Uberto Salgado, especialista, conversó sobre la relación entre cambio climático y migración.
Los fenómenos migratorios y desplazamientos humanos son una constante en América Latina. Los motivos de estas migraciones han sido variados; y, a decir de especialistas en estos temas, en un futuro no muy lejano los desplazamientos migratorios crecerán exponencialmente por cuestiones relacionadas con el cambio climático, especialmente en regiones vulnerables de la región. Es decir, se migrará cada vez más como consecuencia de sequías, huracanes, inundaciones, incendios forestales, entre otros fenómenos.
Uno de los especialistas en este ámbito es el mexicano Uberto Salgado, profesor de economía en la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, y miembro del proyecto “Migración internacional, economía del conocimiento, mercados de trabajo, remesas, migración indocumentada y migración altamente calificada”.
Distintas Latitudes platicó con Salgado para conocer más de la relación entre migración y cambio climático.
¿Por qué América Latina es tan vulnerable a migraciones por cuestiones climáticas?
Para estudiar el fenómeno de cambio climático y migración debemos tener en cuenta que estos fenómenos se derivan de las afectaciones climatológicas a causa del contexto de vulnerabilidad en el que se encuentran nuestras poblaciones.
Cuando hablamos de vulnerabilidad debemos de tener en cuenta dos aspectos: el lugar geográfico donde se ubican los asentamientos humanos, y factores socioeconómicos como la pobreza. Este fenómeno es muy común, los costos sociales son muy altos en América Latina. Precisamente porque hay poblaciones que se ubican donde hay temperaturas extremas por un lado, y por otro lado también hay altos niveles de pobreza derivados de modelos económicos que no han buscado el beneficio de la mayoría de la población. Estoy hablando del modelo neoliberal que en el caso de México se impuso desde la década de los ochentas. La gente más pobre es la más vulnerable porque depende en mayor medida o de forma más directa de los recursos naturales, se ve más afectada cuando existen variaciones climatológicas derivadas del cambio climático.
¿Por qué las poblaciones más pobres son las más afectadas?
La migración es una estrategia de adaptación ante el cambio climático. Cito el caso de Zacatecas y San Luis Potosí, en México. Ahí me parece que entre el 70 y el 80 por ciento de la superficie cultivable en esa región se deriva de la producción de temporal. Esta población que es la más pobre, la más vulnerable, estaba más expuesta a las oscilaciones climatológicas y por lo tanto cuando sus ingresos se ven alterados por estos cambios. Entonces surge la migración como una estrategia para adaptarse en el clima, en las variaciones de precipitaciones o incremento en la temperatura.
¿Por qué todavía no se ha tipificado la migración por razones relacionadas con cambio climático?
Existe un debate en el concepto de migración inducida ambientalmente, existen varias categorías. Hay algunos estudios que le denominan como migrantes ambientales, hay otros estudios que les llaman refugiados ambientales. Uno de los pioneros en este campo es Norman Myers. Para el 2011 estimaba que posiblemente existían alrededor de 50 millones de refugiados ambientales. El cambio climático afecta a todo mundo, sin embargo afecta de manera distinta a las regiones. Por ejemplo, en las costas te afecta en el incremento del nivel del mar y de los impactos por huracanes, en las regiones centrales pues los procesos de sequía y desertificación, en otras regiones por inundaciones, en fin digamos que depende de la región tiene diversos impactos el cambio climático. Myers señalando todos estos fenómenos decía que alrededor de 200 millones de personas se iban a desplazar para el 2050.
Por el otro lado está Richard Black quien dice que en efecto el cambio climático tiene un peso relevante para explicar el flujo migratorio pero es un elemento adicional. Es decir, hay un contexto de vulnerabilidad, pobreza, exposición de asentamientos humanos, y un estresor como es el cambio climático tiende a detonar procesos de migración.
¿Qué se necesita para atender estos flujos de migrantes climáticos?
El Estado tiene un papel fundamental, sobre todo en aspectos de mitigación. Debe ser un esfuerzo global, todas las economías, todos los países deben de enfocar los esfuerzos a tratar de mitigar las emisiones de CO2 para evitar que los escenarios climatológicos sean graves.
En primer lugar el Estado debe tener un Atlas de riesgo, ubicar las zonas de mayor vulnerabilidad por su posición, tener en cuenta la posición geográfica de estas regiones. Y en segundo lugar también debe de apoyar en las medidas de recuperación, en esta parte que se la ha denominado como la resiliencia, la capacidad que tienen estas regiones para recuperarse de estos impactos.
¿De qué tamaño podría ser el desplazamiento por cambio climático en un futuro?
