litros de vinagre.

Esto lo he aprendido a base de ensayo y error, hasta conseguir, como tú dices, los rituales adecuados.

 ¿Quién te apoya en el proceso de levantar la empresa?

Es una empresa familiar, por decirlo de algún modo. Mis parejas y yo vivimos en el mismo domicilio, comparto vida con otras tres personas, y entre todas realizamos distintas tareas.

Gabriela me ayuda mucho en la administración y es la voz de la razón. Con ella consulto muchas cosas del negocio.

Dany es quien se encarga muchas veces de cuidar a nuestra hija, a quien criamos entre todas, y es la persona que más provee dinero a la casa y la que me ayudó mucho a iniciar el proyecto.

Y Renee, que es otra persona no binaria, es quien más me ha apoyado con la idea y más me ha dado retroalimentación en la parte técnica, ya que tiene estudios de chef.

He visto que les interesa resaltar que “La Diversa” es manejada por una familia poliamorosa. ¿Por qué lo consideran importante?

El poliamor es un modo de vida, y para mí es importante hacer hincapié en decir modo de vida y no práctica: hago esta diferenciación porque algunas personas consideran que el poliamor es como poner el cuerno con permiso, o lo comparan con el intercambio de parejas conocido como swingers.

En nuestro caso, Gabriela, Dany y yo somos parejas entre nosotres, somos tres personas criando a nuestra hija, y Renee es solamente pareja mía. Pero eso no le impide convivir y ser parte de la familia.

Somos una familia diferente porque somos personas que sin necesidad de tener lazos sanguíneos hemos decidido vivir en la misma casa, apoyarnos y cuidarnos entre todes. Cuidarnos de la misma manera que lo haría una familia tradicional de mamá, papá y abuelos.

Si alguien se enferma, se lastima o lo atacan, todas vamos a ver por él. Eso para mí es el poliamor.

En twitter hacen mención de “La Diversa” como una empresa anticapitalista. ¿Cómo balanceas sacar adelante tu proyecto en un mundo claramente capitalista?

Lo mencionamos así porque estamos en contra de los ideales máximos del capitalismo, y es por lo que yo me siento muy contenta con el mundo de la cerveza artesanal. En el capitalismo lo que se busca es lograr la mayor cantidad de ganancias y la mayor cantidad de producción con el menor esfuerzo; la cerveza industrial representa eso, muchas cervezas comerciales ya ni siquiera son mexicanas, pertenecen a monopolios internacionales a los que no les interesa dar trabajos de calidad, no les interesa si dejan a Tijuana sin agua, sólo quieren que su producción salga adelante y sacar el mayor beneficio.

La cerveza artesanal es una contrarrespuesta a todo eso: si lo ves en un sentido totalmente capitalista la cerveza artesanal no es práctica, no es funcional, requieres muchas manos para poder hacerla, requieres ingredientes de calidad y requieres personas capacitadas y conscientes de lo que están haciendo, y cuando se logra posicionar, ser reconocida y vendida, muchas veces es porque representa algo.

Si vas a EEUU o a los estados de México, la gente que compra una cerveza artesanal lo hace porque representa a su estado, su población, su gente, entonces las cervezas artesanales sí se preocupan más por la gente, por el lugar donde están, porque saben que las primeras personas que van a dar la cara para defenderla son sus propios pobladores.

 ¿Cómo representa tu cerveza las identidades LGBTI+?

Quiero que la representación se note en cómo se expresa la cerveza, a través de sus olores, colores y sabores. Por ejemplo, La Jota (la primera cerveza de “La Diversa”) representa al hombre gay afeminado que no teme mostrar quién es. A través del nombre y la etiqueta se trata de explicar un poco de la cultura LGBTI+ de México. Por eso la portada de La Jota tiene una pluma, en referencia a la expresión de que alguien “tiene pluma”, es decir, es afeminado.

La idea es ir sacando una serie de cervezas con distintos estilos que vayan representando todas las poblaciones LGBTI+.

Por lo general cuando uno no sabe de cerveza artesanal lo que conoce es la cerveza comercial, y llegan y te dicen: ¿Es cerveza clara u oscura? Y no, les explico, así como te dicen que nada más hay personas heterosexuales y nada más hay hombres y mujeres, descubres que hay todo un mundo y pasa lo mismo con la cerveza artesanal, hay todo un universo de estilos que tienen distintos sabores, aromas, formas diferentes.

