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Prometer no empobrece. Eso es lo que hizo Guillermo Lasso como candidato a la presidencia de Ecuador. Durante la campaña, se acercó a colectivos de mujeres y personas LGBTI y trató de hacer algunos guiños a sus agendas y exigencias. Una vez como presidente electo, las promesas se han convertido en dudas. Lasso, un banquero conservador del Opus Dei, gobernará el país desde el 24 de mayo. ¿Qué se puede esperar de su gobierno?


Texto: Camila Albuja, Leyre Reyes Bravo y Carolina Loza León (Ecuador)

 

Guillermo Lasso será el próximo presidente de Ecuador, después de una primera vuelta donde se enfrentó a otros 15 candidatos, y una segunda vuelta donde venció a Andrés Arauz, el candidato del expresidente Rafael Correa. 

Lasso, un banquero conservador de Guayaquil que competía por el puesto por tercera vez, asumirá la presidencia el 24 de mayo del 2021. 

Ecuador es hoy un país profundamente polarizado. Lasso deberá enfrentar numerosos temas pendientes y atender deudas con diferentes sectores de la población ecuatoriana. Aquí analizamos en detalle tres sectores que enfrentan un panorama incierto en este nuevo periodo.

Lasso y los derechos de las mujeres

El electo gobierno de Guillermo Lasso se enfrenta a un país con serias demandas y deudas frente a los derechos de las mujeres. Desde su partido político CREO (conservador y de derecha), sus posturas personales y la campaña que llevó a cabo, el nuevo presidente electo dejó entrever sus vacíos en temas de género, derechos humanos, salud sexual y reproductiva. 

En su tercera carrera por la presidencia, el discurso de Lasso tuvo un notorio cambio en campaña. Para Estefani Parra, socióloga y cofundadora de la colectiva Guambras Verdes Tungurahua, las mujeres solo estamos mencionadas en un subcapítulo del apartado “La familia ecuatoriana”, y a modo de estadísticas, en el plan de gobierno del partido, donde al final se concluye textualmente con “frente a todas esas realidades de las mujeres hay muchas acciones que hacer”, sin planes concretos como para otros ámbitos que sí lo tienen. “Yo definiría la forma en que Lasso llevó su campaña como marketing de género”, señala Parra.

Grace Jimenez, consultora política, miembro de la Red de Politólogas y Asesora ONU Mujeres en Ecuador, asegura que se observa a un Guillermo Lasso sin mucha legitimidad, que quiere demostrar su deseo de ser presidente cambiando su estructura política; por ejemplo, firmando un convenio en favor de las niñas y las mujeres. Lo que preocupa es que todas estas acciones hayan sido pensadas solo para conseguir votos desde su equipo comunicacional.

Esto se hizo evidente en el primer discurso de Lasso después de conseguir la victoria, en el cual “no respeta el Estado laico, pone sobre la mesa querer ser padre y, su esposa, madre para las niñas embarazadas y comete errores incómodos como poner a la hija en bandeja de plata, como se dice, al indicar que es soltera”, resume Jimenez.

Durante su vida política, Guillermo Lasso se ha autoproclamado provida y a favor de la vida desde la concepción. En agosto de 2020 envió una carta abierta al todavía presidente Lenín Moreno, pidiéndole que vetara totalmente el Código Orgánico de Salud. Este código, entre otros lineamientos, prohibía a los médicos negar el acceso a métodos anticonceptivos, y garantizaba la atención inmediata de emergencias obstétricas, lo que grupos providas veían como una supuesta “promoción del aborto”.

Más atrás en el tiempo, en 2019, cuando se debatía en la Asamblea la reforma al Código Integral Penal (COIP) para legalizar el aborto por violación, incesto y tres causales más, toda su bancada legislativa de CREO votó en contra. Ambos proyectos no pasaron, y estas afrentas a los derechos sexuales y reproductivos quedó en la memoria colectiva de las mujeres.