Es muy difícil medir a los migrantes ambientales, precisamente porque no es tan sencillo identificar. Uno de los últimos reportes que generó el Banco Mundial habla de que para el 2017 se tenía el registro de 143 millones de personas que pueden ser consideradas como migrantes climáticos. De hecho dice que el mayor impacto se está dando en las regiones del Sub Sahara de África, en el sureste de África y en Latinoamérica, que concentran estas tres regiones al 55% de la población de los países en vías de desarrollo.
Aquí se habla de los diversos impactos que puedan tener, por ejemplo, las inundaciones, el incremento a nivel del mar en las zonas costeras, pero sobre todo la carencia de alimentos que está provocando la variación en las precipitaciones.
¿En las caravanas migrantes de Centroamérica hacia Estados Unidos hay ya migrantes por estas razones?
Tendríamos que hacer un análisis a profundidad, precisamente porque se habla de que estos factores climatológicos pueden agudizar los problemas ya existentes de pobreza, de hambrunas, por pérdida de producción de alimentos, en fin. Eso puede detonar aún más procesos de violencia. En la actualidad en realidad no se ha visto o se ha medido.
Lo que sí hay que tener en cuenta es que esta migración centroamericana está en una zona de alta exposición, precisamente porque de acuerdo con uno de los escenarios, si la tendencia del cambio climático no se revierte, me parece que por ahí del 2070 prácticamente la región centroamericana se verá inundada, va a quedar por debajo del nivel del mar. Va a subir tanto el nivel del mar que el territorio en Centroamérica se va a reducir bastante y ese va a ser un problema serio. Si ya de por sí estamos viendo estos movimientos masivos a causa de la pobreza y la violencia, considero que estos escenarios se van a agudizar aún más en la medida en que los efectos del cambio climático se reflejen más sobre esta región.
¿En qué otras regiones de América Latina podría haber movimientos migratorios climáticos?
En Latinoamérica sería difícil analizar porque el cambio climático puede afectar en mayor medida a ciertas regiones. En latitudes muy altas como en Bolivia, en los Andes, Chile, en regiones de nieve el cambio climático incrementa las temperaturas y puede que se derritan algunas de estas grandes montañas con nieve, que generen ríos y que algunas regiones sean más adecuadas para la producción agrícola, se vuelvan óptimas. A su vez va a provocar que otras regiones se vean muy afectadas, como es la selva del Amazonas. Cada año con la tala de árboles, este pulmón del mundo donde la selva absorbe parte de la humedad y es un regulador de la temperatura en esa región, y puede que se vea cada vez más afectada. Tendríamos que analizar caso por caso.
¿Hacia qué países irían estos flujos migratorios?
Los flujos de migración se dirigen fundamentalmente hacia los países más desarrollados. Cuentan con mayores oportunidades económicas, de empleo, en materia de ingresos, desarrollo. Es muy importante tener en cuenta que si bien el cambio climático afecta por igual a todo el mundo, generalmente los mayores costos son absorbidos por los países menos desarrollados. Son los países que menos le han invertido en infraestructura o que menos están preparados para este tipo de contingencias. Es paradójico porque la mayor parte de las emisiones de dióxido de carbono, alrededor del 70 al 80 por ciento son emitidas por los países desarrollados.
¿Cuáles podrían ser las posibles soluciones?
En el contexto actual se antoja complicado una solución integral a este problema. Sobre todo con este retorno del conservadurismo en la esfera política que se refleja por ejemplo con la victoria de Donald Trump y el ascenso de partidos de ultraderecha en regiones europeas. Bajo este contexto, hay bastante resistencia por colaborar con el Acuerdo de París y el Protocolo de Kyoto para reducir las emisiones de dióxido de carbono.
El conjunto de soluciones vendría por una política de mitigación, de la reducción de la emisión de dióxido de carbono. Hay muy buenos ejemplos. Existe un paradigma de que para contaminar menos habría que producir menos y Dinamarca es un caso claro de que esto no es cierto.
Más a nivel local planteamos los empleos verdes, porque una de las consecuencias de la imposición del modelo neoliberal ha sido que se ha dado un deterioro en el mercado laboral. Se requiere generar una mayor cantidad de empleos. Por un lado para reactivar las economías locales. Pero qué mejor que generar empleos contribuyendo al capital natural, por eso es que nos referimos a estos empleos verdes, vinculados con la protección de recursos naturales, pagos por servicios ambientales, en fin. Promover este tipo de alternativas tendría un doble efecto, que sería la generación de empleos por un lado y la conservación del capital natural.
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