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Elena Bazán, editora, correctora y gestora de proyectos editoriale, conversó con la 4ta generación de la #RedLATAM y compartió estrategias para lograr ser eficaz aún sin ir a la oficina y tener un home office productivo.


 

Todo América Latina (y el mundo) está parado o semi-parado tras la crisis por Covid-19 que se desató a nivel global. Las fronteras cerraron, las fiestas cesaron y los países instalaron cuarentenas, toques de queda y/o distintas regulaciones para evitar que el virus se propague. Una medida adoptada por muchos países fue, para varios sectores, el teletrabajo.  

Elena Bazán, editora, correctora y gestora de proyectos editoriales, trabaja desde su casa hace varios años, adoptó distintas estrategias para lograr ser eficaz aún sin ir a la oficina y las compartió con la Red Latinoamericana de Jóvenes Periodistas para poder pasar la pandemia. 

Lo primero que aclaró es que los consejos son válidos tanto para quienes jamás han hecho teletrabajo como también para quienes lo hacían ya que “el coronavirus agrega otro factor: ahora, quienes lo hacíamos, trabajamos online con personas que jamás han trabajado a distancia”.

Los consejos

 

  • Las fases

En primer lugar, Elena Bazán aconsejó ser estrictos con los horarios laborales y, para ello, recomendó dividir la jornada laboral en fases (ya que seguramente haya más de un trabajo que cumplir) con sus respectivos descansos. “Los descansos también deben estar pautados, pero no olvidemos que están incluidos. Un capítulo de la serie, almorzar en familia, cocinar, etc., está permitido”.

Por otra parte, recomendó distintas herramientas útiles para trabajar en equipo fuera de la oficina como Slack, Skype, Trello y Salesforce y dijo que, aunque ella divide su jornada laboral antes de comenzar a trabajar, hay que tener cierta flexibilidad.

“Hay fases que puedes organizar y fases que no. Si te ponen una reunión en una fase que no estaba prevista, mejor calendariza tus fases según tus reuniones”, aclaró.

  • El entorno

Elena también pidió considerar, para el teletrabajo, al entorno y tener en cuenta los factores de distracción posibles como los perros, padres, familiares que conviven con uno. Y aclaró: “No eres mal amigo, padre o hijo si pones límites a tu entorno para concentrarte. Recuerda que estás trabajando”

  • El espacio  

Asimismo, al ser consultada sobre el lugar donde ella trabaja, Elena habló sobre cómo construir un lugar adecuado dentro del hogar para el teletrabajo. Recomendó que sea siempre el mismo, así el trabajo no se apropia de toda la casa y aseguró: “Toda la casa no debe ser tu oficina. Tu oficina es un espacio pequeño dentro de tu casa. El resto es tu hogar”.

“Si la mesa del comedor es donde montas tu oficina, para comer te debes mover de silla. No puedes usar la silla que ahora es tu oficina para comer, debes diferenciar los espacios”. 

  • Respetar algunas reglas

Por otra parte, aconsejó intentar mantener la rutina cotidiana, lo que hacían cuando no trabajaban en casa y cuidarse mentalmente, sobretodo trabajando en tiempos de pandemia. “Estamos en un contexto complicado y largo, intenten dormir bien y hacer otras actividades, mejor si son fuera de la computadora”.

En ese sentido, al ser consultada si las emociones pueden afectar el teletrabajo o qué hacer cuando uno está triste y no tiene ganas de conectarse online, respondió: “Lo mejor es sacar la angustia del sistema. No vas a trabajar todo el día triste pero sí debes dejarte sentir lo que sientas. Habla con una amiga, date tu espacio y tu tiempo pero no dejes que te domine”.


Y al finalizar, recomendó encaminar el trabajo en casa a tu pasión. “Ponte un post it que recuerde por qué haces lo que haces”. La sesión de aprendizaje, tras esas palabras, se llenó de post its.

 

Diseño de imagen de portada: Alma Ríos. 

mm

Argentina, 1993. Le gusta contar historias en 20 mil caracteres, no en 180. Trabajó en Política Argentina, El Destape y colaboró en medios como Cosecha Roja. Es fanática de los perfiles. Disfruta ir por la vida buscando personajes curiosos, particulares, a los que ella llama “esos que parecen salidos de un cuento de García Márquez”.

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