Ecuador es el tercer país de la región latinoamericana, y el primero en la andina, con las tasas más altas de embarazo adolescente, por detrás de Nicaragua y República Dominicana. Después de que Lasso asegurara que él y su esposa María de Lourdes Alcívar “serán los padres de las niñas embarazadas y las cuidarán”, la alerta de la romantización y desconocimiento sobre la violencia sexual creció, pues en Ecuador donde una de cada cuatro adolescentes que dieron a luz sufrieron violencia sexual, lo que realmente necesitan es una reparación integral de sus derechos.

“Mantengo la convicción de mantener la vida desde la concepción, sin embargo, rechazo la legislación que condena a la cárcel a las mujeres que abortan en caso de violación”, aseguró Lasso en unos de sus pronunciamientos en campaña. Verónica Calvopiña, articulista de Wambra y presidenta de la fundación El Churo, señala que teniendo en cuenta los grupos Opus Dei de la Iglesia Católica y otros grupos conservadores que están detrás de su agenda de gobierno, quizá no se permita mucha apertura para la despenalización del aborto. “Otros frentes políticos y bloques como el legislativo, porque no se esperaría una iniciativa desde el Ejecutivo, son quienes van a tener que empujar para que en este gobierno haya una oportunidad que permita debatir el proyecto”, explica.

La expectativa desde las organizaciones sociales es que durante su gobierno, al menos, no haya mayores retrocesos en cuestión de derechos. En el ámbito laboral, en Ecuador donde las mujeres ganan 0.84 centavos de cada dólar que gana un hombre por el mismo trabajo, las propuestas de Lasso se han encaminado en la economía violeta, créditos para mujeres emprendedoras y capacitaciones.  Propuestas que, para Estefani Parra, muestran que la visión de este gobierno podría ser la de utilizar a las mujeres para poder generar acciones que están a favor de sectores privados, pero sin profundizar con perspectiva de género integral. 

Lasso y las poblaciones LGBTIQ

Si bien Guillermo Lasso se ha desempeñado durante su carrera política con un enfoque en finanzas y economía, su afiliación a partidos conservadores levantó alarmas en la comunidad LGBTI, que sonaron particularmente fuerte cuando Lasso mezcló sus creencias personales con su figura pública. 

En agosto de 2020, Lasso publicó en su cuenta en Twitter una carta abierta al presidente Lenin Moreno, pidiéndole que vetara el código orgánico de la salud, COS. En dicho código, que trata temas como la maternidad subrogada, Lasso la califica como “un eufemismo” y menciona las alternativas y lineamientos generales para la reproducción humana asistida cómo “derechos inexistentes.” 

Frente a esto, Diana Maldonado, activista del Observatorio de Derechos Humanos, menciona que Lasso pide vetar el código “porque las personas LGBTI tenemos entre comillas el derecho a tener terapias, para poder ser normales… son cosas que hay que leer entre líneas y los acercamientos que tuvo Lasso con los activistas en esta ocasión, no fueron acercamientos para saber sobre Derechos Humanos o inclusión, sino para verse inclusivo frente a Arauz (el otro candidato puntero) y a los candidatos que sí lo fueron”.

Maldonado hace referencia a que Lasso, quien no tuvo un discurso significativo frente a colectivos LGBTI, empezó a acercarse de manera más pública después de la primera vuelta. 

Dayana León, analista política, concuerda que el acercamiento se dio en respuesta a meras necesidades electorales. “Su postura una vez que asuma la presidencia en temas cómo el Código Orgánico de Salud, es clave”, dice León.

En su plan de gobierno, Lasso no hace mención a acciones concretas en pro de la comunidad LGBTI. Para León, “existe una deficiencia en su discurso en cuanto a los derechos con enfoque y perspectiva de género… un primer problema es que se empiece a dar un concepto erróneo de lo que significa género, las identidades y lo que representa ser una persona LGBTIQ+, y esta conceptualización se necesita para implementar los planes, los programas en políticas públicas”.