 Además de la tuya, ¿cuál es tu cerveza favorita?

No hay una en específico, pero de estilo me gustan mucho las cervezas “Stout”. Si volvemos a la cerveza clara y oscura, la Stout es brea negra. Es muy densa, pesada y tiene sabores muy intensos. Resalta la presencia de los granos, y dependiendo de la elaboración y habilidad del maestro cervecero puede tener sabores a chocolate, café o hasta pan tostado.

Este estilo viene de Irlanda, está pensada para aguantar el frío, la tomas y es muy vigorizante, te calienta el cuerpo inmediatamente.

Salir al mundo a presentar un producto es complicado, y una cerveza artesanal no es la excepción. ¿Ser una persona trans le añadió dificultad a esto? ¿Qué obstáculos tiene una persona trans que las personas cisgénero (que no somos trans) no tenemos?

En un primer vistazo te podría decir que sí le añade dificultad, porque soy una persona que está todavía más estigmatizada dentro de la sociedad y dentro de la propia población LGBTI+. Pero por otro lado, es saber aprender de esto y volverlo una fortaleza. Alguna persona lesbiana o gay, según su expresión de género, podrían decidir pasar desapercibidos u ocultarse, estar en un trabajo y no mencionar sus relaciones afectivas, en cambio yo no puedo ocultar que soy trans porque es algo que se nota a simple vista.

Aunque tomo hormonas, se nota en mi cuerpo, mi altura, mi tono de voz, desde que abro los ojos soy una persona trans visible, desde que pongo un pie fuera de mi casa sé que estoy expuesta al odio. Pero decido aprender de esto y tratar de ser una inspiración para otras personas LGBTI+ allá afuera: si yo puedo salir adelante y poner una empresa, cualquiera podría salir del clóset, cualquiera debería poder exigir y demandar que su empresa le respete.

Por parte de otros empresarios yo no he sentido discriminación hacia mí por ser una mujer trans, pero sí hacia la cerveza por ser LGBTI+ de manera abierta. Tuve problemas en un bar en Zona Rosa donde no me quisieron recibir de muy buena gana porque la cerveza se llamaba La Jota y porque tenía la bandera arcoíris alrededor. Me dijeron que era algo muy escandaloso, explícito y que eso podía incomodar a los clientes. Dijeron que era buena la idea, pero que debería intentar hacer algo más discreto.

En cambio cuando fui a un bar de cerveza artesanal me recibieron muy bien, hasta me dijeron que debía poner la bandera arcoíris más grande en la etiqueta.

 ¿En dónde te gustaría ver a La Diversa a la venta en un futuro?

No pienso en un lugar en específico, pero me gustaría que cuando vieras que en un lugar venden mi cerveza signifique que estás en un lugar seguro para las personas LGBTI+.

Yo lo vivo todos los días, cuando voy a un restaurante o un bar tengo que hacer preguntas sutiles, ver cómo se comporta la gente alrededor, tan siquiera para saber si puedo ir al baño y no va a aparecer un policía que me va a sacar, o alguien gritándome o amenazándome.

Para parejas lésbicas o gays, llegar a una cafetería y tomarse de la mano o darse un beso puede ser algo de cuidado, una tiene que pensar si está en un lugar seguro, y me gustaría que “La Diversa” pudiera ser un indicador de eso, que quien la ve pueda saber que en ese lugar es aceptada.

¿Qué canción te gustaría que la gente cante/baile mientras beba tu cerveza?

No lo había pensado, pero me gustaría que fuera alguna canción de Renee Goust, es una persona no binaria, toca cumbia y tiene letras muy bonitas, que hablan de la diversidad, de las mujeres y del amor de una manera diferente, más allá de lo heterosexual.

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Ilustración: Alma Ríos.
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México (1991). Periodista interesado en derechos humanos. Ha sido seleccionado para talleres y seminarios de Periodismo CIDE, como el Seminario de Periodismo Emprendedor, en su primera edición, además del Seminario de Periodismo de Investigación «Miroslava Breach» de Quinto Elemento Lab. Es activista por los derechos de la comunidad LGBT+ en su ciudad natal.

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