Por: Lyanne Alfaro
Hace dos meses, después del sismo de magnitud 7,1 en Mexico, también salió una historia. Se contaba que una niña de 12 años llamada Frida Sofia había sobrevivido y seguía atrapada bajo los escombros de su escuela, Enrique Rebsamen. Los noticieros reportaron que oficiales en la escena dijeron que habían contactado a la niña.
Pero muy pronto se enteraron varios editores y lectores también que esta era una historia falsa. Frida Sofia no existía. Era, por definición, “fake news”.
En la mesa sobre este tema, editores y periodistas tuvieron que hacer dos preguntas que seguramente son difíciles de responder: 1. ¿Cómo paso esto? 2. ¿Confían los lectores en las noticias?
“Hay una falta tremenda de fact-checking en Mexico,” dijo Monica Cruz, de El País.
“Se da a entender que las audiencias en verdad no confían en los medios digitales para obtener noticias”, dijo Ronny Rojas, el Jefe de la Unidad de Periodismo de Datos de Univision. Pero Luis Roberto Castrillón (#ElEditorDeLaSemana), a quien le ha interesado el concepto de “fake news” por algo de tiempo, explicó que por esa falta de confianza, hay un gran mercado que hace mucho dinero publicando “fake news” como negocio.
“Yo siento que se le debe de apostar más a la educación de los niños,” agregó Rojas. Él considera que, igual que toman classes de cívica los estudiantes en la escuela, deben de tener educación sobre como buscar información verídica en las noticias.
La situación actual no debe sorprender, pues las “fake news” han existido por mucho tiempo. No obstante las características del medios digital hacen possible diseminar con rapidez y globalmente, según dijo Gloria Guerrero, Policy Fellow 2017 Instituto de Tecnología y Sociedad de Rio de Janeiro. Un ejemplo: en Italia, ya es obligatorio tomar una clase que ayuda a los alumnos de leer e identificar “fake news.”
Y quizás esa es una de las soluciones para evitar la diseminación de noticias falsas. Algo en lo que se fallamos es en identificar por dónde se disemina “fake news.” “De esa manera podemos ayudar a que no se distribuyan noticias falsas”, dijo Juanita Velez de La Silla Sur.
Después de eso todavía queda una pregunta grave: ¿Cómo conseguir la confianza de los lectores?
Una manera es dar tiempo a los reporteros para publicar información verídica y de calidad, algo que también resulta cuando el grupo de noticieros tiene proyectos sostenibles donde no hay la presión de clicks y tráfico, dice Rojas.
¿Y qué hacer de las publicaciones que producen noticias falsas, se deberían sancionar estas empresas digitales? “Sería muy difícil hacerlo”, dijo Guerrero, pues se podría caer en limitar la libertad de expresión.
La mesa concluye con una lección importante: Interactuar con la gente afuera de las redes sociales, educar la gente sobre noticias falsas, no dejar que la presión por los clics gane, y que más vale llegar rápido y bien.