Para Maldonado, si bien existen avances en temas como matrimonio igualitario, reconocido en Ecuador desde 2019, aún queda un camino largo en temas como la homoparentalidad, cuotas laborales para comunidad LGBTI en el sector privado y los crímenes de odio que se cometen contra las personas trans y permanecen impunes. “Las personas LGBTI no tenemos derechos especiales, queremos los mismos derechos de las otras personas”. 

Lasso y el ambiente

De promotor de la extracción petrolera y minera, a “ambientalista”, al silencio. Guillermo Lasso, actual presidente electo de la República del Ecuador, manejó multifacéticas imágenes en un corto tiempo de campaña, pero, fuera de la coyuntura electoral…

Es relevante recordar qué pasa con el ambiente en Ecuador. Solo durante la pandemia han ocurrido varias pérdidas ambientales. El 2 de febrero del 2020, la cascada más alta del Ecuador desapareció como consecuencia de un debilitamiento de sus bases y posterior derrumbe. Emilio Cobos, ingeniero ambientalista, asegura que el derrumbamiento de la cascada puede ser consecuencia de la erosión del suelo provocada por la hidroeléctrica Sinclair.

Meses después, el 7 de abril del 2020, en la misma ruta del Río Coca, se rompieron dos oleoductos: el Sistema de Oleoductos Trans Ecuatorianos (SOTE) y el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), afectando gravemente al Río Coca, Río Napo y a las comunidades que los rodean. 

A su vez, en julio del mismo año, se detectó una flota pesquera con más de 260 barcos en la cercanía de las Islas Galápagos. Institucionalmente, durante el Morenismo, el Ministerio del Ambiente tuvo seis ministros y el despido de 400 empleados solo en el 2020.  Así, varias zonas ecológicas del Ecuador se han visto gravemente afectadas, por lo cual el medio ambiente es un tema crítico en el país. 

Sin embargo, durante la primera vuelta de la época electoral fue casi nulo el debate, diálogo y propuestas sobre el sostenimiento y cuidado del medio ambiente, tanto en  los medios de comunicación como por parte de la mayoría de candidatos, como el actual presidente electo, Guillermo Lasso, que en primera vuelta incluso mencionaba fuertemente sostener la extracción petrolera y minera en el país.

El “Verdescopio” análisis realizado por Frente Ambiental, reflejó que el candidato electo y sus propuestas son tóxicas para el medio ambiente. Guillermo Lasso, hizo pública una carta firmada por él con casi 40 compromisos en pro de los derechos ambientales. Entre dichos compromisos están: parar la deforestación y proteger los bosques nativos, garantizar la soberanía alimentaria, democratizar el acceso a la tierra en Ecuador, garantizar la libre circulación y comercialización de semillas campesinas para garantizar la autonomía productiva.

Sin embargo, Lasso fue firme en su plan de gobierno al asegurar que “Ecuador no puede darse el lujo de mantener recursos petroleros y mineros bajo tierra”. Para Matthieu Le Quang, politólogo, Guillermo Lasso representa una doble amenaza; una contra el medio ambiente por neoliberal y otra contra los derechos de las mujeres y la comunidad LGBTI por conservador. Matthieu afirma: “Los compromisos que firma en la segunda vuelta tienen que ver con la conservación y capitalismo verde. Finalmente se queda en la lógica neoliberal de mercantilizar todas las esferas de la vida y una de esas esferas es la naturaleza”. 

La campaña puede haber terminado, pero las promesas hechas siguen muy presentes en activistas y colectivos. La ciudadanía recuerda la necesidad de cumplimiento de promesas y de coherencia en las políticas públicas para las mujeres, población LGTBIQ y ambiente en los próximos meses. Según Verónica Calvopiña, directora de Fundación de comunicación El Churo: “los grupos sociales y organizaciones están poniendo demandas y se mueven políticamente, no sólo en campaña sino durante los gobiernos… lo que actualmente mueve la política son esas causas sociales, el activismo y la movilización social”. 

Imagen portada: Rocío Rojas (Perú)
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