Nathan Jaccard, periodista colombiano y editor de OCCRP, compartió con la Red LATAM técnicas sobre cómo investigar corrupción en América Latina.
Romper con el paradigma de lobo solitario
Panama Papers, además de ser la filtración de datos más grande de la historia (2.6 terabytes de información), es la investigación periodística de mayor impacto a nivel mundial hasta el momento. Este trabajo implicó la participación de 376 periodistas de 76 países, que fueron coordinados por el International Consortium of Investigative Journalists (ICIJ), para narrar historias de corrupción.
Todo comenzó cuando dos periodistas alemanes Freddy y Bastian Obermayer trabajaban en el periódico Süddeutsche Zeitung y recibieron un correo de un anónimo con el seudónimo John Doe.
El email contenía una filtración informativa, con documentos confidenciales de la firma Mossack Fonseca, que revelaba el ocultamiento de propiedades, evasión de impuestos y paraísos fiscales.
A partir de la alianza entre Süddeutsche Zeitung y el ICIJ, comenzó un trabajo de investigación en el que participaron 22 medios latinoamericanos, entre ellos la plataforma de periodismo Connectas.
Todos los periodistas y medios involucrados tuvieron que romper con el paradigma de lobo solitario y apostar al periodismo colaborativo y trasnacional para investigar la corrupción a escalas globales.
Así Panama Papers sirvió de pretexto para que el periodista colombiano Nathan Jaccard, compartiera diversas técnicas y herramientas para investigar la corrupción en América Latina con los integrantes de la tercera generación de la Red Latinoamericana de Jóvenes Periodistas en la sexta sesión de aprendizaje.
“Llegué a trabajar en Panama Papers por una invitación de Carlos Huertas, director de Connectas, sin duda fue una experiencia que me abrió los ojos en cuanto a cómo hacer periodismo colaborativo […]. Comencé con una data chiquita y organizada, eran mil nombres (algo así), entonces todas las noches me sentaba y empezaba a buscar y descargar documentos en una especie de Google”, contó Jaccard.
Las reglas que se establecieron para romper con el paradigma de lobo solitario, en palabras del también editor para América Latina en Organized Crime & Corruption Reporting Project (OCCRP) fueron: “Confidencialidad absoluta, deadlines y compartir todo con todos”.
Trabajar en investigaciones de manera colaborativa y transnacional requiere, tal como comentó Jaccard, de la utilización de herramientas de seguridad para resguardar el trabajo que se realiza.
El periodista colombiano nombró las cinco herramientas que utilizó en el proceso de investigación de Panama Papers: Google Authenticator, Hushmail, Blacklight, Global I-Hub y Linkurious.
Jaccard precisó que en su proceso personal de investigación poco a poco fue afinando patrones de búsqueda para ser más productivo. “Por ejemplo, yo encontré una fórmula que cuando salía sabía que era de un cliente y no era basura, así logré construir mi lista de clientes”.
Además usó una herramienta a la cual describió como “una especie de Facebook”, en la cual compartía información con otros colegas, ya que en palabras de Jaccard, una constante en esta investigación colaborativa fue el “compartir todo con todos”, “intercambiar información”.
Antes de culminar el primer bloque de la sesión de aprendizaje, integrantes de la tercera generación de la Red Latinoamericana de Jóvenes Periodistas consultaron sobre diversas cuestiones al periodista.
Norma Flores Allende, de El Salvador, consultó sobre el porcentaje de documentos se publicó.
“Esta enorme cantidad de documentos no quiere decir que sean en su totalidad interesantes, hay muchos que son correos electrónicos del día a día de una oficina, entonces una parte grande de toda esa información es basura pura, aunque seguro hay más cosas por buscar”, respondió.
Jorge Espejel de México consultó si luego de la publicación de Panama Papers hubo algún tipo de represalia hacia periodistas que participaron de dicha investigación
“Una de las reglas también era que cada periodista debía responder por el trabajo que sacara, por lo que no había ningún tipo de protección, y sí hubo algunos casos, como el asesinato de la periodista Daphne Caruana de Malta, que estaba metida en Panama Papers”, contestó Jaccard a Espejel.
Cómo olfatear lo que puede oler mal
“En Colombia, y en muchos países de América Latina, donde uno ponga el dedo va a encontrar corrupción a nivel Estado, o al menos yo me he vuelto muy cínico con eso […]. Ahora cómo nos empezamos a interesar en un tema es viendo ciertos elementos de un personaje que puede estar dentro del mundo criminal, pero las historias pueden llegar también por las noticias”, contestó Jaccard.
Una vez que identificamos una historia, o creemos haberlo hecho, hay algunas herramientas que nos pueden ayudar a afinar la búsqueda que implica nuestro trabajo de investigación periodística, una de ellas es Investigative Dashboard de OCCRP, un localizador de personas, empresas y activos mundial. Otras de las herramientas que compartió el periodista colombiano fue data.occrp.org y Personas de Interés, una serie de perfiles y historias de personas criminales de la región que se pueden descargar.
De cara al final de la sesión Mariana Limón de México consultó al periodista sobre en qué momento es inteligente pedir el derecho de réplica.
Quienes participaron de la sexta sesión de aprendizaje con Nathan Jaccard, realizaron un breve ejercicio de búsqueda de información sobre el nombre de una empresa que sugirió el tutor, el reto además de conseguir data, fue explicar por qué les pareció interesante o les llamó la atención.
El objetivo de este breve ejercicio, además de poner en práctica lo aprendido durante la sesión, fue empezar a familiarizarse con las herramientas ofrecidas, seleccionar jerárquicamente la información, conectar nombres propios y preguntarse qué relación puede existir entre estos y así afinar la búsqueda.
Al terminar Jaccard expresó: “Para cualquier ejercicio periodístico es necesario mirar un poco más allá, que hay detrás de un personaje, una empresa, estas técnicas y herramientas pueden aplicar en cualquier ámbito”.
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Diseño de portada: Alma Ríos