Rocío y Adriana son jornaleras en distintas regiones del país, y aún con la emergencia sanitaria y embarazadas tuvieron que recolectar verdura, cargarla y llevarla hasta los camiones para que sea transportada. Ellas son parte de las 900 mil mujeres que trabajan en los campos agrícolas de México: 90% carece de contrato y de acceso a instituciones de salud por parte de su trabajo, y 85% no cuenta con prestaciones laborales. A ellas las acompañamos en su eterna jornada.
Por Aline Citlali Espinosa Gutierrez y Jessica Patricia Gamiño González
Esta pieza audiovisual fue producida durante el programa de capacitación TechCamp MX 2021, una iniciativa de Chicas Poderosas México en alianza con la Embajada de Estados Unidos en México.
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En México casi tres millones de personas laboran en los campos agrícolas, de las cuales alrededor del 15% son mujeres jornaleras que enfrentan situaciones de desigualdad y violaciones a sus derechos humanos. Rocío y Adriana son parte de esta estadística. Ellas son jornaleras del Estado de Guerrero que afrontaron arduas jornadas bajo el sol, aún estando embarazadas y en un contexto de emergencia sanitaria.
Su día comienza desde muy temprano: alistar las cosas del trabajo, preparar la comida, arreglar la casa, lavar los trastes y la ropa, preparar más alimentos, bañar a sus hijas, laborar más de ocho horas. Una eterna jornada en la que no pueden parar ni preocuparse de no enfermar. Hacen todo por el deseo de brindarles mejores oportunidades a sus hijas, atravesando además una situación laboral compleja.
Este panorama las ha obligado a cumplir con una doble o triple jornada. Antes de la pandemia, las mexicanas dedicaban 20 horas a la semana a labores no remuneradas y 12.3 horas al cuidado de personas en su familia, mientras que los mexicanos destinaban sólo cinco horas a las mismas actividades, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Cifras que aumentaron en los últimos dos años.
Sus historias son tan sólo un ejemplo de la realidad de miles de mujeres jornaleras que viven una eterna jornada.