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TranSistemas no sólo es un espacio de capacitación, también es un lugar de contención para las 17 personas que asisten desde el 22 de enero a los talleres. En Distintas Latitudes conversamos con Abel Quiroga, integrante de la iniciativa, quien nos contó las aspiraciones de un espacio que propone generar conciencia y transformar realidades.


Ola de calor agobiante, cortes de luz y manifestaciones, diciembre en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires siempre es sofocante, caótico y alarmante: el pasado no fue la excepción. 

Aún así siempre hay tiempo para compartir una birra con amigas y amigos, conversar sobre lo que preocupa, lo que entusiasma y así tejer redes en pos de sueños colectivos.

Abel Quiroga es profesor de teatro y militante LGBTI+. A mediados de diciembre, mientras conversaba con una compañera trans, le propuso crear una cooperativa de trabajo trans.

Ella aceptó sin rodeos pero le expresó que “no quería ni cocinar, ni coser, nada de eso”, sino buscar “trabajos del futuro”. Eso que su compañero definió como “hacer cosas piolas (algo interesante, ingenioso)”.

En medio de un ping pong de profesiones del futuro saltó la palabra “sistemas”, la cual llamó la atención de Abel y se puso a investigar sobre esa área, que desconocía. Y así empezó todo: con un tweet en el que pedían colaboración de colectivos y organizaciones de sistemas e informática, para que dictaran talleres a compañeras trans.  

En ese momento nació TranSistemas, un taller gratuito de formación en informática para personas trans y no binaries, que tiene como principal objetivo la capacitación en sistemas. La idea es que este espacio sea el puntapié para impulsar a lxs alumnxs, a que proyecten salidas laborales relacionadas a la tecnología, y así tener trabajos más dignos; más piolas

Programación y contención para personas trans

Iniciativas como TranSistemas cobran relevancia en contextos como el de Argentina, país pionero en América Latina y el Caribe en aprobar la Ley de Cupo Laboral Trans (N°14.783) que busca que al menos 1% de los puestos del sector público vayan a personas trans, travestis y transgénero que cumplan con el perfil de idoneidad . Vale la pena remarcar que: “Sólo el 18% de las personas travestis y trans han tenido acceso a trabajos formales”, según un informe de ATTTA y Fundación Huésped.

Como relata el informe, las personas trans quedan usualmente por fuera del sistema formal de trabajo. El documento no especifica cuáles son las labores más frecuentes, pero dice que en el caso de las mujeres trans, la mayoría queda relegada al trabajo sexual como única salida laboral.

Abel cuenta que el principal incentivo para realizar TranSistemas, fue que dos amigas trans se capacitaran y consiguieran trabajo: “Ahí empezamos a tejer redes para lograrlo”, expresa. 

Muchísimas personas se solidarizaron con el proyecto, desde la acción más mínima que fue dar retweet a la publicación de Abel, como la donación de computadoras para dar el taller. 

Una empresa muy conocida mundialmente se contactó con el equipo de TranSistemas para comentarles que quisieron hacer lo mismo, pero que no les dio resultado dicha iniciativa. “Creemos que a nosotros nos benefició el hecho de ser militantes políticos y territoriales de la comunidad LGBTI, entonces sabemos dónde están y cómo llegar a las personas trans”.

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Medea Diorio tiene 20 años, es estudiante de Artes Electrónicas en la Universidad de Tres de Febrero (UNTREF) y asiste a la cursada de TranSistemas, que le recomendaron unxs amigxs. Los talleres empezaron el 22 de enero de 2020 y terminaron el 12 de marzo. “Al principio me sorprendió la cantidad de personas que había, no me lo esperaba, además me llamó la atención la dinámica que había con lxs profesorxs y lxs alumnxs”, cuenta. Las capacitaciones son básicas pero variadas: se aprende a programar, pero también testing, alfabetización informática, así como UI/UX. También ayudan a armar CVs de las personas que asisten.

Lo que más entusiasmó a Medea Diorio fue pertenecer a un equipo que define como “verdaderamente inclusivo”, de hecho nunca se había encontrado en un ambiente tan cálido. La universidad a la que asiste tiene un programa de inscripción para personas trans, por lo cual se pudo anotar con su nombre y género autopercibido: un lujo que pocxs pueden darse.

Sin embargo cuenta que sí tuvo problemas para insertarse en el mercado laboral porteño, de hecho hasta ahora no ha podido conseguir trabajo, incluso nunca la llamaron a una entrevista. “Actualmente no ejerzo en nada pero estuve trabajando como secretaria en la oficina de un familiar, todavía tengo que armar CV’s con todos los cursos que hice en estos meses para poder conseguir trabajo como programadora o testar”, relata Medea. 

Uno de los talleres de TranSistemas en Argentina. Tomada del IG de TranSistemas.

 

TranSistemas no sólo es un espacio de capacitación en sistemas, sino también un lugar de contención para las 17 personas que asisten a diario a los talleres planteados. “Hay que acompañar y abrazar un montón a las personas que vienen, todxs tenemos una historia y esa historia se ve siempre reflejada, está bueno poder contener a todxs”, explica.

El objetivo a futuro de TranSistemas es generar una cooperativa de trabajo y capacitación para que todas las personas trans y no binaries tengan oportunidades en otras labores. “Nos incentiva el hecho de que nuestras compañeras; nuestres compañeres puedan tener un ambiente laboral agradable. No nos sirve de nada que una compañera empiece a trabajar en Google y le pagan 200 mil pesos, pero no se sienta bien ahí adentro”, finaliza Abel.

Generar conciencia y transformar sus realidades, esa es la base de TranSistemas.

Imagen de portada: Alma Ríos. 

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Florencia Luján (Argentina, 1992). Periodista, siempre que se pueda.

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